El conflicto en Ucrania, expresiรณn de la disputa por la redistribuciรณn del poder en el sistema internacional, ha dejado como resultado la sangre de miles de personas regando el suelo del paรญs del este europeo. Al mismo tiempo, tambiรฉn ha beneficiado de manera ostensible a un sector que hace de la guerra un negocio mรกs que millonario: la industria armamentista.ย
Este sector, con una simbiรณtica relaciรณn con la Organizaciรณn del Tratado del Atlรกntico Norte (OTAN), funciona como un grupo de presiรณn para que las decisiones tomadas por la alianza militar (con Estados Unidos a la cabeza) permitan el alargamiento del conflicto, hecho que coincide con los intereses geopolรญticos del eje atlantista.
Los discursos pacifistas de los gobiernos de Occidente contrastan fuertemente con sus decisiones polรญticas, que no hacen mรกs que favorecer a la industria armamentista.
Estados Unidos, el seรฑor de la guerra
El estudio mรกs reciente del Instituto Internacional de Investigaciรณn para la Paz de Estocolmo (SIPRI), publicado el pasado 13 de marzo, confirmรณ algo que no es ninguna sorpresa pero que no deja de impresionar: EE.UU. sigue siendo, por lejos, el principal exportador de armamento del mundo. Segรบn la investigaciรณn, entre el periodo 2018-2022, el paรญs norteamericano representรณ el 40% de las exportaciones globales de armamento, haciendo negocios con mรกs de 100 paรญses.
Demasiado atrรกs quedรณ Rusia, rival histรณrico de EE.UU. en las exportaciones mundiales de armamento. Mรกs allรก del relato occidental sobre la carrera armamentรญstica rusa, los datos demuestran que la participaciรณn del gigante euroasiรกtico pasรณ de un 22% al 16% en los รบltimos cinco aรฑos. Francia, por otro lado, se posicionรณ como el tercer gran paรญs exportador de armas con un 11%.
En comparaciรณn con el periodo 2013-2017, Estados Unidos aumentรณ un 14% sus ventas en un mercado mundial que vio disminuido el comercio armamentista casi en un 5%. No obstante, a pesar de esa caรญda en el mercado mundial de armas, hubo zonas que registraron grandes aumentos de en sus importaciones: una de ellas fue Europa.
En contramano con el resto del mundo, el viejo continente vive un rearme que demuestra la profundizaciรณn de la sujeciรณn a la agenda atlantista. Con Estados Unidos como principal proveedor, la importaciรณn conjunta de armas por parte de Europa registrรณ un aumento del 47% en los รบltimos cinco aรฑos. Y las importaciones de los paรญses miembros de la OTAN, para ser especรญficos, tuvieron un crecimiento del 65%.
Los negocios en Ucrania
Bajo el marco reciรฉn detallado, la obsesiรณn de la alianza militar (lรฉase de Estados Unidos) por continuar con el conflicto en Europa del Este hasta el รบltimo ucraniano muerto resulta mรกs fรกcil de entender. Un horizonte de paz, por lo menos en el corto plazo, no es algo del agrado de la industria armamentista norteamericana.
Las principales compaรฑรญas fabricantes de armamento de Estados Unidos como Lockheed Martin, Raytheon Technologies, Northrop Grumman o General Dynamics, han registrado un aumento considerable en la cotizaciรณn de sus acciones. Del mismo modo, las expectativas por la continuidad del conflicto generan un horizonte de maximizaciรณn de sus ganancias.
La industria de la defensa norteamericana, a pesar de no ser el sector que mรกs aporta, ha invertido, tan solo en 2022, un total de 92 millones de dรณlares al sector polรญtico estadounidense sin distinguir afiliaciรณn partidaria. De esa cifra, un total de 20 millones fueron al Congreso, lugar donde la polรญtica decide si dar o no armamento militar a Kiev.
Ucrania, segรบn informรณ el SIPRI en el รบltimo informe, se convirtiรณ en 2022 en el tercer paรญs importador de armas a nivel mundial, superando rรกpidamente el puesto 14 en el que se encontraba en aรฑos anteriores. Un negocio redondo para todos, menos para los propios ucranianos.