Tras idas y venidas, en la medianoche del sábado 24 de junio cerraron las listas de les precandidates que participarán en las próximas elecciones presidenciales en Argentina. La distribución de sus nombres demuestra que aún falta recorrer un largo camino en lo que respecta a la paridad de género.
De todas maneras, no es una sorpresa. Es una situación que se repite desde que comenzaron a celebrarse los comicios en las distintas provincias argentinas. Es decir, en febrero, cuando se llevaron a cabo las elecciones Primarias en La Pampa.
En esta ocasión, son 19 las fórmulas que competirán en las PASO a nivel nacional. Disputarán su lugar el domingo 13 de agosto, cuando les argentines definirán qué listas continuarán en la pelea por ocupar el máximo cargo del Poder Ejecutivo.
De ese total, solo tres precandidatas a la presidencia son mujeres. En cuanto a la vicepresidencia, el número es más esperanzador: son nueve los nombres femeninos que integran las fórmulas.
Cabe destacar que la presencia de mujeres en los ámbitos de poder no asegura la inclusión de políticas de género. Pero sí genera una representación más equitativa del total de la población del país.
El sillón de Rivadavia, ¿continuará en manos masculinas?
Los números así lo predicen, ya que las estadísticas son claras. De 19 precandidates a presidente, solo tres son mujeres. Para pasar a las elecciones generales, tanto ellas como los demás postulantes deberán lograr un piso del 1,5% de los votos emitidos. Y en caso de disputar una interna con otra lista del mismo partido, lograr el porcentaje más alto.
En esta ocasión, las precandidatas son Patricia Bullrich (una de las participantes de la disputa en Juntos por el Cambio); Mañuela Castañeira del Nuevo MAS y Myriam Bregman (que participa en la interna del Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad).
Con respecto a la vicepresidencia, los números son más equitativos. De las 19 duplas, hay nueves mujeres que integran las fórmulas. Una de ellas es Marianella Lezama Hid, que se presenta junto a Jesús Escobar en Libres del Sur. La santiagueña es referente de los derechos de las mujeres y fue coordinadora provincial de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá).
También son precandidatas a vicepresidenta Vilma Ripoll (FIT-U); Paula Abal Medina (Justos y Soberanos – Unión por la Patria); Patricia Urones (Política Obrera); Adriana Reinoso (Movimiento de Izquierda, Juventud y Dignidad); Mariel Avendaño (Frente Patriota Federal); Victoria Villarruel (La Libertad Avanza); Bárbara Solernou (Paz, Democracia y Soberanía) y Ramona Pucheta (Demos).
En Argentina, en noviembre de 2017 se sancionó la Ley de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política (Ley 27.412). Esta norma establece, como requisito para la oficialización de listas en lo referente al Poder Legislativo, la obligatoriedad de ubicar de manera intercalada mujeres y varones.
Si bien con esta política el país presentó un gran avance en la materia, todavía queda la discusión para legislar la paridad de género también en el Poder Ejecutivo. Mientras tanto, esa proporción depende de la voluntad de cada partido político.
Las propuestas
Se dice que en estas elecciones el espectro político se corrió a la derecha. Eso afecta a las políticas de género, que algunes candidates (como Javier Milei) utilizan como caballo de batalla para criticar y generar adeptes.
Por eso, al momento de analizar la paridad de género no solo es necesario ver los nombres propios, sino cuáles son sus propuestas en esa materia. En lo que respecta a las precandidatas a presidenta, las tres representan diferentes posiciones del espectro político. Myriam Bregman y Manuela Castañeira pertenecen a la izquierda partidaria y tienen presente en sus declaraciones al movimiento feminista y de disidencias.
Bregman estuvo presente en la pasada movilización del 3 de junio por el movimiento “Ni Una Menos”. Allí, entre otras cosas, defendió la Educación Sexual Integral (ESI) ante las propuestas de La Libertad Avanza de dar marcha atrás con esa política.
“Prohibir la ESI es una barbaridad”, afirmó Bregman a La Izquierda Diario, y agregó que “con todas las limitaciones que tiene (…) ha permitido a muchos niños, niñas y adolescentes que identifiquen casos de abuso sexual”.
Por su parte, y en una línea similar, se pronunció en la misma fecha Manuela Castañeira. “Para erradicar la violencia de género hay que parar el ajuste del gobierno y ponerle un freno a la campaña misógina de la derecha. ¡No pasarán!”, escribió en sus redes.
En tanto, Patricia Bullrich se para en el extremo opuesto. Por ejemplo, con respecto a la ESI, afirmó: “Nosotros no queremos que la ideología esté presente en las aulas y que el Estado se meta en la intimidad de las familias. Queremos una educación con meritocracia y respeto por la autoridad de los docentes”.