Hasta el 22 de mayo se extiende la Semana Mundial del Parto Respetado y diferentes organizaciones refuerzan la lucha para ampliar derechos en esta materia. En este marco, desde la Campaña Nacional “Mi parto, Mi Decisión” impulsan el proyecto de Ley de Capacitación Obligatoria en Violencia Obstétrica para todo el personal de salud en Argentina.
Para conocer más sobre esta iniciativa, Nota al Pie dialogó con Mónica Macha, diputada nacional que acompañó el pedido y presentó el proyecto en el Congreso de la Nación en el año 2022.
Sobre el proyecto de ley
“El proyecto ya está presentado y fue trabajado junto a las compañeras de las organizaciones “Mi parto, Mi decisión” y la “Red Argentina de Casas de Partos”, buscamos que el modelo sanitario esté centrado en las personas y, en particular, sobre este tema, centrado en las personas con capacidad de gestar”, explicó Macha.
Según la Ley N° 26.485, la violencia obstétrica es “aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929”.
En la Argentina, este tipo de casos ocurren todos los días, a todas horas, y en cada centro de salud, donde el maltrato es tanto para las personas que dan a luz como para las que sufren abortos -espontáneos o no-.
En tanto, aunque es necesario ampliar el término, también se hace evidente la necesidad de una norma que alcance a todo personal de salud. Por ello, el proyecto de Ley de Capacitación Obligatoria en Violencia Obstétrica busca visibilizar la vulneración de derechos que hay detrás de ciertas formas de asistencia a los nacimientos.
“Hablamos de violencias que no se hablaban o que estaban naturalizadas”, dijo Macha. En ese sentido, agregó que “no queremos que sea una ley testimonial ni letra muerta”.
“Para eso necesitamos estar muy encima y muy cerca de su implementación, contarlo, circularlo, que las mujeres sepan que cuentan con estas herramientas, que los trabajadores de la salud conozcan esta herramienta. Al fin de cuentas, hacemos leyes para ejercer ciudadanías plenas”, sostuvo.
La marea roja del 17 de mayo
El pasado miércoles 17 de mayo, la primera marcha nacional contra la violencia ginecobstétrica alcanzó a todo el país. Alrededor de 100 organizaciones salieron a las calles para crear conciencia acerca de cómo paren las mujeres y cuerpos con capacidad de gestar desde hace años. Durante la jornada, que se llevó a cabo en el Congreso de la Nación de Buenos Aires, hubo exposiciones, lecturas y una declaración conjunta
En ese marco, desde la Campaña Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica dejaron hecha la invitación para sumarse a la lucha. También remarcaron que aún falta mucho para lograr cambiar la forma en la que se llega al mundo en la Argentina.
Además, desde hace tiempo vienen solicitando que el Estado desarrolle políticas públicas reales para atender esta situación. “Necesitamos garantizar sus derechos, sus elecciones y su salud. De esta manera buscamos desarticular las violencias que muchas veces suceden de forma naturalizada”, dijo la diputada nacional.
Hacia un horizonte con nacimientos respetados y saludables
La lucha de los feminismos entiende que la clave es poner en palabras todas las prácticas, modos de atención y malos tratos que suceden a diario en el sistema de salud (privado y público). De esta forma, se puede lograr que la violencia sea identificada, desnaturalizada y erradicada.
Entonces, que sea parte de la agenda pública es sólo el inicio. “Cada paso que demos hacia la integración y la humanización del sistema de salud nos señala un futuro saludable; donde la salud sea entendida como sinónimo de vitalidad, no de enfermedad o violencia”, subrayó Macha.
Otro punto importante en la lucha contra la violencia obstétrica es alcanzar a todos los puntos del territorio nacional. Allí, donde las fallas del sistema de salud se potencian fuera del foco de los medios, que están centralizadas en las capitales.
“La impronta federal es clave para que todas las compañeras accedan en igualdad de condiciones a sus derechos. Sabemos que en muchos lugares hay especificidades que atender y debe tener la impronta de esas zonas. Pero creemos que estas leyes ponen en pie de igualdad a todo el país”, concluyó Mónica Macha.