El Hombre de Acero, El Hombre del Mañana, El Último Hijo de Krypton, son títulos para el primer y más reconocido superhéroe jamás creado: Superman. El personaje ha demostrado ser un ícono resistente al paso del tiempo durante 85 años. A lo largo de su historia ha enfrentado y superado numerosos desafíos, lo que lo convirtió en un referente cultural para varias generaciones.
El origen de Superman se remonta a la década del 30, en plena Gran Depresión y tensiones crecientes en Europa. Jerry Siegel y Joe Shuster, dos jóvenes de Cleveland, Ohio, crearon un personaje que se convertiría en el primer superhéroe estadounidense. National Publications, más tarde conocida como DC Comics, lanzó su primer número de Action Comics el 18 de abril de 1938, presentando al mundo a un personaje que traería esperanza.
Desde su creación, los autores de Superman han reinventado continuamente a este superhéroe para combatir las crisis que enfrenta la humanidad. A lo largo de los años, ha sido un elemento básico en la cultura pop y ha sobrevivido a escándalos políticos y corrupción en las décadas siguientes. Su capacidad para enfrentar y superar crisis globales y actuar como un símbolo de esperanza y valentía lo convirtió en un modelo a seguir para sus fans.
El lado oscuro de Superman
Sin embargo, lo que muchos no saben es que Superman no siempre fue un símbolo de esperanza. De hecho, en las primeras etapas del desarrollo del personaje, no fue un héroe en absoluto, sino un villano. Incluso después de que se convirtiera en un ejecutor del bien en sus primeros años, su marca de justicia era de una moralidad tan gris como la paleta de colores que abarcan las películas de Zack Snyder.
Jerry Siegel y Joe Shuster publicaron por primera vez al personaje en un cuento ilustrado de 1933 llamado Reign of the Superman, donde aparecía como un supervillano calvo no muy diferente de Lex Luthor. Sin embargo, en lugar de superpoderes físicos, solo tenía el poder de leer y controlar la mente de las personas, todo en un esfuerzo por dominar el mundo.
Sin embargo, Siegel tuvo dudas sobre Superman como villano y lo volvió a imaginar como un héroe; algunes especulan que la inspiración para el cambio fue el asesinato de su padre a manos de un ladrón.
Cuando el cómic todavía era un medio incipiente, a fines de la década de 1930 y principios de la de 1940, Superman era más un justiciero en nombre de los pobres y marginades. En este rol, se manifestó contra las injusticias sociales creadas por la codicia empresarial y política que condujeron a la Gran Depresión.
Al principio, se basó en gran medida en los problemas del mundo real: pobreza, condiciones de vivienda inadecuadas, violencia mafiosa y corrupción corporativa y política. En su libro Men of Tomorrow: Geeks, Gangsters and the Birth of the Comic Book, Gerard Jones describió al primer Superman de esta manera: “Este era un Superman sombrío, casi cruel. Sus hazañas no tenían extravagancia… Toda la tira tenía el olor metálico de la primera Depresión”.
Este Superman estaba lejos de ser el héroe divino y el epítome de la moralidad como se lo presenta con frecuencia. En el primer número de Action Comics, por ejemplo, Superman se enfrenta a una mujer criminal empuñando un arma. Ella le dispara y cuando él agarra su arma, la aplasta en su mano y amenaza con hacerle lo mismo a ella, algo que el actual Superman ni soñaría con hacer.
Aunque muchos creativos trazaron paralelismos entre la imagen de Superman y la de Jesús, el Último Hijo de Kryton se regía más por la Ley del Talión que por las enseñanzas del Nuevo Testamento.
Puede que esto no suene como un gran problema, pero a lo largo de los años se ha transformado en un ideal al que aspiran sus fans, como símbolo de esperanza, se le considera un estándar más alto. Como Marlon Brando, que en la piel de Jor-El, el padre de Superman, le dice a su hijo en Superman: The Movie (Richard Donnerm 1978): “Pueden ser una gran gente, Kal-El. Sólo les falta la luz para mostrar el camino. Por esta razón sobre todo, por su capacidad de bien, te he enviado a ti, mi único hijo”.
Las audiencias familiarizadas con el personaje bastante rígido y moralmente recto en el que se convertiría Superman más tarde se sorprenderían al descubrir que el personaje original de Siegel y Shuster era en realidad un tipo duro y cínico, similar a detectives como Sam Spade que también se hizo popular durante los años de la Depresión.
Superman se dedicó a luchar contra el crimen con un regocijo adolescente, aprovechando habitualmente la oportunidad para burlarse y humillar a sus adversarios mientras los golpeaba. El primer Superman no solo hace amenazas, sino que también las cumple. Y lo que hace que sus acciones sean aún cuestionables es que amenaza a simples mortales, no a superhumanos malvados.
La llegada de Kal-El a la radio, la televisión y la pantalla grande
La personalidad más violenta de Superman, o tal vez más arraigada, cambió después de que Las aventuras de Superman llegara a la radio en 1940. Fue en ese programa que obtuvo la capacidad de volar, el apodo de “Campeón de los oprimidos” se eliminó y el eslogan “Verdad, la justicia y el estilo americano” se asoció para siempre con el héroe ahora conocido como el “Hombre de Acero”.
Otros cambios ocurrieron en el programa de radio que se convirtió en parte del mito de Superman en los cómics, el programa de televisión de los años 50 protagonizado por George Reeves y las películas de Christopher Reeve en los años 70 y 80.
La Kryptonita se creó como la única debilidad de Superman para permitir que el actor de voz Bud Collyer, quien interpretó a Superman y su alter ego Clark Kent, tuviera tiempo para irse de vacaciones. Personajes como Perry White, editor del Daily Planet, y su mejor amigo Jimmy Olsen fueron creados para el programa y luego se incorporaron a los cómics. El programa también hizo famosa esta introducción:
Más rápido que una bala.
Más poderoso que una locomotora.
Capaz de sobrepasar edificios altos de un solo salto.
¡Miren! ¡Arriba en el cielo! ¡Es un pájaro! ¡Es un avión! ¡Es Superman!
Atrás quedó el Superman más oscuro, cínico y sarcástico de la era de la Depresión. En su lugar, apareció una versión mucho más divertida y liviana, una más adecuada para la audiencia de radio general y amigable para los niños.
Superman como propaganda estadounidense
Antes del ataque japonés a Pearl Harbor en diciembre de 1941, Superman, junto con otros superhéroes de los cómics, se volvió mucho más patriótico. Como resultado directo del bombardeo, se convirtió en un canal de propaganda estadounidense en su máxima expresión.
Debido a que Superman literalmente podría ganar la guerra solo, los editores de DC Comics pensaron que podría ser una falta de respeto para las tropas tener una historia que lo mostrara luchando contra los malos del mundo real. En cambio, pensaron que la mejor manera en que él podría ayudar en el esfuerzo de guerra era publicitar la venta de bonos de guerra y animar a los niños a reciclar chatarra para la fabricación de armas.
A fines de la década de 1950, Superman había obtenido la mayoría de los poderes con los que los fanáticos están familiarizados: vuelo, visión de calor, súper fuerza, súper velocidad, visión de rayos X, súper audición y súper respiración.
A medida que el Hombre de Acero se hizo más poderoso durante las siguientes décadas, DC Comics luchó por encontrar historias interesantes para mantener a Superman relevante. Por ejemplo, eventos históricos como el movimiento por los derechos civiles, el asesinato del presidente John F. Kennedy y la guerra de Vietnam que dividió a Estados Unidos. En el contexto de la agitación social de la década de 1960, cosas como los superhéroes de los cómics parecían triviales.
Superman entraría y saldría del mainstream a lo largo de la década siguiente. El largometraje de 1978 protagonizado por Christopher Reeve lo consolidó como el héroe que la mayoría de la gente conoce en la actualidad: un faro inspirador de esperanza y bondad. Nunca miente, no pelea a menos que tenga que hacerlo, y haría cualquier cosa para proteger a la gente de la Tierra. Es educado y saludable y es… bueno, es perfecto.
En 2013, Zack Snyder, el cineasta detrás de 300 y Watchmen, dirigió Man of Steel. El director tomó todo lo que les fanáticos amaban de Superman y lo descartó. Hizo todo el camino de regreso a Action Comics No. 1 y volvió al principio. De esta forma, llevó a Superman a la ambigüedad.
Superman fue introducido en un mundo y una sociedad más realistas que tienen luz y oscuridad. En esencia, la historia de Superman es la del inmigrante, la historia de descubrirse y encontrarse en un mundo que lo rechaza.
El miedo a lo desconocido y la xenofobia desenfrenada son parte del mundo en el que un extraterrestre, que intenta equilibrar dos culturas distintas, debe revelarse para salvar a la humanidad, una que no está felizmente preparada para que un “alienígena” esté entre ellos.