Después de su ópera prima “El peso de la ley” en 2017, Fernán Mirás regresa como director con su segundo largometraje, “Casi Muerta”. El film se estrenó el pasado jueves tanto en Argentina como en Uruguay.
El largometraje tiene como protagonista a Natalia Oreiro, y es una producción nacional de Cinema 7 Films, Non Stop Studios, Particular Crowd, en coproducción con la uruguaya Montelona Cine.
Su trama es una adaptación de la comedia vasca “Bypass” de 2012. En esta nueva versión, Mirás logra combinar de manera más efectiva elementos propios de la comedia negra y romántica. Una vez que la película haya sido proyectada en cines, estará disponible para streaming en HBO Max en unas pocas semanas.
Casi Muerta, una gran experiencia
La propuesta es fresca y muy divertida, y encapsula todas las características de las comedias desenfrenadas clásicas. Pero también se mezcla una dosis de ternura y reflexión sobre la vida y la muerte. Tiene un comienzo por demás sencillo, a manera de la clásica comedia de amor, pero en minutos gira a una trama más profunda al presentar cómo reaccionan los integrantes de un grupo de viejos amigues frente al riesgo de muerte de uno de ellos.
El propio director Mirás, especialmente en los primeros dos tercios del filme, demuestra una gran habilidad para la realización de estas situaciones cómicas. Pero también se arriesga al usar humor negro y con cierta libertad se anima a burlarse de la propia muerte o su cercanía.
Por otro lado, Mirás se las arregla para abordar estos temas sin caer en la sensiblería ni excederse en los momentos emotivos, aunque el público se sorprenderá de pasar de la risa a las lágrimas en más de una ocasión. La película es liviana, accesible y amena. No es poca cosa para una comedia que trata sobre la muerte.
Humor, drama y cierta cuota de romanticismo
La historia gira en torno a María y Javi, dos amigues inseparables de la infancia que se han distanciado en el tiempo. Sin embargo, un llamado inesperado reúne a este grupo nuevamente cuando descubren que a María le queda poco tiempo de vida. Javi, quien ha construido una nueva vida en Uruguay, decide regresar a Buenos Aires para acompañarla en sus últimos días.
El inteligente guion, escrito por Beatriz Carbajales, Rodrigo H. Vila y el propio Fernán Mirás, combina hábilmente elementos de comedia, drama y romance. La película aborda temas como la amistad, el amor y la muerte, explorando las cosas importantes de la vida de una manera divertida y desopilante.
Uno de los puntos fuertes de “Casi muerta” es su elenco talentoso. Natalia Oreiro brilla en el papel de María, y transmite tanto vulnerabilidad como determinación en su lucha contra la enfermedad. Diego Velázquez apuesta esta vez a salir de su lugar de confort en el drama, y aporta su naturalidad y carisma a una comedia, en la cual sale muy airoso con su personaje de Javi.
El amigo que regresa para enfrentarse a sus sentimientos del pasado. Paola Barrientos, Ariel Staltari, Alberto Ajaka y Violeta Urtizberea complementan el elenco con actuaciones sólidas que dan vida a los otros amigos y compañeros de María y Javi.
Aunque la película tiene un aspecto televisivo en términos de su estética, logra cautivar al espectador gracias a su explosiva combinación de amor, engaños, muerte, compasión y risas. El guion despliega una cierta locura y un poco de delicadeza que mantienen el interés del público hasta el último momento, donde se elige un giro caprichosamente truculento para cerrar el asunto amoroso.
En resumen
“Casi muerta” es una adaptación ingeniosa de la comedia vasca “Bypass”, que se atreve a abordar el tema del miedo a la muerte. Esta versión se centra principalmente en el personaje de María en lugar de Javier.
Si bien la trama no escapa a algunos momentos de desequilibrio debido a su variedad de temáticas, desde la atmósfera navideña hasta los clichés de cumplir deseos antes de la muerte y las justificaciones médicas a veces ridículas. Lo que sobrevive en el film es el carisma, la empatía, la gracia y la versatilidad del elenco en general.
En última instancia, su trama invita a debatir sobre cómo afrontar la muerte. También reflexionar sobre lo valiosa que es la vida, y como la unión y la amistad se convierten en pilares en situaciones difíciles.