Este viernes el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil determinó la inhabilitación del expresidente, Jair Bolsonaro, para ejercer cargos públicos hasta 2030. Luego de que 5 de los 7 jueces del TSE votarán a favor, el ex mandatario fue declarado culpable tanto de “abuso de poder” como de “uso indebido de los medios de comunicación”.
De esta manera, la decisión del órgano del Poder Judicial golpea de manera contundente las aspiraciones del ex presidente de volver al poder en las elecciones del 2026. En ese marco, mientras que Bolsonaro denuncia que fue una “puñalada a la democracia brasileña”, la derecha de Brasil deberá optar por defender el liderazgo del expresidente o optar por una alternativa.
¿Por qué condenaron a Jair Bolsonaro?
El 18 de julio del 2022, en la residencia oficial de la Presidencia, el ex presidente de Brasil convocó a una reunión a aproximadamente 40 embajadores extranjeros. En aquel encuentro, Bolsonaro se encargó de sembrar dudas acerca del sistema electoral e incluso acusó, tanto a la justicia como al TSE, de actuar en favor de Luiz Inácio “Lula” da Silva.
La reunión no sólo fue transmitida por redes sociales, sino también por la televisión pública de Brasil. En ella el ex mandatario, con una imagen negativa que no paraba de crecer, buscaba ensuciar el escenario ante una eventual derrota en las elecciones presidenciales.
“En Brasil no existe forma de seguir el conteo. No sé qué están haciendo los observadores externos aquí”, soltó Bolsonaro en aquella ocasión. También, en referencia a un documento confidencial sobre un hackeo al TSE en 2018, afirmó que el sistema electoral “era un proceso abierto a muchas formas de cambiar el proceso de votación”.
De esa manera, sin aportar ninguna prueba que acompañara la denuncia, Bolsonaro puso al sistema electoral de urnas electrónicas como objetivo de los ataques. Y al hacerlo, según la condena del TSE, incurrió en los delitos de “abuso de poder” y “uso indebido de los medios de comunicación”.
La palabra de Bolsonaro
El expresidente de Brasil, quien no asistió a ninguna de las sesiones del juicio en Brasilia, se encontraba en Belo Horizonte cuando el TSE dictaminó su condena. Luego de la decisión, junto a periodistas, Bolsonaro sostuvo que su inhabilitación es “una puñalada a la democracia brasileña”.
En ese sentido, el líder de la derecha brasileña aseguró que “no está muerto” e indicó que va a apelar el fallo ante el Supremo Tribunal Federal (STF). En la previa a la condena, Bolsonaro sostuvo que el juicio “no tiene ni pies ni cabeza”, insinuando que el TSE favoreció a Lula da Silva en las elecciones presidenciales.
Imposibilitado de ejercer un cargo hasta el 2030, el ex presidente de Brasil buscará mantener el liderazgo del espacio opositor y posicionarse como el polo orientador del escenario político de su país. Sin embargo, una oposición debilitada podría optar por encontrar una alternativa a la jefatura de Bolsonaro.
Según una encuesta de la consultora Genial Research/Quest, realizada durante junio, la aprobación del gobierno de Lula pasó del 51% al 56% y una parte importante de ese crecimiento se destacó entre el electorado de Bolsonaro.
En ese marco, ya empiezan a sonar nombres tales a Michelle Bolsonaro o Tarcísio de Freitas como posibles alternativas para afrontar la nueva realidad del escenario político en Brasil.