La Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, propuso la creación de una gran plataforma global de Monedas Digitales de los Bancos Centrales (CBDC por su nombre en inglés: Central Bank Digital Currency).
La declaración tuvo lugar en una conferencia en Rabat, Marruecos, donde asistieron representantes de bancos centrales africanos. Allí, Georgieva advirtió nuevamente sobre la amenaza de las criptomonedas al sistema financiero mundial, por su volatilidad y falta de regulación legal.
En este sentido, el Fondo busca crear un sistema de pago digital capaz de conectar a los países y garantizar la interoperabilidad de las CBDC, para que estas monedas digitales no sean “propuestas nacionales fragmentadas”. El objetivo es evitar que los criptoactivos ocupen un lugar central en la economía.
La universalización de las CBDC
En busca de competir en el mercado con criptomonedas fuertes como el Bitcoin (BTC), más de 100 bancos centrales en el mundo trabajan en la creación de sus propias monedas digitales. Al menos 11 países se encuentran cerca de lograr este objetivo.
Las CBDC se presentan como una alternativa de más seguridad financiera, que implica transacciones más eficientes y reduce los costos de fabricar, almacenar y transportar papel moneda, a la vez que acompaña el proceso de desdolarización mundial.
Según el FMI, es necesario crear un marco común para regular su emisión y funcionamiento. Si esto no sucede “existirá un vacío que probablemente sería llenado por las criptomonedas”. Al respecto, Georgieva sostuvo que “si los países desarrollan CBDC sólo para su implantación nacional, estamos infrautilizando su capacidad”.
El FMI contra las criptomonedas
El uso de las criptomonedas está aumentando exponencialmente en los últimos años, ya sea como inversión especulativa, como método de protección frente a monedas “débiles” y hasta como instrumento de pago. No obstante, la falta de control legal sobre las operaciones con criptos despertó la atención de los bancos, Estados nacionales y organismos multilaterales.
Este fue el caso de la compañía de activos digitales Binance, que fue denunciada por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos por mal manejo de fondos. En consecuencia, se produjo una fuerte caída de los valores de activos digitales. Además, alrededor del mundo se registraron varios esquemas de estafas con criptoactivos por cifras millonarias.
A principios del 2023, en la Cumbre de Ministros de Economía y Finanzas del G20 en la ciudad india de Bangalore, el FMI reclamó a los países que endurezcan las regulaciones nacionales a las criptomonedas. Esto se debe a que “su amplia adopción podría socavar la efectividad de la política monetaria, eludir las medidas de controles de capitales y exacerbar los riesgos fiscales”, advirtieron.
Por estas razones, el Fondo cuestionó la decisión de El Salvador de adoptar a Bitcoin como moneda de curso legal. Desde el Directorio rechazaron otorgar este estatus a las criptomonedas para “salvaguardar la soberanía monetaria y la estabilidad”.
Desde entonces, el organismo está comprometido a presentar un documento con reglas para regular el uso de las criptomonedas para septiembre de 2023, junto al Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) y el Banco de Pagos Internacionales (BPI). Si la regulación falla o es demasiado lenta, el FMI no descarta exigir su prohibición.