La madrugada del domingo se vio empañada por un hecho trágico: en medio de una fiesta que se desarrollaba en el boliche porteño Mandarine Park, ubicado en la Costanera Norte, Leandro Dario Nespral, de 27 años, sufrió un infarto de miocardio y fue trasladado al Hospital General de Agudos Doctor Juan A. Fernández, a donde llegó sin vida.
Según indicaron las fuentes policiales y el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, el joven fue trasladado en una ambulancia privada desde el espacio donde se llevaba a cabo el evento, acompañado por personal de la Comisaría Vecinal 14C, quienes indicaron que Nespral llegó al hospital sin signos vitales.
A partir de ese momento, se dio aviso a la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°54, desde donde se ordenó el traslado del cuerpo a la morgue. Allí, les especialistas confirmaron que la causa del fallecimiento fue “por congestión y edema pulmonar” y “edema encefálico difuso”, según adelantaron fuentes policiales.
La fiscal a cargo del caso, Laura Belloqui, dispuso ante la Secretaría Única del doctor Almada, que se labren actuaciones por averiguación de causales de muerte.
La famosa pastilla y los peligros de las drogas sintéticas
Nespral falleció por haber consumido, presuntamente, la pastilla Moncler verde, uno de los nombres con los que se conoce este tipo de sustancias derivadas del éxtasis y del MDMA.
MDMA es la abreviatura que se utiliza para 3,4- metilendioximetanfetamina, una droga sintética que actúa como estimulante y produce efectos alucinógenos.
Desde el Observatorio de Adicciones de la Defensoría del Pueblo bonaerense explicaron que esta droga “produce un efecto energizante, distorsiona la percepción sensorial y temporal”.
A su vez, esto implica alteraciones en el ritmo del corazón, conocidas como arritmias, lo que puede desencadenar en un paro cardíaco y provocar la muerte súbita.
“Hay una falsa creencia -especialmente entre los jóvenes- de que el éxtasis, las anfetaminas y sus derivados son drogas menos peligrosas que la cocaína”, informaron desde la Defensoría bonaerense. Sin embargo, una pastilla basta para provocar arritmia y convulsiones, por lo que mezclarla con las mencionadas sustancias pueden potenciar sus efectos.
En este sentido, desde la Defensoría remarcaron la necesidad de “avanzar en políticas públicas para el desarrollo de campañas de prevención permanentes y perdurables”.
El prohibicionismo mata
No es la primera vez que un hecho así sacude la realidad: durante la noche del 15 y la madrugada del 16 de abril de 2016, cinco personas murieron y decenas debieron de ser hospitalizadas luego del consumo de estupefacientes durante un festival de música electrónica.
En febrero de 2022, 24 personas fallecieron y al menos otras 80 fueron hospitalizadas por intoxicación, producto del consumo de cocaína adulterada.
Todas estas situaciones son muestras claras de que el régimen prohibicionista de control de sustancias psicoactivas ilegales fracasó. Desde su consolidación mundial en la década del 60, no solo aumentó mundialmente su consumo, sino que también crecieron los mercados ilegales de venta.
Activistas que proponen repensar las políticas vigentes y reformular las categorías con una perspectiva de derechos humanos, afirman que solo de este modo se podrá evitar el daño a las comunidades más afectadas.
“La gente confunde política de reducción de riesgos con un sinónimo de legalización”, afirman.
Las políticas de reducción de riesgos que se proponen son un conjunto de políticas y medidas de salud, sociales y penales destinadas a preservar la vida a partir de la difusión de información, alertas de sustancias tóxicas y del contenido de las mismas, habilitando, por ejemplo, el uso de test y análisis de sustancias en eventos masivos.
Políticas de este estilo ya fueron implementadas en Estados como Países Bajos, Portugal, Suiza, Alemania y Canadá, donde el índice de mortalidad e intoxicación por estupefacientes disminuyó notoriamente entre sus habitantes.
Los “casos” tienen nombre y apellido
Leandro Nespral, el joven fallecido, tenía 27 años y era economista egresado de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Había crecido en el barrio porteño de Villa Devoto, pero residía en Villa Urquiza. Además, el joven llevaba adelante un proyecto de reorganización integral de una Empresa de Medicina Prepaga joven.
Nicolás Álvarez, amigo de la víctima, publicó en sus redes sociales: “Si alguien vio algo, por favor, mándenme un mensaje”.
A través de Facebook, Álvarez también hizo comentarios acerca del presunto causal de la muerte de su amigo: “Hasta donde yo sé, Leandro mezcló varias sustancias, incluyendo la pastilla que se anda divulgando (Moncler verde). Además, ese día no había comido nada”.
Sin embargo,“otros amigos consumieron esa misma pastilla y no tuvieron ningún problema”, añadió.
“Habíamos ido juntos a ver a Mariano Mellino. A partir de las 22:30 lo perdimos y lo próximo que supimos fue que estaba en el hospital Fernández. Luego nos informaron que falleció”, señaló Álvarez.
Y añadió que “según informaron tuvo un brote psicomotriz y se lo llevaron en ambulancia”. “Si alguien vio o sabe algo le pido por favor que me hable. Cualquier información, aunque sea mínima, sirve”, agregó.