El pasado miércoles se realizó el Seminario Internacional “Experiencias de Saneamiento y Recomposición Ambiental en Ríos Urbanos”. Allí, especialistas de todo el mundo disertaron acerca del saneamiento de ríos y cuencas urbanas de Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña e India.
Esta jornada fue organizada por la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), en el marco de los 15 años del Fallo Mendoza. En dicha resolución del 2008, la Corte Suprema de Justicia ordenó la recomposición ambiental, la mejora en la calidad de vida de la población y la prevención de daños futuros en la Cuenca.
Cabe destacar que participaron más de 100 personas. Les especialistas en recomposición ambiental expusieron sobre las experiencias en los ríos Támesis, de Inglaterra; Ganges, de la India; Tieté, de Brasil y el río Chicago en Estados Unidos. El objetivo fue compartir particularidades y similitudes que actúen de guía para el saneamiento de la Cuenca del río Matanza Riachuelo.
Esta última cuestión representa uno de los temas ambientales más controversiales de Argentina. Desde la iniciativa de Alsogaray de limpiarlo en 1000 días hasta la conformación de ACUMAR, un organismo estatal que desde hace 15 años trabaja para mejorar la situación integral del mismo.
En este marco, Nota al Pie conversó con el director ejecutivo de Gestión de ACUMAR, Daniel Larrache, para conocer los avances en el saneamiento del Riachuelo.
Experiencias en saneamiento de ríos
A lo largo de la jornada, les oradores expusieron sobre el proceso de saneamiento de ríos urbanos en otros países. En referencia a ello, Larrache destacó: “Me pareció interesante la propuesta que se hizo respecto al tratamiento de los barros in situ. Acá siempre se discutió si había que dejarlos o removerlos”. En esa línea, detalló que se compartió una propuesta para analizar que “consiste en tratar los barros pero en el lecho del río, sin removerlos”.
Tras el encuentro, Larrache sostuvo a Nota al Pie que “las acciones que han tomado otras cuencas en otras ciudades del mundo, son bastante parecidas”. Para ser más preciso, ejemplificó: “Obras de infraestructura como megacolectores que llevan a una planta de tratamiento para evitar la contaminación directa sobre los cauces de arroyos y de ríos”.
En esa línea, afirmó: “Ese es el concepto básico del sistema riachuelo. Por eso vemos que estamos encaminados y en cuestión de tiempos, con los años que venimos trabajando y los logros alcanzados, no están fuera de similares experiencias en el resto del mundo”.
Resultados en otros países
Entre las exposiciones, Upneet Singh, integrante del Proyecto Nacional de la Cuenca del río Ganges, explicó cómo fue el proceso de saneamiento en la India. Al comienzo de su exposición explicó: “En 2019 el Primer Ministro presentó el programa Arth Ganges que aborda seis ejes para mejorar el funcionamiento de la economía y la vida”. Los mismos incluyen la promoción de granjas orgánicas, monetización de la reutilización de las aguas residuales y las oportunidades de generación de medios de vida que prioriza a los productores locales. También la participación pública, patrimonio cultural, turismo y fortalecimiento de los gobiernos locales.
En tanto, el proceso de recuperación del río Támesis, en Londres, fue abordado por Juan Gutiérrez-Andres. “Nuestro Thames Tideway Tunnel, es un proyecto muy parecido al que se puso en marcha aquí, pero se trata de una iniciativa financiada por inversores privados”, sostuvo. Además, resaltó que en la actualidad “en un año promedio se vuelcan al río en Londres 39 millones de metros cúbicos de vertidos”. Sin embargo, aseguró: “Con la puesta en funcionamiento de esta iniciativa, que estimamos para 2024, se limitará el daño ecológico al cumplir con los estándares de oxígeno disuelto. También se ayudará a proteger el medio ambiente y la salud de los usuarios del río”.
El futuro de la Cuenca Matanza Riachuelo
“El estado general de la Cuenca presenta un avance en el saneamiento que tiene que ver con las grandes obras que se están terminando de ejecutar”, indicó Larrache. Las mismas contemplan la ampliación de los sistemas de saneamiento local, de provisión de agua potable, de vivienda y de recuperación del espacio público. También con lo relacionado al sistema de control industrial, dejar de volcar los efluentes en crudo al cauce del río y de los arroyos. A su vez, las modificaciones abarcan todo el sistema de limpieza de basurales y de espejos de agua y de ribera, además de la remoción de los barcos.
En este sentido, el entrevistado sostuvo que “todo eso hace que sin duda la cuenca esté en este primer escalón del saneamiento”. “A partir de allí, de que todo ese conjunto de mega obras comiencen a funcionar, más el sistema de control industrial, nos permitirá ver si hay mejoras en la calidad de agua del río”, agregó.
En esa línea, indicó que deberán analizar en la nueva etapa qué estrategias, tecnologías y decisiones tienen que tomarse “para acelerar los tiempos y poder tener antes una mejora cualitativa en calidad del agua”. No obstante, Larrache afirmó que “en estos 15 años se avanzó muchísimo, se pusieron objetivos que en esta primera etapa se van cumpliendo”. “Sabemos que queda mucho por hacer, hay un vaso medio vacío pero valoremos el vaso medio lleno que tenemos”, manifestó.
El segundo bloque del seminario estuvo a cargo de autoridades de ACUMAR, AySA y el Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Las mismas plantearon los desafíos a futuro, y pusieron en común las obras y acciones que se desarrollan desde la creación de la Autoridad de Cuenca a la fecha. Además, se propusieron líneas de continuidad para alcanzar el objetivo de una Cuenca recuperada.
El acceso a tecnologías ambientales
Por último, hubo espacio para el sector privado. Representantes de empresas como Dioxitek, INDEPRO (España), y Sotek Aguas SA expusieron sobre la actualidad tecnológica y los recursos disponibles para las industrias y los estados para el tratamiento de efluentes y recuperación ambiental.
Uno de los ejes abordó el uso de la radiación ionizante para ayudar al tratamiento de los efluentes en la Cuenca. Por último, se habló de uno de los mecanismos para el tratamiento de contaminantes en los efluentes; es decir, el proceso avanzado de oxidación. Este consiste en la creación de especies altamente reactivas que logran descomponer moléculas contaminantes para formar otras no tóxicas.