La fiscal Ana Caro pidió condenar a prisión perpetua a Ricardo Panadero, el cuarto policía acusado por el femicidio de Natalia Melmann. Lo hizo este viernes en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Mar del Plata, en el marco de un nuevo juicio al ex sargento.
Natalia Melmann fue asesinada el 4 de febrero de 2001 en la ciudad bonaerense de Miramar. Fueron cinco agentes de la Policía Bonaerense los implicados en el abuso sexual y muerte de la joven de 15 años.
Por el caso, en octubre de 2002, Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a prisión perpetua. Además, Gustavo “Gallo” Fernández recibió la pena de 25 años de reclusión por su participación en el secuestro. No obstante, el castigo de este último se redujo a 10 años tras las rejas.
Sin embargo, Ricardo Panadero, el cuarto oficial implicado, fue sobreseído, a pesar de que se encontró su material genético en el cuerpo de la joven. En 2018 volvió a ser enjuiciado, pero los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquet y Jorge Peralta del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 lo absolvieron por falta de “pruebas suficientes”.
Un año más tarde, en 2019, el Tribunal de Casación bonaerense anuló ese fallo y ordenó una nueva sentencia a cargo de otras personas tras considerar que los jueces realizaron una “arbitraria selección” en la credibilidad de testigos y de los informes periciales.
En ese marco, el nuevo juicio comenzó a desarrollarse el pasado 2 de mayo con declaraciones de testigues de ambas partes. En tanto, el viernes 5 de mayo se realizó la lectura de los alegatos; donde tanto la fiscal Ana Caro como la querella pidieron la prisión perpetua para el ex policía.
Pruebas concluyentes
A Ricardo Panadero se lo acusa de los delitos de secuestro, abuso y homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido para asegurar su impunidad. Por eso, tanto la fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar, Ana Caro, y la querella, pidieron la prisión perpetua.
Pasaron más de 20 años, por lo que al momento de la muerte de Natalia, la figura de femicidio no existía como agravante. Por lo tanto, la fiscal solicitó a los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal 4 que la prueba que se presentó en el juicio y durante la investigación “sea valorada a través del prisma de la perspectiva de género”.
El elemento más contundente es el examen de ADN de un vello pubiano que se halló en el cuerpo de la víctima. El mismo arrojó una compatibilidad del 97,05% con el perfil genético de Panadero. Un perito oficial testimonió en el juicio que existían “33 veces más probabilidades” de que la muestra analizada perteneciera al imputado que a otra persona de la población en general.
Además, Caro destacó que, en la primera audiencia del proceso, un testigo de identidad reservada aseguró que en la madrugada de la desaparición de Natalia Melmann vio cómo la subían a la fuerza a un patrullero cuatro policías. Entre ellos ubicó a Panadero.
La fiscal pidió que hasta que se determine el destino de Panadero, se le impida salir del país y alejarse de Miramar. Les jueces Néstor Conti, Mariana Irianni y Juan Galarreta aceptaron el pedido. Junto a José Alfredo Deleonardis, quien preside el juzgado, el próximo miércoles 17 de mayo leerán la nueva sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Mar del Plata.
Las jornadas
En los últimos tres días, la familia de Natalia Melmann tuvo que revivir (una vez más) la desaparición de su hija. El martes 2 de mayo, sus padres Gustavo Melmann y Laura Calampuca, debieron contar al Tribunal cómo fue la búsqueda de la joven, la aparición de su cuerpo cuatro días más tarde y todo lo que sucedió después.
Ese mismo día declararon tres testigos, quienes relataron que en aquella época tanto Panadero, como Anselmini, Echenique y Suarez, eran conocidos por perseguir a chicas jóvenes en Miramar para mantener relaciones sexuales.
Uno de ellos fue el testimonio clave, ya que declaró cómo vio que los cuatro policías subieron a Natalia al patrullero. También explicó que desde ese entonces (a sus 13 años), sufrió amenazas, golpizas y atentados que lo obligaron a irse de la ciudad.
La defensa de Panadero arremetió contra el testigo. Pusieron en duda su declaración por su “notoria precisión de detalles, pese a haber pasado más de 20 años» y a que «no recordó con precisión su edad” en aquel momento.
Otro argumento de la defensa del policía fue que la pericia de ADN realizada “no da certezas”. La misma argumentó que “el perfil genético de Panadero no ha podido ser relacionado” con los rastros hallados, porque para ello sería necesario un nivel compatibilidad “de 99,99 o superior a ello”.
Pero en el segundo día de audiencias, el perito de parte, Gustavo Penasino, dejó en claro que es difícil llegar a ese porcentaje por el grado de descomposición en el que se encontraba el cuerpo de Natalia. También, por la facilidad de contaminación de la prueba.
Tras 22 años de espera, la definición sobre el futuro del cuarto policía implicado en la muerte de la joven miramarense se conocerá el próximo 17 de mayo. Con los ojos de la sociedad puestos allí, se definirá si saldrá airoso (de nuevo) o si finalmente cumplirá la condena.