Según un estudio realizado por el Observatorio Argentino por la Educación, 12 de las 24 jurisdicciones nacionales redujeron el presupuesto en materia educativa entre 2004 y 2021. Como valor agregado, los que menos invirtieron en el sector fueron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Córdoba.
En contraposición, aquellos distritos que más recursos destinaron a la educación durante el último año fueron Formosa y Catamarca. El informe de Financiamiento Educativo Provincial estuvo a cargo del economista Javier Curcio, de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Por otra parte, formaron parte de su desarrollo Víctor Volman, integrante del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), y Martín Nistal del Observatorio Argentino por la Educación.
El mismo detalló la modalidad de la inversión educativa de las distintas provincias en relación a lo que producen cada una de ellas. Los aspectos que cubrió el trabajo incluyen la cantidad que cada provincia destinó al sector.
Además, tuvo en cuenta un análisis per cápita (cuánto destinan a cada alumno) y la evolución de los presupuestos educativos expresados en porcentuales respecto al Valor Agregado Bruto (VAB).
Regiones que marcan tendencias
Si se toma en cuenta la cantidad de recursos públicos invertidos en educación respecto de lo que produjo cada provincia durante el 2021, fueron Formosa con el 13,3% y Catamarca con el 12,2% aquellas que más destinaron fondos para este servicio. Por el contrario, las que menos lo hicieron fueron CABA con el 1,6% y Córdoba con 3,5%.
Por otro lado, si se toma en consideración las variaciones del presupuesto educativo entre los años 2004 y 2021, el informe determinó que los distritos que más aumentaron su gasto (en proporción al VAB) fueron Catamarca en 7,5 por ciento y Misiones con 5,9 por ciento.
En oposición, las que más disminuyeron este gasto fueron CABA (-0,3 por ciento) y Santiago del Estero (-0,8 por ciento). En consecuencia, se puede leer que las circunscripciones de Catamarca y CABA muestran una tendencia regular en cuanto a decisiones o posibilidades de inversión para el sistema educativo.
Para calcular todos estos valores, el observatorio tomó como referencia el VAB de las 24 jurisdicciones publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Además, las cifras se expresan a valores constantes de marzo de 2023. Para obtener estos datos, se utilizó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y fuentes provinciales.
Es importante señalar que el artículo 9 de la Ley de Educación Nacional del año 2006 establece que el presupuesto que se destine para educación no debe ser inferior al 6% del Producto Bruto Interno (PBI).
¿Quién gastó más y quién menos?
Acorde al informe de la entidad, Salta y Neuquén fueron las provincias que más incrementaron la participación del gasto educativo en sus respectivos presupuestos. En estas jurisdicciones, se registró un avance del 8,1% y 6,6% respectivamente, si se compara 2004 con 2021. Por el contrario, las que más redujeron dicha participación durante el mismo período fueron CABA (-8,8%) y Mendoza (-7,3%).
En este aspecto y tomando como referencia sólo el último año del análisis (2021), los distritos que mayor proporción de su presupuesto destinaron a educación fueron la provincia de Buenos Aires (30,8%) y Salta (28,8%). En sentido opuesto, las dos regiones que menos presupuesto le dedicaron (respecto de su presupuesto global) fueron Santa Cruz con un 17,6% y CABA con 16,7%.
En cuanto al gasto por alumno (nivel inicial y primario), la provincia que más aumentó su gasto por estudiante del sector estatal entre 2004 y 2021 fue Salta (174,7%) y la que más lo disminuyó fue Santa Cruz (-33,5%). En el nivel medio, la que más aumentó su gasto por alumno fue La Pampa (309,7%), en tanto la mayor caída corresponde a Chubut (-4,0%).
Para realizar los cálculos se consideró al gasto total en educación, menos las transferencias al sector privado. Luego, este resultado se dividió por el total de alumnos matriculados en el sector estatal público de cada sistema educativo.
El sostenimiento de los sueldos docentes como principal destino
Las provincias orientan parte de su presupuesto a distintos gastos asociados a la educación: salarios de personal docente y no docente, construcción de establecimientos, adquisición de bienes, útiles y contratación de servicios diversos prestadores.
En términos generales, en Argentina, el 78% de los gastos en educación de los respectivos presupuestos provinciales se destinan a liquidar salarios de personal docente y no docente. El segundo destino de los recursos (tomando como referencia el año 2021) se destina a las transferencias al sector privado (12%), que también, en mayor o menor medida, sostienen planta de personal.
De acuerdo con el documento elaborado por el observatorio, de estos datos se deduce que el 90% de los gastos educativos tienen como finalidad financiar los salarios. Los bienes y servicios no personales (3%) y las erogaciones de capital (3%) conforman la otra parte del gasto educativo. El 4% restante corresponde a otra clase de gastos generales.
Si bien todos los distritos destinan más del 65% de sus presupuestos educativos al pago de personal, hay algunas variaciones entre ellos. Aquellos que dedican la proporción más alta para el sostenimiento de salarios se encuentran Chubut (91%) y Neuquén (86%). En el extremo opuesto, las que menos dedican a este fin son Formosa y CABA con el 69% y San Luis con 66%.
El equipo a cargo del trabajo advierte que este escenario no significa que los salarios docentes sean altos, sino que este sector laboral es “intensivo en mano de obra”. Otro informe de la organización reveló que les docentes perciben menos sueldo que otros profesionales con una formación similar.
Descentralización y asimetrías regionales
Otro de los puntos que destacan los autores del estudio es la necesidad de analizar la descentralización educativa para indagar acerca de las posibilidades de financiamiento a cargo de las provincias. Asimismo, debatir cuál es el rol del estado nacional en este tema y cuáles las posibilidades de distribuir recursos y partidas para equiparar las asimetrías regionales.
Un financiamiento compartido entre la Nación y las provincias puede plantear mecanismos para que las erogaciones económicas de ambos niveles de gobierno sean complementarias y no sustitutos. En términos generales, durante el período estudiado, la inversión en educación sufrió una merma si se toma a la nación en su conjunto.