Hasta fin de mes se puede seguir disfrutando de “Las Ciencias Naturales”, la última creación de la Compañía Teatro Futuro, con dramaturgia y dirección de Mariano Tenconi Blanco. La pieza teatral se estrenó en marzo y formó parte del Festival Internacional de Buenos Aires – FIBA 2023.
“Las Ciencias Naturales” es una fantástica obra que a lo largo de dos horas transporta al público a una loca y disparatada aventura junto a un divertidísimo elenco. La atrapante misión es encontrar huellas del primer ser humano en el territorio nacional. Las funciones son de jueves a domingos a las 20 horas, en el Teatro San Martín, Avenida Corrientes 1530, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Este espectáculo es el segundo paso dentro de un proyecto teatral llamado “La saga europea”, que fue presentado al público en su primera entrega, “Las cautivas”. La misma es una interesante obra donde se traía a escena el mito del malón.
Allí se narraba con total originalidad cómo una mujer francesa era secuestrada y luego rescatada por una india, quienes luego logran una inusual hermandad, reinada de empatía, con ciertos contrapuntos y coincidencias de ideales. Es un magnífico espectáculo confeccionado con mucho amor y un gusto exquisito, elegante y sencillo que logró cautivar a la platea en temporadas pasadas.
Este año, el dramaturgo Tenconi sigue con su línea de explorar las relaciones pasadas entre Latinoamérica y Europa, y trae a escena un espectáculo que desborda disparate, junto a unos personajes increíbles. Abunda la gracia, el humor y una apabullante música durante más de dos horas, en una genial historia que provocan las carcajadas y el delirio de los espectadores, pero también cierto molestar en otres que no disfrutan del universo alocado de su audaz creador.
Divinos personajes, texto controversial
Ya a esta altura nadie puede negar la inmensa creatividad que tiene Mariano Tenconi Blanco. Y luego de varios aciertos en la cartelera nacional, trae una obra que quizá no es tan bien recibida por el espectador.
El espectáculo goza de cierta exquisitez en su elenco pero tiene un texto bastante irregular, aunque colmado de humor. Aún así, peca de pseudo sexualidad y machismo, algo que para más de une en la platea resulta bastante inusual para plasmar en escena la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Sin duda, uno de los puntos fuertes de la puesta es, justamente, las actuaciones. En su mayoría, los artistas que forman el heterogéneo elenco no solo dan vida a disparatados personajes, sino que también en algún momento, más allá de hacer múltiples caracterizaciones, también son parte de la banda en vivo.
Juan Isola hace un trabajo sensacional, sobre todo cuando hace de un demonio rockero de elevado histrionismo se pone al público en el bolsillo. Las interpretaciones de Ariel Pérez de María y Agustín Rittano tampoco se quedan atrás. Sobre todo es este último quien evidencia su crecimiento actoral en cada proyecto que encara. También, un graciosísimo Marcos Ferrante aporta algunos de los momentos más divertidos de la función.
Completan el dúctil elenco las maravillosas Gabriela Ditisheim y Andrea Nussembaum, quienes musicalizan la obra junto a Ian Shifres, el músico en escena. Además, este último es responsable de la música original y el diseño sonoro.
Es destacable también la parte técnica, con un vistoso vestuario diseñado por Magda Banach, quien aporta definición a las ricas caracterizaciones, con detalles exquisitos. La funcional escenografía es de Rodrigo González Garillo, la buena iluminación es de Matías Sendón y la selecta composición coreográfica y de movimiento viene de la mano de Jazmín Titunik.
Resumen de «Las Ciencias Naturales»
La obra no es para aquelles que gozan de una obra lineal ni corta. El elenco se luce de manera conjunta, más que individualmente, pese a tener personajes muy graciosos. Quizá la duración es la parte más endeble de la propuesta ya que, a pesar de durar dos horas, lo musical hace por momentos perder el interés y el hilo de la historia.
Además, su texto es divertidísimo pero presenta un despilfarro de chistes que pueden ir perfecto para esos actores de los 90, donde todo pasaba por el machismo y lo pseudo sexual. Tocar temas como la gordofobia como elemento de causar gracias, tampoco suma a la historia ni a la propuesta.
Si bien se despierta cierta reflexión en la platea, un texto tan provocador no contenta a la mayoría de les espectadores, además de ciertas intertextualidades que son difíciles de entender para el público en general. No es lo mejor de este talentoso director, pero igual la obra se deja ver y resulta disfrutable en sí.