Comienza el juicio político en contra del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, acusado de supuesto peculado. La asamblea comenzó este mediodía (hora argentina), y el orden del día es sencillo: sonarán las estrofas del himno nacional y luego iniciará el juicio político.
Les asambleístas interpelantes tendrán dos horas para exponer la acusación, que debe llevarse sobre la base de las pruebas y ser actuadas en la comisión de fiscalización. Luego, el presidente tendrá tres horas para sus alegatos de defensa.
Una vez finalizada su defensa, deberá retirarse del Pleno y continuará el debate en la asamblea. Todes les asambleístas podrán tomar la voz y exponer sus razones, con un máximo de 10 minutos y sin derecho a réplica. Es por esto que se espera que el juicio político dure más de un día.
El domingo, con 96 votos, el independiente Virgilio Saquicela fue reelegido como titular del Parlamento. Ahora, ¿por qué es importante esto? Porque si se trasladara la votación, la suerte de Lasso estaría echada, ya que se necesitan 92 votos sobre un total de 137. Sin embargo, varios expertos explicaron que no necesariamente se trasladarán esos votos.
El mismo Saquicela había señalado cómo se procederá en la Asamblea: “Habrá derecho a réplica y posteriormente se abrirá debate, que será el que determine el destino del jefe de estado respecto a la posible sanción o no”.
Lo que puede suceder
Hay varios escenarios posibles, en el primero la votación no llegaría a los 92 votos y Lasso se salvaría de su segundo juicio político (la primera vez llegó a 80 votos); los analistas aseguran que será una votación que se definirá por un corto margen. El núcleo duro de los correistas deberán convencer a 2/3 partes para llegar a su cometido.
En el segundo, si se logran esa cantidad de votos, Lasso sería destituido. En dicho escenario, asumiría el actual vicepresidente, Adolfo Borrero, quien permanecería en el cargo hasta las próximas elecciones en 2025.
En el tercero, y más riesgoso, una muerte cruzada: Lasso podría disolver la Asamblea Nacional mediante un mecanismo constitucional alegando que está obstaculizando su capacidad para gobernar. Esto haría que tanto el Presidente como los asambleístas pierdan sus atribuciones.
Al hacerlo, en seis meses Lasso debe convocar nuevas elecciones legislativas y presidenciales, en las que se arriesga a perder el poder que hoy está en jaque. El Presidente se suicidaría políticamente, pero con él también se irían los asambleístas.
La acusación contra Guillermo Lasso
El mandatario ecuatoriano es acusado por presunta malversación de fondos. Precisamente, de un supuesto peculado en el transporte de hidrocarburos.
El miércoles 12 de abril, las asambleístas y solicitantes del juicio político Viviana Veloz y Mireya Pazmiño, presentaron las pruebas en la Comisión de Fiscalización de la legislatura. Se trató de un total de once cuerpos de pruebas documentales y doce pedidos de comparecencias.
Entre las primeras pruebas que llegaron al presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, está una carta suscrita por el gerente comercial encargado de la Empresa Pública Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC), Jorge Regalado.
El juicio político tiene origen en un reporte del medio digital La Posta, emitido el año pasado. El mismo reveló una supuesta estructura de corrupción para la asignación de cargos públicos en empresas estatales que involucran al cuñado de Lasso, Danilo Carrera; el ex delegado del Presidente, Hernán Luque; y el empresario Rubén Cherres, cercano a Carrera.