Durante los últimos días la Autoridad de Mercados y Competencia (CMA) del Reino Unido bloqueó un acuerdo a Microsoft, según informó Télam. A partir del mismo, el gigante tecnológico pretendía hacerse de la empresa de videojuegos Activision Blizzard, que incluye exitosos títulos como Call of Duty y Candy Crush.
Dicho acuerdo estaba valuado en 55 millones de libras esterlinas (lo que equivale a 60.700 millones de dólares). Sin embargo, el ente regulador consideró que con dicha adquisición Microsoft podría reducir la innovación y las opciones para los jugadores en el mercado de juegos en la nube.
El motivo: la concentración de Microsoft en el mercado
Desde el CMA indicaron que Microsoft ya cuenta con una posición poderosa en el mercado y una ventaja sobre otros competidores en los juegos en la nube. También sostienen que el acuerdo fortalecería esa ventaja y sólo permitiría debilitar a los competidores nuevos e innovadores.
Microsoft buscaba pactar la compra en un momento en el que el mercado de juegos en la nube del Reino Unido está creciendo de manera exponencial. Además, se pronostica que este mercado tendrá un valor de hasta 11 mil millones de libras a nivel mundial y 1 mil millones de libras en el Reino Unido para 2026.
La multinacional estadounidense concentra cerca del 60-70% de los servicios globales de juegos en la nube y cuenta con otras fortalezas importantes en dicha área al poseer Xbox, el sistema operativo líder para PC (Windows) y una infraestructura global de computación en la nube (Azure y Xbox Cloud Gaming).
De manera que, al otorgarle el control de importantes contenidos de juegos como Call of Duty, Overwatch y World of Warcraft, desde el ente regulador del Reino Unido consideran que dicho acuerdo sólo reforzaría la ventaja del gigante tecnológico en el mercado.
También desde la CMA alegan que permitir que Microsoft tome una posición tan sólida en el mercado de juegos en la nube justo cuando el mismo empieza a crecer rápidamente podría socavar la innovación que es crucial para el desarrollo de estas oportunidades.
Si bien desde Microsoft presentaron una propuesta para abordar algunas de estas preocupaciones del ente regulador, las mismas contenían una serie de deficiencias significativas relacionadas con la naturaleza creciente y rápida de los servicios de juegos en la nube.
Asimismo, tampoco estaban suficientemente abiertas a los proveedores que pudieran desear ofrecer versiones de juegos en sistemas operativos de PC distintos de Windows.
Por último, Microsoft anunció que apelará la decisión, según los principales medios británicos.