Durante los últimos días, Sergio Massa anunció que, junto a su equipo económico de empresarios argentinos y una delegación china, activará el sistema Swap para financiar la importación de bienes intermedios en yuanes.
El ministro de Economía destacó que dicho acuerdo fortalece las capacidades del Estado en un contexto de reducción de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA), que condiciona la dinámica del aparato productivo.
A su vez, resaltó la asociación estratégica con China y expuso a quienes “especularon” con el tipo de cambio paralelo.
Activación sistema Swap
El anuncio de Massa se dio el pasado miércoles luego de una reunión con una delegación del Banco Popular Chino y funcionarios de aquel país. El mismo estuvo acompañado por el titular de la Aduana, Guillermo Michel, el titular del BCRA, Miguel Pesce y empresarios argentinos.
En primer lugar, tomó la palabra el embajador chino en Argentina, Zou Xiaoli, quien resaltó la cooperación entre ambos países a partir de la complementariedad de sus economías. “Tenemos mucha confianza en seguir trabajando para mantener la estabilidad económica y financiera argentina”, indicó Zou, quien también resaltó la visita oficial del presidente Alberto Fernández a China.
Concretamente, la iniciativa consiste en pagar 1.040 millones de dólares de importaciones de mercadería china en yuanes en abril y 790 millones en promedio a partir de mayo. “Esta liberación de operaciones del Banco Central es una mayor fortaleza para las reservas, mayor libertad para nuestra economía y seguir produciendo bienes intermedios que se importan de China”, dijo Massa en conferencia de prensa.
Además, la medida le permitirá a la Argentina ahorrar dólares en el marco de una semana en la que se produjo una corrida cambiaria que condujo al gobierno a intervenir en el mercado financiero y revisar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El ministro explicó que la gran mayoría de las autorizaciones con yuanes se trabajarán en un plazo de 90 días, a diferencia de cómo se realizaba en dólares, que se trabajaban a 180 días.
“Esto es defender el valor de origen chino y también el valor de las reservas argentinas. Habíamos detectado maniobras de triangulación para pagar más caro desde Argentina lo que pagaban más barato a China usando agentes o intermediarios en otros países pero con mercadería procedente de China”, planteó Massa.
Al mismo tiempo reforzó la posibilidad de seguir adelante el sistema de producción y trabajo argentino a partir de bienes intermedios chinos que le permitirá al país exportar a mercados regionales productos con valor agregado.
¿Guiño a China?
El anuncio de Massa se encuadra en una semana turbulenta para el sistema financiero argentino, pero también para la economía nacional en su conjunto. Por un lado, el gobierno nacional tomó la decisión de intervenir el mercado cambiario luego de que sectores financieros realizaran un corrida cambiaria del dólar blue que llegó a rozar los $500.
Por otro lado, el acuerdo apunta a aliviar la demanda de dólares en un contexto de debilidad producto de la histórica sequía del campo que implicó un recorte de 1.500 millones de dólares para robustecer las reservas.
Asimismo, la definición de acordar con China expresa un mensaje de carácter geopolítico. En efecto, la merma de las reservas compromete la capacidad del Estado de cumplir algunas metas del Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI.
En ese marco, funcionarios del equipo de Massa reentablaron conversaciones con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, para renegociar dichos objetivos pero el organismo no tuvo una postura clara.
En ese marco, ante la petición argentina para soportar la demanda de reservas en dólares, fue ratificado el acuerdo con China, a contramano de las expectativas de Washington, que pretende neutralizar las relaciones latinoamericanas con Beijing.
Además, en un marco más general, también influye el factor regional e internacional. Lula Da Silva viene cosechando apoyos para cuestionar la asfixia del FMI contra países como Argentina. El presidente brasilero cuestiona la estrategia del organismo para cubrir las cuentas financieras en lugar de motorizar el desarrollo de infraestructura y les reclamó mayor “tolerancia”.
En tanto, el ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero lo respaldó y recordó la fracasada experiencia de las políticas de austeridad en Europa impuestas por el FMI luego de la crisis financiera de 2008. Astuto, Lula reivindicó la herramienta del Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS como un instrumento financiero alternativo que se propone trabajar con monedas nacionales en lugar del dólar.
La disputa geopolítica en los asuntos financieros argentinos
El acuerdo entre Argentina y China también expresa la dinámica de la crisis internacional. Por un lado, se observa que el Multipolarismo Pluriversal anclado en la región eurasiática toma la iniciativa táctica al ofrecer el intercambio comercial en su propia moneda nacional.
Por otro lado, un Unipolarismo Financiero asentado en el FMI y el Departamento de Estado norteamericano que titubea ante la demanda argentina de renegociar los términos del acuerdo por endeudamiento externo. Una primera lectura nos permite dilucidar a Argentina procediendo con sentido pragmático al actor multipolar con un acuerdo de cooperación en el que ambas partes ganan a partir de una necesidad financiera concreta.
Además, el retroceso de posiciones del Unipolarismo Financiero se pone de relieve con la denuncia del director argentino ante el FMI, Sergio Chodos, quien denunció a Alfonso Prat-Gay, Hernán Lacunza y Guido Sandleris por haber sugerido al Fondo que bloqueen los préstamos al Estado Nacional.
Alberto Fernández efectuó la denuncia formal contra los tres economistas que fueron funcionarios del gobierno macrista que reinició el proceso de endeudamiento en 2018. Los representantes locales del sistema financiero internacional ya negocian con el organismo para ordenar la situación económica-financiera previo al proceso electoral del segundo semestre que definirá la conducción política del país.
Por el contrario, la “yuanización” del comercio con China puede interpretarse como la antesala de un eventual ingreso argentino a los BRICS. El espacio que conforman las potencias emergentes se reunirá en Ciudad del Cabo el próximo 2 y 3 de junio y adelantaron que se debatirá la incorporación de, por lo menos, 19 países.
Mientras tanto, en el marco de las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial que se desarrollaron en Washington entre el 10 y el 16 de abril, Georgieva transmitió un mensaje cómplice con Argentina. “Sabemos que tenemos el compromiso del gobierno de continuar afinando las política a la luz de las condiciones en las que se encuentran”, planteó.
El Estado argentino es el principal acreedor del organismo y, a su vez, en los acuerdos se pone en juega la disputa con el esquema multipolar, que demuestra claras intenciones de colaborar para fortalecer su asociación estratégica con América Latina.