A lo largo de su historia, los grupos de música suelen atravesar transformaciones, pero en el caso de Catupecu Machu se trata más de una reencarnación. Y así es como se vivió su show del pasado sábado en el Movistar Arena, en Villa Crespo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Con dos de sus integrantes originales, la banda de rock que nació en el barrio porteño de Villa Luro como un trío y estuvo en pausa durante casi cinco años, se presentó ante un estadio colmado de personas, como si el tiempo no hubiera pasado ni para los músicos ni para sus fans. De hecho, la muerte de uno de sus miembros fue, de alguna manera, lo que reavivó al grupo.
Durante más de dos horas, la banda integrada por Fernando Ruiz Díaz en guitarra y voz, Miguel Adolfo “Abril” Sosa y Julián Gondell en baterías y Charlie Noguera en bajo, se encargó de hacer vibrar a miles de personas de diversas generaciones.
Alrededor de las 21, media hora antes del horario anunciado para el comienzo del show, los alrededores del Movistar Arena todavía se encontraban repletos de personas que esperaban para ingresar al estadio.
Desde temprano se respiraba en el ambiente una mezcla de emoción y nostalgia, donde no faltaron las remeras con estampas emblemáticas de Catupecu como así también de otras bandas de rock.
Pasadas las 21:30 y luego de varios “Oh, vamos Catupé, Catupé, Catupé, vamos Catupé” del público, las luces se apagaron y los músicos salieron a escena. “Óxido en el aire” del disco El número imperfecto (2004) fue el tema elegido para abrir el show.
“¡Sin el suelo!”
Al grito de “¡sin el suelo!”, Fer Ruiz Díaz presentó un tema que terminó de desatar a quienes asistieron al recital con un objetivo claro: saltar como si no hubiera terreno bajo sus pies.
Justamente, la segunda canción del show fue la enérgica “Y lo que quiero es que pises sin el suelo” del álbum Cuentos decapitados (2000). A ella le siguieron “Perfectos cromosomas” y “Secretos pasadizos”, del mismo disco, y “Plan B: anhelo de satisfacción” de El número imperfecto.
El próximo sencillo que interpretaron fue “Grandes esperanzas”, de su tercer álbum de estudio, Cuadros dentro de cuadros (2002), para luego dar paso a “Puedes” y “En los sueños” de Cuentos decapitados.
Durante el recital, el pogo del público fue casi constante y eso no pasó desapercibido para Fer Ruiz Díaz, quien lanzó alegre: “Me mata que desde que salimos las plateas están todas paradas, boludo”. Y sí, desde el comienzo del show no sólo saltaron y bailaron quienes estaban en campo sino también el público del resto de los sectores del estadio.
“Yo vengo de un país lleno de artistas”, comentó a continuación el vocalista de la banda, y remarcó: “Amo a los músicos y artistas argentinos”. De esta forma, presentó a les primeres invitades de la noche. La cantante Lula Bertoldi, integrante de Eruca Sativa; el violinista Javier Casalla; la cantautora Barbarita Palacios y la coach vocal Annette Durañona subieron al escenario para interpretar “Musas” de El mezcal y la cobra (2011).
Nuevo tema y la reencarnación de Catupecu Machu
Casi en la mitad del show, Fer Ruiz Díaz anunció el estreno en vivo de una canción que compuso para su hija. “Voy a estrenar un tema nuevo que se llama ‘Primer movimiento’”, adelantó; y agregó: “Lo escribí cuando nació Lila y va a ser uno de los temas del disco nuevo de Catupecu”.
“De semilla a cuerpo, de cuerpo a las aguas, primer movimiento. Sin ropa, sin cáscara, sin conocer donde entraremos. El pórtico se abre y empieza la piel, todo es inmenso. Mil voces finas cantan de pie en coro nuevo”, comienza la canción que da cuenta de una escena propia de un nacimiento.
Así, Fernando condensó en una canción lo que más le importa en la vida: la música y Lila. “Me quisiera morir en los brazos de mi hija o arriba de un escenario, en los brazos de mi hija”, expresó.
A este tema le siguieron “Entero o a pedazos” de Cuentos decapitados, “Hechizo” y “Origen Extremo” de Cuadros dentro de cuadros, “Confusión” de Simetría de Moebius (2009) y “Acaba el Fin” de El número imperfecto.
Luego, el líder de la banda dio lugar a un momento característico de los shows de Catupecu: el instrumental de baterías. Cabe mencionar que uno de los bateristas, Abril Sosa, integró el grupo entre 1995 y 2002, junto a Fer y su hermano, Gabriel Ruiz Díaz, quien falleció en 2021.
Este trío quedó como una formación característica de la banda, aunque en 2002 Sosa decidió abandonar el grupo para dedicarse de lleno a su proyecto Cuentos Borgeanos.
En tanto, Catupecu pasó por varias formaciones y momentos delicados, como el accidente automovilístico que Gabriel sufrió en 2006 y por el cual perdió la movilidad. Si bien la banda siguió en actividad, en 2017, previo al fallecimiento del músico, quedó en pausa por decisión de su hermano. Desde entonces, Fernando se dedicó a Vanthra, un proyecto musical que encaró junto a Charles Noguera y Julián Gondell.
Ya a fines de 2021, luego de la muerte de Gabriel, el líder de Catupecu Machu anunció el reencuentro de la banda para hacer un homenaje a su hermano, en mayo de 2022. Allí participaron los integrantes de la última formación, además de Abril Sosa y los miembros de Vanthra, Charles Noguera y Julián Gondell, como así también artistas invitados.
De esta forma, la muerte de Gabriel Ruiz Díaz reunió a Catupecu Machu, que quedó conformada como el cuarteto actual. Desde entonces, brindó una función en el Estadio Obras Sanitarias, además de presentarse en festivales como el Lollapalooza y Rock en Baradero.
“Lo más cercano que tengo a estar de Gabi es estar con Abril Sosa. Todo esto pasa porque él me llamó”, remarcó Fer Ruiz Díaz sobre la “reencarnación” de Catupecu Machu, en lo que fue uno de los momentos más emotivos del show.
Recta final del recital, comienzo de un nuevo camino para la banda
Alrededor de las 23, el show estaba cerca de su fin, pero todavía faltaban temas clásicos de la banda. “Eso Vive” de Cuentos decapitados, “Metrópolis Nueva” de El mezcal y la cobra y “A Veces Vuelvo” de El número imperfecto fueron las canciones elegidas para este momento.
Sin embargo, aún quedaba una sorpresa: al momento de interpretar “Magia Veneno” (El número imperfecto), el líder de Catupecu Machu invitó a subir al escenario a Lisandro Aristimuño y Fabián “Zorrito” Von Quintiero.
Para el cierre del recital, la banda volvió a sus orígenes con “Dale!” y “Le di Sol” de su primer disco, llamado justamente Dale! (1997).
Luego de su exitoso paso por el Movistar Arena, Catupecu Machu se presentará el 30 de junio y 1 de julio en el Club Paraguay de Córdoba, donde sólo quedan entradas para la segunda fecha. Además, el 7 de julio llegará a la la Sala de las Artes de Rosario, con localidades también agotadas, para luego dar paso a una gira por Europa.
El 23 de octubre, el grupo se presentará en Berlín (Lido), el 25 en Barcelona (Sala Apolo), el 26 en Valencia (Rock City) y el 29 en Madrid (Sala Copernico). Las entradas para todas las fechas de la banda se pueden comprar de forma online en el siguiente link: linktr.ee/catupecumachu.