Argentina es un país pionero en el mundo en materia de género dentro de su marco jurídico. Sin embargo, más de 300 organizaciones feministas, sindicales, sociales, de derechos humanos, académicas y del colectivo LGTBIQ+ denuncian el mal funcionamiento del Poder Judicial. Es por ello que a fines de junio lanzarán oficialmente la Campaña Nacional por una Reforma Judicial Feminista.
Pero, ¿de qué hablamos cuando decimos reforma judicial feminista? Una respuesta puede ser: repensar la estructura, composición, funcionamiento e intervención del Poder Judicial.
Para ello, primero fue necesario conocer el desempeño actual del sistema de administración de la justicia. Segundo, analizar si el Poder Judicial está respondiendo a las demandas de la población.
¿Cómo está compuesto el poder judicial hoy?
La Corte Suprema de la Justicia de la Nación (CSJN), presidida por Horacio Rosatti, está compuesta por tres jueces más. Los varones son: Carlos Fernando Rosenkrantz; Juan Carlos Maqueda y Ricardo Luis Lorenzetti.
Sin embargo, en 2021 hubo una oportunidad para tener una representante mujer en la cúpula judicial, puesto que la jueza Elena Highton de Nolasco presentó su renuncia en noviembre de ese año. Aún así, su vacante no volvió a ser ocupada pese a los pedidos de preservar la representación de las mujeres.
“El máximo órgano del Poder Judicial de nuestro país es encabezado por cuatro varones blancos, cis, hererosexuales, propietarios, cuyos fallos reproducen discursos jurídicos machistas, racistas y clasistas”, expresan desde la Campaña.
El diagnóstico del funcionamiento del Poder Judicial
La Campaña por una Reforma Judicial Feminista comenzó a tomar forma en 2021, en el Foro Federal Virtual por una Reforma Judicial Feminista. Allí participaron más de 200 organizaciones que registraron las numerosas violencias que sufren a causa de las decisiones del Poder Judicial.
Para conocer más sobre el tema, Nota al Pie se puso en contacto con Florencia Grimolizzi, de Proyecto Generar, una de las organizaciones parte de la campaña. Sobre esto dijo: “Este diagnóstico que hicimos nos va indicando que tenemos un poder judicial que se maneja con normas patriarcales”.
En la misma línea, agregó que “es machista, es revictimizante y carente de perspectiva de género; también carece de una perspectiva antirracista y tampoco tiene perspectiva de derechos humanos”.
Además dijo, sobre la Corte Suprema, que “hay que accionar sobre ella. La reforma plantea la remoción de jueces, el correcto funcionamiento del Consejo de la Magistratura que también fue intervenido y que funcionaba como un órgano de control de este Poder Judicial”.
29 de junio: el comienzo oficial
Las organizaciones pusieron fecha y la cita es el próximo 29 de junio a las 18 horas en la Federación Gráfica Bonaerense, en avenida Paseo Colón 371 del centro porteño. El reclamo parte desde la convicción de que “la demanda por una reforma judicial feminista es urgente”.
“Necesitamos una justicia que tenga una perspectiva interseccional, anti-punitivista, de integración latinoamericana, de respeto e integración a los pueblos originarios y en clave de derechos humanos”, expresó el Proyecto Generar a través de un documento.
Asimismo sostienen: “La reforma judicial requiere de una real democratización del sistema de justicia”. En este sentido el objetivo es “garantizar el acceso igualitario, promover la participación ciudadana en el sistema judicial y fortalecer los principios democráticos en la administración de justicia”.
“Nosotros creemos que no hay una democracia plena con esta justicia, no, por cómo están interfiriendo en muchos en muchas cuestiones y además creemos realmente que el Poder Judicial nos afecta a mujeres y disidencias sexuales; en particular también a sectores más populares”, concluyó Grimolizzi.