Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, los casos de Meningitis neumocócica (Streptococcus pneumoniae), enfermedad inmunoprevenible, aumentaron radicalmente. Durante el 2022, se destacó el doble de casos registrados respecto al bienio 2020/21. A su vez, se observó una cobertura de vacunación subóptima para avanzar en el control de esta enfermedad.
Y pese al incremento de casos en pleno auge, muches se preguntan: ¿Todavía existe la meningitis?. Esa misma consulta buscó zanjar el médico infectólogo, Enrique Casanueva a un colega. Si este interrogante lo tienen les profesionales de la salud, para la población en general también era un tema que había quedado en el olvido.
Sin embargo, los datos arrojados por el Boletín Epidemiológico Nacional encienden el interruptor para volver a poner en agenda un tema que afecta principalmente a pacientes de pediatría. Entonces, bajo este escenario de incertidumbre hay que preguntarse: ¿Por qué volvimos a hablar de meningitis?.
Nota al Pie le consultó al jefe emérito de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral y docente, Enrique Casanueva acerca de la situación de la meningitis en Argentina. Como anticipo, dejó en claro una realidad: “Ahora, producto de que muchas muchas personas ya sean chicos o adultos no se vacunan, (estas enfermedades) vuelven a reaparecer”.
¿Qué es la Meningitis?
La meningitis es una enfermedad del sistema nervioso central que consiste en la inflamación de los meninges; que puede comprometer a sus estructuras adyacentes, cómo el encéfalo. Esta inflamación se debe, principalmente, a infecciones bacterianas y virales. Es por ello, que para la salud pública representa un riesgo por su potencial para producir brotes.
¿Por qué es inmunoprevenible? La meningitis bacteriana fue causada en nuestro país, principalmente, por Streptococcus pneumaniae (neumococo); haemophilus influenzae tipo b y Neisseria meningitides (meningococo). Cabe destacar, que estas bacterias son las responsables de afectar a la población pediátrica y generan una alta tasa de mortalidad y con la posibilidad de sobrevida con secuelas.
Luego de la introducción de vacunas en el Calendario Nacional se habían logrado disminuir. No obstante, desde 2022 hasta la actualidad el aumento de casos preocupa al sistema de salud pública. La tasa de incidencia de meningitis neumocócica global fue de 0,3/1000.0000 habitantes. Cifra similar a los registrados durante 2015 (a 3 años del inicio de vacunación pediátrica).
Pero, principalmente, advierten sobre la vacunación ya que se evidencio que existe una parte de la población que no está accediendo a ellas. Las coberturas de vacunación contra neumococo se vieron reducidas en el año 2020, tanto en las dosis básicas como las de refuerzo. Esto profundizó el descenso que se veía en años previos.
De esta manera, desde el año 2022 hasta la fecha se evidencia que las dosis de refuerzo en menores de 12 meses no alcanzan el 80% de cobertura. En tanto, persisten valores subóptimos para poder avanzar en el desafío de control de la enfermedad.
No perder de vista lo importante: por qué dejaron de vacunarse
“Las vacunas son gratuitas. Ahora, uno se tiene que preguntar cuál es la barrera por la cual la gente no va a vacunarse”, sostuvo Casanueva. En la misma línea agregó: “consideran, que eso no es demasiado importante porque ya la meningitis no existe. Pero reaparece porque no utilizamos la herramienta adecuadamente”.
Sobre este tema, el doctor adhirió a las consecuencias de la pandemia que sucedió en todo el mundo: “En el documento se habla de las bajas coberturas en la dosis de refuerzo”. Al mismo tiempo, resaltó que: “los chicos de edad más afectados son los menores de un año”.
Estos dos datos son importantes para entender por qué las dosis de refuerzo son necesarias. Como explicó Enrique, estas vacunas lo que hacen es descolonizar la zona nasofaríngea e impiden que esa persona contagie a otras.
Esto quiere decir que, si un niñe recibe la vacuna pero no tiene todas las dosis de refuerzo requeridas para controlar las bacterias que causan meningitis, está en riesgo. “Es muy importante estar vacunado, pero también es muy importante completar las dosis de las que cada vacuna necesita”, remarcó.
Como médico, reflexionó: “El objetivo es que lo logremos detectar (porque a veces no es tan fácil el diagnóstico). Comenzamos con antibióticos y en muchos casos quedan con secuelas. Esas secuelas están modificando toda la vida del paciente”.
Por ello, Casanueva dejó un claro mensaje sobre la importancia de vacunarse: “Si es un chico, quiere ser deportista o esa chica quería ser pianista y le falta una mano, va a ser muy complicado. Entonces verlo así, en perspectiva, permite que le demos el verdadero valor”.