El día de hoy, las líneas B y C del subte contarán con medidas de autodefensa, como el paro del servicio y la apertura de molinetes, desde las 21 hasta el cierre. Hace días que les trabajadores llevan a cabo estas protestas para la reducción de la jornada laboral por la exposición al asbesto en sus formaciones.
Según anunció la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP-Metrodelegadxs), de 21 a 22 se realizará una apertura de molinetes en las estaciones Alem y Rosas (línea B), Constitución y Retiro (línea C). A partir de las 21, se llevará a cabo una interrupción del servicio.
Ante la falta de respuesta de la empresa EMOVA y Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), reclaman la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales, para contar con dos francos y reducir su exposición al asbesto.
El subte, lleno de asbesto
El asbesto-amianto es un material cancerígeno prohibido en la Argentina desde el año 2003.
A través de un fallo, la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad ordenó “a EMOVA, SBASE y el Gobierno de la Ciudad, la completa desabestización del subte”, afirmaron en el sitio web https://asbestoenelsubte.com.ar/.
Sin embargo, desde EMOVA emitieron un comunicado en el que afirman que “no representa riesgo alguno para la salud de los trabajadores”.
“Lamentablemente ya tenemos dos muertos de cáncer por exposición a asbesto en el subterráneo que fueron reconocidos por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo”, expresó “Beto” Pianelli, secretario general de Metrodelegadxs-AGTSyP.
Esta realidad también afecta a les usuaries que diariamente utilizan los transportes de alguna de las seis líneas y Premetro.
En este marco, la Justicia reconoció “que ha quedado demostrado que la exposición al asbesto es determinante de riesgo y que su presencia puede ocasionar un grave daño ambiental y a la salud, independientemente de las concentraciones existentes”.
Además, la calidad del servicio está afectada en otras áreas. Cuentan con andenes y formaciones sin limpieza adecuada, falta de empleades para cargar la SUBE y personal de asistencia.
Es por ello que “seguimos exigiendo la reducción de la jornada semanal, la desabestización inmediata de toda la red, el cambio de las flotas contaminadas y el ingreso de personal”, aseguró Pianelli.
A pesar de ello, EMOVA inició un proceso de desvinculación de personal. A la fecha, redujo 400 puestos de trabajo; un 10% del plantel.