En medio de la crisis económica-social que afronta nuestro país, Argentina deberá enfrentar el pago de dos vencimientos de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en junio: un pago de 925 millones de dólares el miércoles 21 y otro de 1795 millones de dólares al día siguiente.
Con un nivel bajo de reservas internacionales, el Ministerio de Economía (MECON) depende del adelanto de los desembolsos del Fondo para evitar el default.
Tras el reconocimiento del grave impacto de la sequía en la reserva en dólares del Banco Central, les funcionaries confían en que el organismo aprobará el desembolso por 10.600 millones de dólares.
No obstante, sin estos dólares no se podrán hacer frente a los compromisos establecidos en el Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI. En este contexto, el ministro de Economía Sergio Massa viajó a China para buscar apoyo en el fortalecimiento de las reservas, a través del uso del swap y el soporte de los países del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Otra de las fuentes de dólares con la que cuenta el gobierno es el Programa del Incremento Exportador. La tercera versión del llamado “dólar soja” para incentivar la liquidación del sector agrícola, concluyó con un aporte de 5086 millones de dólares.
Gracias a esto, el Banco Central cerró el mes de mayo con un saldo de 451 millones de dólares, una cifra muy lejana a la que se necesita para los pagos de la deuda.
La presión del calendario de pagos
Además del vencimiento de junio, en julio llega una nueva obligación de pago de 2630 millones de dólares, que deberá ser abonado con reservas propias, ya que el pago sobrepasará el valor del desembolso.
En agosto está contemplado un vencimiento de 790, cuando el desembolso siguiente está previsto recién para el mes de septiembre.
Según el calendario original estipulado en el acuerdo con el Fondo, si el gobierno cumplía las metas pautadas para el primer trimestre, el organismo debía desembolsar 4000 millones de dólares en el mes de junio.
Sin embargo, las metas no fueron cumplidas debido a la caída de las exportaciones agroindustriales que generó la sequía. Frente a este panorama, el FMI reconoció que las condiciones del acuerdo deben renegociarse.
Mientras una comitiva busca apoyo en China, el Jefe de Asesores del MECON Leonardo Madcur se encarga de mantener negociaciones virtuales con el equipo técnico del FMI, con la finalidad de que se adelanten los desembolsos previstos para el resto del año: un total de 10.600, para poder pagar los vencimientos.
Además, el MECON busca achicar las cuotas de pago. El objetivo es igualar el monto de los vencimientos y los desembolsos, para no presionar sobre los fondos propios del Tesoro Nacional.
Les funcionaries también están a la expectativa de las condiciones que podría imponer el FMI en esta nueva negociación. En este sentido, la política económica busca cumplir metas de disciplina fiscal ordenadas por el Fondo, reflejadas en la reducción del gasto público destinado a programas sociales y subsidios a las tarifas.
La búsqueda del fortalecimiento de las reservas
Frente a la tensa situación a la que se enfrenta el gobierno de Alberto Fernández, el presidente de Brasil Lula Da Silva se comprometió a ayudar a las empresas brasileñas a que sigan exportando hacia la Argentina, a través de la prefinanciación de las operaciones y el intercambio en moneda local para evitar la salida de dólares.
Para esto, Argentina participa de la discusión por la modificación del Artículo 7 de la convención entre los BRICS, que impide girar fondos y créditos a países que no son miembros plenos de la alianza.
En este sentido, la comitiva en China se reunió el pasado jueves con la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y ex presidenta brasileña, Dilma Rousseff.