Dentro de las instituciones de salud mental, les pacientes suelen llevar adelante emprendimientos productivos que, como todo proyecto, requieren de apoyo para llegar a personas dentro y fuera de los hospitales.
En el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la Corporación Buenos Aires Sur Sociedad del Estado colabora en la promoción del desarrollo integral de la zona sur del distrito porteño. En este contexto, el organismo descentralizado lleva adelante tareas de fortalecimiento y seguimiento de los dispositivos productivos de la Dirección General de Salud Mental.
En la actualidad, la entidad trabaja con pacientes de la sanidad mental. La coordinadora del proyecto, Anahí Maldonado, dialogó con Nota al Pie y brindó detalles de la actividad que acompaña a los emprendimientos productivos de las instituciones de salud.
La referente comentó que la experiencia y las tareas de seguimiento “proponen un doble desafío: fortalecer emprendimientos productivos de base social y ampliar derechos a una población doblemente estigmatizada por su doble condición de población empobrecida y ser pacientes o usuarios de dispositivos de salud mental”.
Proyectar los emprendimientos fuera del ámbito psiquiátrico
En 2018, la Dirección General de Salud Mental solicitó al organismo capacitación para la población hospitalaria. El objetivo era acompañar a les pacientes en el desarrollo de habilidades de venta, en el impulso y sistematización de publicaciones en redes sociales de sus proyectos. En especial, en la necesidad de visibilizar los trabajos y “sacarlos del ámbito manicomial”.
“Básicamente, que logren insertarse y vender sus productos en ámbitos fuera del mundo ‘psi’. O sea, fuera del parque o patio del hospital; fuera de los congresos psiquiátricos o fuera de los congresos que tengan que ver específicamente con la salud mental, para ampliarlos y para incluirlos”, precisó Anahí Maldonado.
Además, el proyecto busca “fortalecer las habilidades blandas con técnicas de venta y algunos conceptos de marketing digital”. En este sentido, la coordinadora remarcó que, en el caso precisamente de les adultes, trabajan con la inclusión digital, ya que “para algunos de ellos es bastante difícil el acceso porque están alejados hasta de tener una computadora”.
Por otro lado, la funcionaria señaló: “Como nuestra gerencia también es una Gerencia de Desarrollo Económico y Asuntos Sociales hacemos un abordaje desde lo social”. En este sentido, el organismo dispone de una trabajadora social (Mariana Ranier) que elabora informes socio ambientales “para tramitar algún subsidio habitacional o algún otro tipo de necesidades”.
Actividades con inclusión real
En el marco de este proyecto, los emprendimientos participaron de diversas actividades, como por ejemplo el Segundo Congreso de Economía Social y Solidaria de la Universidad de Quilmes. Allí, les pacientes pudieron mostrar y vender sus productos.
En 2022, la entidad logró que la Dirección General de Inclusión del Ministerio de Producción porteño comenzara a colaborar y facilitar la participación de los emprendimientos en ferias como el Club de Micro emprendedores. “Así que ahí logramos empoderar a los usuarios, porque la inclusión fue, más que palabra, un hecho”, aseguró Maldonado.
Respecto a la interacción con actores del sector privado, la referente del proyecto indicó que existen empresas que colaboran de forma activa con los emprendimientos productivos.
Como ejemplo, mencionó a una fábrica dominicana que “dona periódicamente calzado nuevo para las pacientes del Hospital Moyano”. A su vez, se refirió a otra compañía que colabora con “cartón y papel para uno de los emprendimientos que trabaja realizando productos con papel reciclado”.
La necesidad de asegurar la continuidad del proyecto
Anahí Maldonado subrayó la importancia de continuar con estas actividades de promoción “porque es necesario seguir incluyendo”. En este sentido, manifestó: “Necesitamos que se visibilice el esfuerzo que hacen los emprendedores, los pacientes de salud mental para mejorar su calidad de vida”; y agregó que aún restan emprendimientos para incorporar.
En cuanto a la continuidad del proyecto en un contexto de cambios de gestión, la coordinadora explicó: “Nosotros tenemos en proceso la firma de un convenio entre la Dirección General de Salud Mental y la Corporación del Sur para garantizar que este trabajo continúe. Algo que, vuelvo a repetir, sería muy importante”.
Espacios durante la pandemia y mecánica de trabajo
Dado que el proyecto incorpora a pacientes tanto en internación permanente como de forma ambulatoria, la corporación creó un espacio (con distancia sanitaria) durante el período de pandemia en su establecimiento de Villa Soldati.
De esta manera, lograron “seguir sosteniendo la capacitación y distintas actividades en las oficinas. Así que, las usuarias del hospital Moyano que eran las que venían acá también empezaron a estar en la dinámica de lo que es una oficina (y sus tecnologías laborares)”, explicó la funcionaria.
Al respecto, añadió que “Todas estas actividades parecen sencillas. A veces la gente cree que el uso de tecnología (sacar una fotocopia, escanear un documento) es algo que todo el mundo sabe, pero la verdad que no solamente no lo saben hacer la gente de los dispositivos de salud mental, sino que hay mucha gente mayor alejada de la tecnología que necesita ser incluida”.
Maldonado, además, expresó que la tarea de intervención tiene un primer proceso de adaptación y reconocimiento. “Hasta que ellos (les emprendedores) nos conocen el trabajo tiene que ser muy cuidadoso y con mucho respeto hacia los usuarios, hacia los y las trabajadoras del ámbito de la salud porque estamos ingresando un ámbito que no es el propio”, destacó.