Durante este domingo, el Papa Francisco brindó la tradicional misa de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano. Allí, ante una multitud de personas pronunció su tradicional bendición “Urbi et Orbi” y se refirió a los problemas que afectan al mundo.
De acuerdo a lo informado por Télam, el Sumo Pontífice se mostró preocupado por la escalada de tensión en Oriente Medio, al tiempo que instó a la comunidad internacional a “esforzarse” para terminar las guerras abiertas en el mundo. También rogó por las personas que sufren los “nefastos efectos del narcotráfico, la trata de personas y toda forma de esclavitud”.
Conflicto Israelí-palestino
Ante más de 100.000 personas que asistieron a la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, Francisco no evitó hablar sobre el conflicto israelí-palestino, que en los últimos meses escaló significativamente.
Por ello, al respecto sostuvo: “Expreso mi profunda preocupación por los ataques de estos últimos días, que amenazan el deseado clima de confianza y respeto recíproco, necesario para retomar el diálogo entre israelíes y palestinos, de modo que la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región”.
No obstante, el pedido del Pontífice se da luego de que la Policía de Israel irrumpiera en una mezquita para desalojar de manera violenta a un grupo de fieles musulmanes e iniciara nuevos focos de violencia en la región. Tal es así que en el día de ayer se registraron ataques en Tel Aviv, Cisjordania, hechos que dejaron al menos tres muertos y seis heridos.
La guerra entre Rusia y Ucrania
El Santo Padre hizo un repaso por varios conflictos abiertos en el mundo y se refirió a la escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania, que lleva poco más de un año. Sobre ello pidió ayuda para el pueblo ucraniano en el camino hacia la paz y que se infunda la luz pascual sobre el pueblo ruso.
“Conforta a los heridos y a cuantos han perdido a sus seres queridos a causa de la guerra, y haz que los prisioneros puedan volver sanos y salvos con sus familias”, rezó el Papa durante la ceremonia.
Al mismo tiempo, Francisco reclamó a “toda la comunidad internacional para que se esfuerce por poner fin a esta guerra y a todos los conflictos que ensangrientan al mundo, comenzando por Siria, que aún espera la paz”.
El regreso del del Papa Francisco y salud
La Misa de Pascua, celebrada esta mañana en el día de la Resurrección, se da mientras que el Sumo Pontífice continúa recuperándose de una bronquitis por la que estuvo internado tres días la semana pasada.
Además, el pasado viernes el Santo Padre debió cancelar su participación en el Vía Crucis del coliseo romano, ya que según indicaron desde el Vaticano su regreso a las actividades se dará de manera pausada.
“Superar los conflictos y las divisiones”
Durante la Misa de hoy el Sumo Pontífice también alentó a construir la unión entre naciones y a superar los enfrentamientos latentes: “Apresurémonos también nosotros a crecer en un camino de confianza recíproca: confianza entre las personas, entre los pueblos y las naciones”, alentó Francisco.
“Apresurémonos a superar los conflictos y las divisiones, y a abrir nuestros corazones a quien más lo necesita. Apresurémonos a recorrer senderos de paz y de fraternidad. Alegrémonos por los signos concretos de esperanza que nos llegan de tantos países, empezando de aquellos que ofrecen asistencia y acogida a quienes huyen de la guerra y de la pobreza”, agregó.
Las prohibiciones religiosas en Nicaragua
Francisco también hizo referencia a las comunidades cristianas que son perseguidas en diferentes países, entre ellos Nicaragua, país en el que el Gobierno de Daniel Ortega prohibió los desfiles religiosos por Semana Santa y Pascua en medio de un fuerte cruce con el Vaticano.
Sobre ello, el Sumo Pontífice manifestó: “Sostiene, Señor, a las comunidades cristianas que hoy celebran la Pascua en circunstancias particulares, como en Nicaragua y en Eritrea, y acuérdate de todos aquellos a quienes se les impide profesar libre y públicamente su fe”.
A su vez, luego de rememorar los conflictos que atraviesan países como Líbano, Túnez, República Democrática del Congo y Eritrea, el Papa Francisco sumó a su pedido de bienestar a “los refugiados, a los deportados, a los prisioneros políticos y a los migrantes, especialmente a los más vulnerables, así como a todos aquellos que sufren a causa del hambre, la pobreza y los nefastos efectos del narcotráfico, la trata de personas y toda forma de esclavitud”.
En ese contexto, sobre Latinoamérica, el Papa formuló sus deseos por Haití, país que “está sufriendo desde hace varios años una grave crisis sociopolítica y humanitaria”. No obstante a ello, solicitó que se sostenga “el esfuerzo de los actores políticos y de la comunidad internacional en la búsqueda de una solución definitiva a los numerosos problemas que afligen a esa población tan atribulada”.
En el día de ayer, al realizar en el Vaticano la vigilia de Pascua, Francisco lamentó que en el mundo aún prevalecen las leyes del más astuto y del más fuerte.
“A veces simplemente hemos experimentado la fatiga de llevar adelante la cotidianidad, cansados de exponernos en primera persona frente a la indiferencia de un mundo donde parece que siempre prevalecen las leyes del más astuto y del más fuerte”, indicó el Pontífice durante la celebración en la Basílica de San Pedro.