En los últimos días, se viralizó en redes sociales la imagen de un cartel en una heladería de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en el que se indicaba que el helado de sabor pistacho tiene un tope de venta. Esto es debido a faltantes del fruto seco causado por “motivos de importación”.
Inmediatamente se generaron reacciones denunciando las restricciones cambiarias que dificultan la importación y alertando sobre la eventual escasez de insumos para la producción. Sin embargo, esto no debería ocurrir en un país productor y exportador del pistacho.
Este fruto seco se produce en la Argentina desde la década de 1980. Con el aumento cada vez más pronunciado de su consumo, las hectáreas de cultivo están en expansión y actualmente ascienden a más de 3.000, ubicadas en las provincias de San Juan y Mendoza.
La falta de pistacho en las heladerías
“Por motivos de importación y hasta que la misma se normalice solo vendemos como máximo un cuarto kilo por persona de pistacho. Esto es para permitir compartirlo con mayor cantidad de clientes”, anuncia el cartel en una heladería típica. En otros locales, les comerciantes decidieron aumentar hasta un 30% el valor del helado de pistacho, con respecto a otros sabores.
Según denuncian, la mayor parte del fruto seco que utilizan les fabricantes de helado se compra en el exterior, a pesar de que el pistacho se produce en la Argentina en grandes cantidades.
Esto se debe a que algunas heladerías buscan asemejar su producto al gelatto italiano e importan el pistacho desde ese país. Sin embargo, por la profundización de las medidas de restricción en la venta de divisas, la importación disminuyó fuertemente a fines de 2022.
Esta situación sucede desde noviembre pasado. Al respecto, el presidente de la Asociación de Fabricantes Artesanales de Helado y Afines (AFADHYA), Gabriel Famá, recordó que “durante el verano hubo momento en los que no hubo pistacho y frente a esta situación comenzaron a experimentar con el pistacho nacional”.
“La mayoría de las heladerías utilizamos un pistacho siciliano que venía a cuentagotas. Por esta razón tuvimos que llevarlo a un consumo per cápita de un cuarto de kilo por persona porque venía mucha gente a querer llevarse un kilo o dos de pistacho y dejaba a las otras personas sin poder llevar”, explicó Famá.
No obstante, esta situación se resuelve recurriendo a la producción nacional. “A fines de abril comenzó la cosecha de pistacho y ahora estamos produciendo nuestra propia pasta con pistachos 100% nacionales y estamos muy orgullosos del producto que estamos vendiendo”, celebró el representante del rubro.
Desde Irán hasta Argentina
Las primeras semillas del árbol de pistacho sembradas en Argentina fueron traídas por una familia proveniente de Irán en 1980. Descubrieron que el suelo precordillerano sanjuanino era óptimo para el cultivo y crearon Pisté, la primera empresa productora de pistacho argentino. Posteriormente, viajaron a la Universidad de Fresno en los Estados Unidos para profundizar sus conocimientos y continuar con el desarrollo de la producción.
En la actualidad, Pisté es el principal productor del país y realiza venta directa a mayoristas que derivan el producto en su mayoría a Buenos Aires y a chocolaterías de la ciudad de Bariloche, en Río Negro. Además, el pistacho se exporta a Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Venezuela e incluso a Italia.
Existen otros cuatro productores activos en el país, algunos de la provincia de Mendoza, donde la producción se multiplicó por 10 en los últimos años. “Esta provincia cumple con todas las exigencias climáticas para su cultivo. En solo cinco años la superficie ha aumentado de 30 a 350 hectáreas. Esto sucede porque es un cultivo muy demandado en todo el mundo y no hay producción actual que cumpla con esa demanda”, indicó Sebastián Halpern de Masteragua.