A partir de una prueba del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), dos hermanes que habían sido apropiades hace 46 años, durante la última dictadura cívico militar, pudieron conocerse. Se trata de una mujer y un varón que habían sido sustraídes de su madre y ubicades en distintas nuevas familias.
La investigación del caso la realizó el Juzgado Federal N°1 de La Plata, a cargo de Alejo Ramos Padilla. La misma inició el 4 de agosto de 2016 a partir de una presentación de la unidad especializada para casos de apropiación de niñes durante el terrorismo de Estado.
En consecuencia, el juez Ramos Padilla dictó tres procesamientos de los involucrados, al acusarlos de retención y ocultamiento de un menor de diez años, alteración del estado civil y falsedad ideológica de documento público.
Entre los argumentos para la resolución, explicó que “falsear la verdad del origen y la identidad de los niños nacidos en otra familia, sólo puede derivar de una primitiva concepción del niño-propiedad, en la que priman los prejuicios sociales y familiares”.
“De este modo, son los comportamientos y los deseos de los mayores los que motivan a inscribir y sostener en el tiempo una realidad biológica falsa, que afecta a los niños -ahora adultos- a los que debe garantizárseles la posibilidad de conocer su origen y su identidad”, agregó el juez.
Por último, advirtió que el Estado tiene la obligación de determinar las responsabilidades de este caso, además del deber de “propiciar las condiciones para que aquellos que fueron víctimas de estos hechos puedan conocer su historia y superar el proceso de ocultamiento al que fueron sometidos”.
La historia del reencuentro entre les hermanes
Tras la apertura de la investigación en 2016, desde el juzgado se citó a audiencia a la víctima para hacerle un estudio de ADN consentido, y así poder entrecruzar sus datos con los del Archivo Nacional de Datos Genéticos.
Dicho examen resultó negativo al compararse con los datos genéticos de las familias que se encontraban en el Banco Nacional de Datos Genéticos, por lo que la causa se cerró de forma provisoria.
No obstante, el 30 de enero de este año, el BNDG a través de un informe indicó que otra persona que dudaba de su identidad se presentó ante la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI). Esta resultó ser hermana de la anterior, de misma madre y padre.
A partir de ese momento, ambas personas fueron citadas a la sede del Tribunal en distintos momentos del día, y se les comunicó por separado el resultado del informe.
En consecuencia, se les ofreció reunirse, a lo que ambas personas accedieron. En el encuentro en el que se conocieron conversaron de forma privada en una sala del juzgado.
Tanto al niño como a la niña, los matrimonios apropiadores les habían inscrito como hijes biológiques y nunca les revelaron su verdadera identidad. Ahora, recuperaron parte de su historia.