La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que reúne a los principales productores de crudo a nivel mundial, ratificó con el apoyo de Rusia el recorte a la producción petrolera con la expectativa de “mantener el equilibrio”.
En un Seminario Internacional en Viena, el secretario general del grupo, el kuwaití Haitham al-Ghais, anunció el crecimiento de la demanda de petróleo para 2045 más allá del desarrollo de energías renovables.
Nota al Pie analiza las definiciones políticas a la luz del enfrentamiento geopolítico entre el Unipolarismo Financiero y el Multipolarismo Pluriversal.
Acuerdo Rusia-Arabia Saudita
El secretario general de la OPEP, Haitham al-Ghais, informó el recorte a la producción de petróleo que afectará al mercado de crudo a nivel mundial. La iniciativa encabezada por el principal exportador, Arabia Saudita, tuvo el respaldo de la Federación Rusa y rondará los 1,6 millones de barriles al día.
De este modo, la organización que expresa el 30% de la producción de crudo a nivel internacional pretende alzar los precios del commodity para neutralizar la recesión mundial.
En una conferencia sobre energía en Kuala Lumpur (Malasia), Ghais señaló que los discursos ambientalistas que desalientan la inversión en petróleo “sólo conducirá al caos energético”.
El funcionario de Kuwait convocó a “trabajar por una transición ordenada, integradora y que contribuya a garantizar la seguridad energética para todos”. En ese sentido, explicó que la demanda mundial de petróleo aumentará a 110 millones de barriles por día en 2045 y que esa cifra representará el 29% de las fuentes energéticas.
A propósito de esos valores, indicó que “Asia está en el corazón” de ese futuro energético global. A su vez, el referente de la OPEP planteó que Estados Unidos, otras naciones fuera de este mecanismo y sus socios, esperan una disminución de la producción de crudo para 2029-2030.
Por ende, convocó a sus aliados a “mantener el equilibrio en el mercado del petróleo”. Arabia Saudita necesita un barril por encima de los 80 dólares para balancear su presupuesto anual. Rusia lo respalda para aumentar la renta de sus exportaciones, condicionadas por la situación en Ucrania.
El contrapeso a la OPEP
A pesar del intento, la estrategia de recorte fracasó. En la jornada de hoy el barril se ubicó en los 71 dólares, lejos de la meta propuesta. Por un lado, los mercados que operan en las principales cities financieras a escala global le han vuelto a dar la espalda a la estrategia de la OPEP de profundizar la baja de producción ratificando el sendero bajista del valor del barril.
Morgan Stanley, fondo financiero norteamericano, vaticinó una reducción del valor del crudo y estimó un superávit del mercado en el primer semestre de 2024, ya que la oferta de países que no pertenecen a la OPEP aumentará más rápido que la demanda.
Por otro lado, juega en contra el papel de Irán. Nación de jerarquía en la producción de crudo, el país del Golfo Pérsico ha aumentado su volumen pese a las sanciones a su industria petrolera como consecuencia del Acuerdo Nuclear que limita sus exportaciones debido a diferentes sanciones.
Incapaz de integrar a Teherán a su estrategia de recorte para alzar los precios y captar mayor renta, Riad revisa el escenario para no perder influencia frente al shale estadounidense.
El control del petróleo en la disputa internacional
Las marchas y contramarchas por la situación comercial de uno de los recursos energéticos más sensibles es susceptible de inscribirse en la dinámica de la crisis internacional.
En efecto, el retroceso del Unipolarismo Financiero angloamericano ante la emergencia del Multipolarismo Pluriversal con asiento en los BRICS expresa las tensiones por el crudo.
El propio desarrollo de la OPEP tiene un peso fundamental en tres factores: el precio del barril, la eventual “desdolarización” mundial y la capacidad de Rusia de sostener la guerra en Ucrania contra la OTAN.
En primer lugar, la comercialización de barriles en otras monedas que no sean el dólar pone en serio riesgo la hegemonía nortemaericano en el plano monetario. A pesar de la iniciativa de expandir su influencia sobre otras naciones de la región de Oriente Medio, el Magreb africano y Asia Central, la OPEP aún no controla todas las variables y eso expresa su incapacidad para definir el valor internacional del barril.
En segundo lugar, desde el inicio de la Operación Militar Especial en Europa del Este la articulación de la OPEP y los BRICS se ha intensificado a punto tal de que China e India, principales importadores de petróleo, han aumentado sus compras a Rusia de crudo.
Los miembros de los BRICS apuestan a fortalecer el mecanismo de comercio internacional a medida de la propuesta multipolar: una canasta de monedas nacionales que reemplace la hegemonía del dólar.
A su vez, en su enfrentamiento con la OTAN y con el objetivo de ampliar sus capacidades manufactureras, aumentaron las importaciones a los integrantes de la OPEP, golpeando los intereses angloamericanos.
El rechazo al ingreso de periodistas de Reuters, Bloomberg y The Wall Street Journal a la conferencia en Viena pone de manifiesto la intención de confrontar hasta en el plano comunicacional con el esquema atlantista que, aún así, demuestra conservar cierto poder de fuego.