Este martes, durante el desarrollo del programa de televisión “Conversación con el presidente”, Luiz Inácio Lula da Silva confirmó que su gobierno prepara un importante programa de infraestructura con eje en la transición ecológica e instó a lograr la reindustrialización de Brasil.
El sueño de una nueva revolución industrial
Lula, como prometió en campaña, busca recuperar el peso de la industria dentro de la economía brasileña e impulsa lo que denominó como “una nueva revolución industrial”. Desde el gobierno ven el diseño de una nueva política industrial con el Estado como motor como una necesidad y estos tienen sus fundamentos.
Según las propias autoridades brasileñas, el sector industrial pasó a representar un 20 % del Producto Interno Bruto (PIB) en la década de los 70´s a menos de un 10 % en la actualidad.
Es por ello que el gobierno del mandatario brasileño se encuentra trabajando en los últimos detalles del nuevo “Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC)”, un masivo programa de infraestructura que será lanzado en las próximas semanas.
Del año 2003 al 2011, en su versión original, el PAC había funcionado como una política que alentó iniciativas públicas y privadas con el objetivo de promover inversiones en la obra pública.
Ahora, según adelantaron el propio presidente de Brasil y funcionarios de su administración, el nuevo PAC incluirá obras de todo tipo en todas las regiones del país y tendrá la sostenibilidad como directriz.
“Tuvimos seis años de atraso en el país. Vamos a lanzar el PAC con la cuestión de la transición energética y la transición ecológica en la innovación industrial”, sostuvo Lula este martes.
De esa manera, el nuevo PAC incluirá desde la construcción de carreteras, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, saneamiento, viviendas, universidad e institutos federales hasta la promoción de energías renovables.
En la misma clave, el gobierno apunta a fomentar la producción nacional y posicionar a la industria brasileña como proveedora de los insumos de la vasta red de infraestructura a construir.
La vuelta del Consejo Nacional de Desarrollo Industrial en Brasil
El gobierno de Lula tiene a la industria de Brasil como una de sus prioridades y desde que el mandatario brasileño asumió su tercer mandato viene dando muestras de ello. Una de esas muestras se observó el pasado 6 de julio cuando, luego de siete años, se volvió a reunir el Consejo Nacional de Desarrollo Industrial (CNDI).
El CNDI, que contiene a 21 entidades gubernamentales junto a otros 21 representantes de la sociedad civil, es un órgano colegiado vinculado a la Presidencia de la República encargado de planificar la política industrial para Brasil. El foro fue creado en el año 2004 pero desde el golpe a Dilma Rousseff en el año 2016 estuvo absolutamente paralizado.
En su relanzamiento, junto a los sectores de la producción y el trabajo, Lula defendió el rol del Estado como impulsor del desarrollo y afirmó que su gobierno buscará crear las condiciones que garanticen una nueva revolución industrial, conjugando crecimiento económico, sostenibilidad e inclusión social.
En ese sentido, además, el mandatario brasileño indicó que el sector industrial recibirá alrededor de 106 mil millones de reales en crédito durante los próximos 4 años.
En la misma sintonía, detalló que los fondos saldrán del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y la Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii).
El presidente de Brasil, asimismo, declaró que “si queremos hacer una verdadera política industrial, las cosas se ponen sobre el papel para que las hagamos”. De esta manera, con buenas notícias y con un paquete de medidas que se irán anunciando en el segundo semestre del año, el sector industrial brasileño volvió a cobrar protagonismo en la escena política brasileña.