En la madrugada del martes, la Cámara de Diputados de Uruguay aprobó en general el proyecto de reforma jubilatoria. Es el segundo país, junto a Francia, que aprueba este año este tipo de normativa. La misma trajo consigo un rechazo social inmediato que moviliza a miles de personas a las calles.
El principal punto de conflicto del proyecto es que aumenta la edad mínima de jubilación, la cual se amplía desde los 60 a los 65 años para hombres y mujeres, escalonadamente. A pesar de ser catalogada de impopular, desde el gobierno aseguraron que “es lo que hay que hacer”.
De este modo, la jubilación quedará fijada en 61 años para les nacides en 1973, e irá aumentando un año para finalizar en los 65 años para quienes nacieron a partir de 1977. El gobierno de Luis Lacalle Pou, con el aval de una Comisión de Expertos en Seguridad Social, creó la reforma a la que describieron como “necesaria” y “solidaria”.
Cabe mencionar que el texto original del proyecto sufrió modificaciones a lo largo de su tratamiento. Al respecto, el presidente expresó: “Es una buena reforma. Nosotros teníamos un litro de leche, se le fue echando agua, agua, agua, pero sigue siendo leche. Cuando sea agua, no se tiene reforma”.
Dichos cambios llevaron a una nueva votación en el Senado, la cual tuvo lugar el pasado jueves. Con 17 votos afirmativos en 28, les senadores de los partidos que integran la coalición de Gobierno ratificaron las modificaciones. Ahora, la normativa será remitida al Poder Ejecutivo para su promulgación.
Movilización histórica
Uruguay vivió un día de paro y masivas movilizaciones sindicales en rechazo a la reforma jubilatoria. La medida de lucha afectó a distintas áreas, tales como salud; educación; transporte; bancos, entre otras.
Esta huelga general fue la tercera que se realizó en contra del proyecto. Convocada por la PIT-CNT, nucleó a varios sindicatos además de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas de Uruguay. Dichos sectores catalogaron la reforma como “nefasta”.
El integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, Sergio Sommaruga, fue quien habló en el acto realizado frente al Palacio Legislativo en representación del movimiento sindical. Al tomar la palabra enumeró los principales aspectos que rechaza y resaltó los perjuicios que ocasionará esta reforma.
“Hoy el mundo del trabajo está parando para decirle al pequeño mundo de los privilegiados que cuando se quiere poner de rodillas a quienes con su trabajo ponen en pie a este país, este pueblo se moviliza, protesta, lucha, tiene dignidad y conciencia de clase y sale a la calle a luchar”, afirmó Sommaruga.
Por otro lado, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dijo que el paro fue “amplio y contundente”. Además, explicó que “esto es una demostración de protesta y al mismo tiempo un acto importante con todas las organizaciones sociales”.
En tanto, el representante de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), Gustavo González, aseguró que en el parlamento se vota una “estafa”. “En este acto está el conjunto de explotados de este país, que lo levantan a diario. Es en ese marco que tenemos que dar la pelea”, agregó.
El rechazo desde el Parlamento
El partido que llevó la voz cantante fue el Frente Amplio Uruguay, que emitió un comunicado donde explica las razones para no acompañar el proyecto presentado por el gobierno.
Dicho texto enumera lo que realizaron en los últimos 15 años de gestión y responde a las acusaciones del oficialismo de “no haber hecho nada” respecto a este tema. “Además de ampliar la cobertura y mejorar las prestaciones, también hicimos diversas reformas que tuvieron como objetivo central garantizar la sostenibilidad de componentes fundamentales del sistema”, sostuvieron.
Según señalaron desde el FA, las reformas necesarias que realizaron “todas tenían que aportar a la sostenibilidad”. Además, apuntaron a que esta normativa se carga a les trabajadores y trabajadoras con todo su costo de la misma.
También brindaron una conferencia de prensa todes les representantes del FA en la Cámara de Diputados, donde afirmaron que el proyecto “tiene y va a tener un impacto muy negativo en la sociedad uruguaya”. “Hubo una gran movilización de un conjunto de sectores que representan a muchísimos ciudadanos en rechazo de la reforma cuyo corazón es exigirle a la gente más requisitos para acceder a una jubilación o una pensión”, concluyeron.