El pasado lunes, el depósito de la empresa multinacional Iron Mountain, en el barrio porteño de Barracas, volvió a arder bajo el fuego. Allí se resguardan archivos con documentación contable y financiera de grandes empresas, bancos y corporaciones.
Al menos once dotaciones de bomberes trabajaron en el lugar para contener las llamas. El miedo y la angustia de que vuelva a ocurrir una tragedia como en 2014, cuando diez personas perdieron la vida, reabrió una herida que espera por justicia.
Este segundo incendio se produjo casi dos semanas después de que la jueza Fabiana Palmaghini decidiera elevar a juicio oral y público la causa que investiga lo sucedido hace nueve años, y que aún continúa impune. En total hay 18 imputades, entre quienes se encuentran directivos de la empresa, ex funcionaries del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el empleado de seguridad que estaba encargado del depósito ese día.
Si bien un año después del fatídico incendio las investigaciones realizadas por peritos de la Policía Federal y por personal del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) concluyeron que el hecho podría haber sido intencional, todavía no hay culpables.
Nota al Pie dialogó con Liliana Barícola, hermana de Pedro Barícola, quien se desempeñaba como personal de Defensa Civil y falleció durante el operativo para apagar el incendio de 2014. Cabe destacar que el depósito continuó en funcionamiento todos estos años, ya que las llamas afectaron sólo a un sector.
Una herida que sigue sin cicatrizar
El incendio en el que 10 personas perdieron la vida y tras el cual dos más decidieron quitársela tiempo después sigue sin tener culpables. El manto de corrupción que tiñó el hecho pone en duda si en algún momento se sabrá la verdad.
Para les familiares de las víctimas, este nuevo incendio es como una herida que, sin haber llegado a cicatrizar, se vuelve a abrir. Cuando le avisaron de la noticia, Liliana Barícola pensó que era una promoción del documental “En cumplimiento del deber”.
El film estrenado en el Cine Gaumont, y que recorre el país, deja al descubierto una trama secreta de corrupción y lavado de dinero. “Pero cuando vi la fecha, 24 de abril nuevo incendio, quedé espantada, con mucha angustia. Con mis hermanas tuvimos la sensación de volver a revivir todo”, relató.
“La sensación es horrible, y se puede preguntar: ¿otra vez por qué? Y sabemos por qué. Porque molesta todo, molesta el documental, molesta que sigamos hablando, molesta que la causa haya sido elevada a juicio oral”, agregó Barícola.
Sobre la denuncia de que hace unos días el depósito fue vandalizado, expresó que “el lugar está tan lleno de vigilancia, que se dice que hay más ahí que en Casa Rosada. Siempre van a tirarle la culpa a otros, sabemos que vamos contra gente muy poderosa. Estamos en un año electoral, y prefieren que la gente no tenga memoria de todas las cosas que hicieron”.
A la espera del juicio
Junto a sus hermanas, Liliana es querellante en la causa, pero considera que la carátula debería ser de incendio doloso además de culposo. “Acá hubo muertos, y las penas son mínimas en un estrago culposo, y capaz que ni pasan por una comisaría. Por eso pedimos que sea doloso y con cárcel efectiva, ya que los principales culpables ni siquiera fueron llamados a indagatoria, como Gómez Centurión. Queremos que los metan en la cárcel y paguen, que se den cuenta que la vida de las personas vale”, indicó.
“Con más firmeza ahora tenemos la fuerza necesaria para seguir luchando. Si bien esto forma parte de un amedrentamiento, no solo a nosotros sino también a la gente de la película, a los jueces, a quienes actúan en esta causa”, expresó; y continuó: “Esto es ‘ojo mira que te estoy observando y mira que si quiero puedo volver a hacer otro incendio’. Podría haber sido otra vez trágico”.
A modo de conclusión, Liliana aseguró: “Albergamos muchas expectativas. Después de 9 años y medio, que salga esta resolución, nos abre otro panorama y estamos con mucha ilusión. Rogamos a la justicia que no se aparte de esto y que siga trabajando, actuando en consecuencia de lo que las familias sufrimos”.
Les imputades por el incendio de 2014, a juicio
El 5 de febrero de 2014, siete dotaciones de bomberos acudieron a la calle Azara 1225, en Barracas, para apagar un incendio en uno de los depósitos de Iron Mountain. Allí se archivaba documentación importante sobre empresas de renombre, algunas implicadas en presunto lavado de dinero y corrupción.
Después de 9 años, la causa fue elevada a juicio oral y público bajo la carátula de “incendio culposo seguido de muerte y lesiones culposas”, por orden de la jueza Fabiana Palmaghini. Entre la larga lista de imputades se encuentran los directivos de la empresa, Guillermo Lockhart, Héctor Eduardo García y Alfredo Sueyras Parra.
También están procesades integrantes del departamento de la Dirección General de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como por ejemplo Vanesa Ileana Berkowski, quien fue absuelta en un caso previo similar.
Otres acusades son Christian Walter Castiñeiras, Feliz Raimundo Lugo, Jorge Néstor Papanicolau, Ricardo Edmundo Grunfeld, Alberto Daniel Graziani, Luis Alberto Cogo, Roberto José Chiesa, Silvia Míriam Hers, Gastón Luis Laugle, Patricia Esther Moroni, Rafael Mario Roldan, Pierre Chapar, y Norberto Ventura Sosa.