La película “Hazme el favor” (No Hard Feelings) fue estrenada en algunas salas americanas durante finales de junio. La misma tiene como protagonista a Jennifer Lawrence, una actriz estadounidense que siempre demuestra su habilidad para adaptarse a papeles diversos. Su estreno en la Argentina está programado para el próximo 17 de agosto.
Se trata de un film sorprendente e inusual para estos tiempos que suelen estrenarse en plataformas streaming. Sin embargo, Sony Columbia Pictures, junto a Lawrence, ganadora reciente del Oscar, se la han jugado y aterrizan en la gran pantalla con una trama que entretiene y recuerda a esas buenas comedidas de los años ’80, ‘90 y principios de los 2000.
Sobre “Hazme el favor”
Este film, dirigido por Gene Stupnitsky, se centra en Maddie Barker (Lawrence), una conductora de Uber de 30 años al borde de la bancarrota. La primera escena muestra cuando su auto es embargado por su despreciado ex Gary (Ebon Moss-Bachrach), cuya relación se irá revelando a partir de un diálogo picante y sensual que establece con él.
A su vez, la casa que su difunta madre le dejó se encuentra a punto de ser embargada por una hipoteca, al tiempo que los ingresos de su segundo trabajo como mesera están lejos de ser suficientes para poder ayudarla a enfrentar su situación. No obstante, más allá de las adversidades, desde el inicio la platea descubrirá el tipo de humor que esconde la película.
Luego, la situación cambia cuando Maddie encuentra en internet una extraña oferta de trabajo. En ella, unos padres adinerados buscan a una joven mujer que quiera salir con su hijo de 19 años, cuya finalidad es que el mismo obtenga cualquier tipo de experiencias antes de ingresar a la Universidad.
En ese marco, la protagonista se arriesgará a esta loca aventura y durante la entrevista de trabajo pacta lo que parece ser un plan perfecto con estos ricos y protectores padres, todo a espalda del joven estudiante.
La brillantez de la pareja protagónica
Interpretando a una cínica y efervescente Maddie, la actriz se mete de lleno en esta comedia. Se trata de un género que Lawrence casi nunca ha transitado, excepto en “The Bill Engvall Show”, allá por el 2007.
Aunque, con mucho talento y habilidad, Lawrence se adapta a un jugado papel que hasta desnudos presenta, sumergiéndose en un personaje que tiene varias capas y que roza la ingenuidad, lo grotesco y el beboteo.
Su contrafigura es toda una sorpresa, Andrew Barth Feldman, quien salta del escenario de Broadway a la pantalla grande. Dicho actor resulta ser un complemento perfecto, logrando momentos de risa a partir de un personaje que peca de tímido pero seguro a la vez.
Con esta fuerte química entre la pareja protagonista, el humor no faltará de principio a fin. No obstante, los mejores gags se echan a perder en el tráiler, mucho mejor editado que el film en sí.
Un camino sinuoso
En la obra, el director, Gene Stupnitsky, no es ajeno a combinar lo sincero y absurdo. En su anterior película “Good Boys” hizo precisamente lo mismo y prosperó gracias a su elenco joven protagónico.
En ese sentido, “Hazme el favor” persiste en tratar de brindar grandes momentos de comedia y un poco de espacio a lo sentimental. Pero el resultado, desde la mitad de la película, se vuelve algo forzado y desdibujado, generando una situación casi frustrante y dramática.
A la mitad de camino, el film se define abruptamente y alcanza su mejor momento en lo que refiere al humor. En tanto, alrededor de la segunda mitad, la comedia, simple pero efectiva, se pierde en un drama de personajes desdibujados que se desconectan, lo cual da la sensación de que se están tratando de incluir demasiados elementos en una trama que no los necesita.
En resumen
A pesar de sus fallas, “Hazme el favor” se beneficia de la excelente química entre sus protagonistas. Lawrence demuestra su versatilidad y encanto en el género, mientras que Feldman complementa de manera sorprendente. A su vez, su encanto y risas alimentan la película y evitan que se convierta en un desastre completo.
Es una propuesta que entretiene y evoca a las comedias clásicas de décadas pasadas. Por último, aunque la película pierde algo de ritmo y se vuelve forzada en su intento de combinar comedia y drama, sigue siendo una opción fresca y divertida para los amantes de la afamada actriz y para aquelles que buscan una comedia ligera para sacarlo de la rutina de la semana.