Tras años de lucha, 300 trabajadores de McDonald’s de la sucursal patagónica del Shopping de Alto Comahue en Neuquén lograron afiliarse al Sindicato de Trabajadores Pasteleros de la Patagonia. El pasado 10 de marzo, les empleades realizaron los comicios y eligieron delegades del local por primera vez en el país.
En este sentido, la secretaria general del sindicato en la Patagonia, María Emilia Villar, calificó a la elección como “histórica”, en un video que publicó en sus redes sociales. Además, la gremialista aseguró que este es “el inicio de empezar a saldar una deuda pendiente con la actividad de servicios rápidos”.
Las elecciones se realizaron mientras les trabajadores recibían intimidaciones por parte de la empresa, a la vez que responsables del local filmaban a les empleades durante la votación. Al respecto, Villar remarcó que si bien “a la empresa no le agrada que haya delegados, van a ir comprendiendo que es necesario adaptarse a los cambios que vienen”.
Proceso de sindicalización de les trabajadores de McDonald’s
Según contó Villar a Nota al Pie, fue un trabajo de muchos años “de generar ese lazo de confianza entre los trabajadores y nosotros porque obviamente la gente siempre tiene miedo hasta para plantear un reclamo”. Hasta que “surgió la necesidad de tener un delegado” a partir de que el gremio “trabaja más en conjunto teniendo un referente dentro de la empresa”.
A partir de la apertura de esta posibilidad, se convocó a elección de delegades a la que se postuló una mujer. “Se anima porque nosotres los respaldamos, no los dejamos solos y saben que frente a cualquier situación vamos a estar cuidándole la espalda”, aseguró la secretaria general del sindicato. Además, remarcó: “Que sea mujer es maravillosamente fantástico porque uno no quiere hacer la fractura de diferencias, pero existen”.
En marzo, desde el sindicato notificaron al Ministerio de Trabajo y a la empresa sobre la convocatoria de delegades, con mayor tiempo de lo que prevé la Ley y el estatuto. “Para que no haya ningún tipo de reproche ni de planteo de la empresa”, indicó Villar al respecto. Además, se pidió un veedor -que estuvo presente el día de la elección- y la autorización en el espacio, el Shopping.
Hostigamiento y amenazas
El proceso electoral se dio en un lugar “donde no dificulte el desarrollo del trabajo y que esté a la vista”. Sin embargo, cuando llegaron para comenzar los comicios, se encontraron con todes les empleades de recursos humanos, escena que Villar definió como “una presión psicológica”.
Posteriormente, se acercó un escribano -sin acreditación- al mostrador y le dijo a la secretaría general: “No pueden hacer la elección hoy”. Según contó Villar, su excusa fue que el Sindicato de Pasteleros “no es un gremio, sino una agrupación de personas que se unieron por una razón de ser”.
En respuesta, ella mostró su acreditación y el escribano se hizo a un costado después de intentar seguir con la discusión.
La secretaria general comenzó a convocar a les trabajadores para que se acerquen a votar, dejando a un grupo que pueda acompañarles desde el local hasta donde estaba la urna para que vayan con tranquilidad.
En tanto, les empleades de recursos humanos, entre les que estaba Gustavo Lobos, se sentaron en una mesa a metros de donde se producía la elección. Lobos filmaba todo hasta que una de las trabajadoras lo enfrentó y le dijo que deje de filmarla. Se fueron minutos antes de que abran la urna.
La denuncia de Villar
“El que no haya delegados durante tantos años no es por la empresa, que seguramente no quería”, expresó Villar. Y denunció: “Desde la parte sindical hay alguien que fue cómplice para que no haya, y eso hay que decirlo porque hay que hacer mea culpa, es el secretario general de Capital, Luis Ramón Hlebowicz”.
Hleblowicz fue denunciado recientemente por “fraude laboral”, luego de que trabajadores de McDonald’s hayan querido iniciar un trámite para incorporarse en el Sindicato, que el secretario general de CABA impidió.
“Él es cómplice de todo, no quieren delegados y él no permite que ningún trabajador pueda hacerlo”, continuó Villar. Y agregó: “Vendió a los trabajadores, eso no se hace”.
Cómo sigue
La secretaria general explicó que el próximo paso es generar una reunión con la empresa. “Veremos qué predisposición tiene y plantearemos todas las diferencias que hacen porque hay temas que son acumulativos y se tienen que resolver”, expresó.
Entre las principales problemáticas se encuentran los bajos sueldos, que las horas que pueden trabajar según el contrato no alcanzan y la falta de renovación de los uniformes a les trabajadores.
“Uno de los reclamos más grosos es el tema del sueldo”, indicó Villar. Aunque, otro “muchas veces es el tema de la distribución de las horas, no les permiten trabajar las horas que ellos quieren”.
En 2002, el Sindicato de Pasteleros hizo un acuerdo con la empresa -en representación de les trabajadores- que está homologado en la secretaría de trabajo, donde se les autoriza y se les reconoce las horas que ellos quieren trabajar. “Este acuerdo es único, no hay otro en el país, genera un antecedente”, aseguró.
También está presente la problemática respecto a la falta de entrega de ropa en tiempo: “Muchos andan con ropa de hace muchos años no se la renuevan”. A esto se suma las condiciones de trabajo en los locales, ya que “hay en algunos donde hay muchas máquinas que no funcionan bien”