Durante la Semana Mundial del Parto Respetado, que este 2023 se celebra del 15 al 21 de mayo, se realizan diferentes actividades para concientizar sobre la importancia de garantizar el bienestar y el cumplimiento de los derechos antes, durante y después del parto. Esto aplica tanto para las personas embarazadas, como sus bebés y familiares. La propuesta surgió en 2004 por iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR).
En Argentina, la Ley Nacional 25.929 de Parto Humanizado protege los derechos de las personas gestantes, pero aun así la violencia obstétrica continúa siendo una de las mayores problemáticas.
La normativa fue sancionada y promulgada en 2004, aunque recién se reglamentó un año más tarde. Entre los derechos se incluyen el respeto por los tiempos y por la intimidad, además de por las costumbres y particularidades de cada familia, como por ejemplo, etnias, religión y nacionalidad.
Nota al Pie conversó al respecto con el Dr. Hernán Jensen, Jefe del Servicio de Obstetricia del Sanatorio Otamendi.
El respeto como forma de abordar un parto
El parto respetado o humanizado es “aquel en el cual se respeta el proceso fisiológico del parto y el nacimiento, lo que significa que la mujer vuelva a ser la protagonista de ese momento”, señaló el Dr. Jensen. Este concepto se debe aplicar en todos los sentidos. “Hay que hacer hincapié en el respeto a los derechos que tienen las embarazadas, los niños y sus familias en todo momento. Sobre todo respetando su etnia, su religión, su nacionalidad”, agregó.
“La paciente, o mejor dicho, la embarazada, debe saber cuáles son sus derechos y que tiene el derecho a que sea asistida lo más naturalmente posible durante su parto”, amplió el entrevistado.
En esta misma línea, aclaró que en nuestro país esto está mucho más vigente desde el año 2015, tras la reglamentación de la ley. “No sólo obliga a informar sobre el trabajo de parto, parto y puerperio, sino también después sobre la anticoncepción. El derecho a la información es fundamental”, sostuvo.
Una ley para garantizar el bienestar
En Argentina, la Ley Nacional 25.929 de Parto Humanizado protege los derechos de las personas gestantes. De esta manera se establece un cambio en la forma de atención, que prioriza las necesidades de toda persona gestante. “Como profesionales de la salud nos resulta una ley sumamente importante ya que, dentro de estos derechos, incluyen respetar sus tiempos, intimidad y evitar la discriminación”, indicó el profesional médico.
A su vez, agregó que tienen derecho a elegir un acompañante durante el trabajo de parto, parto y posparto. Además, se garantiza que el bebé esté cerca de la madre durante la internación, a menos que requiera cuidados especiales.
La ley también asegura el acceso a información comprensible sobre la situación, el estado del bebé y la evolución del parto. Se brinda información sobre los beneficios de la lactancia, cuidados del recién nacido y los efectos perjudiciales del alcohol, tabaco y drogas.
La cesárea: una intervención polémica
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa ideal de partos mediante la técnica de cesárea debería oscilar entre un 10% y 15%. Pero la información difundida por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires asegura que en Argentina ronda el 35%. Si bien les especialistas sostienen que es una práctica que salva vidas, con estos índices comienzan a crecer los riesgos para las madres e hijes.
“Argentina está en la media de lo que es la región, con una tasa alta necesaria, aunque no tan alta como otros países vecinos. Si bien es un poco más alta de la que recomienda la OMS, hay muchos proyectos de trabajo para poder disminuirla”, mencionó el Dr. Jensen.
Los motivos son muy diversos, sin embargo, el entrevistado afirmó que “una de las principales causas es la falta de conocimiento de los riesgos por parte de las mujeres. La cesárea muchas veces es realizada sin necesidad clínica”.
A raíz de esto, explicó que “es crucial concientizar sobre los riesgos asociados con las cesáreas innecesarias y brindar información adecuada a las mujeres para que tomen decisiones informadas sobre su parto”.
Como método de contención para la proliferación de esta práctica, el Dr. Jensen puntualizó que “promover prácticas de parto respetado y asegurar que las cesáreas se realicen, únicamente, cuando sean clínicamente necesarias son medidas clave para reducir el aumento de cesáreas y proteger la salud materna y neonatal”.
Otros factores que influyen sobre el índice de cesáreas son la existencia de los centros de complejidad de CABA y el desplazamiento ocurrido de la natalidad a edades más tardías en la reproducción. Por ejemplo, en el ámbito privado se observa que “el alto riesgo es porque al ser mujeres un poco más grandes, son más propensas a la hipertensión, a la diabetes o a patologías placentarias. Hace que ese índice se vea incrementado”.
No obstante, aclaró: “No quiere decir que no tenga que esa intervención ser bien explicada, ser respetados los derechos de la mujer a estar acompañada, a tener un contacto piel a piel, a la ligadura oportuna del cordón y también a que les expliquen todos los riesgos”.
También es importante ver que en Argentina la natalidad disminuyó en los últimos tiempos, como pasa a nivel mundial, y que eso es expensa de varios motivos. Las razones son económicas, como así también la planificación y la difusión de los métodos anticonceptivos que hacen que la mujer elija cuándo y cómo quiere tener a sus hijes, si es que lo desea.
Entonces, siempre que haya respeto hacia el nacimiento, se estaría cumpliendo el lema de la semana que es cuidar a la familia con un nacimiento respetado (hablando de nacimientos, no de partos o cesáreas).