La ola de calor, que estuvo azotando al país desde el 27 de febrero, provocó grandes pérdidas en las áreas de cosecha. En ese sentido, frente a las altas temperaturas y la falta de precipitaciones en el país, se estima que la economía argentina perdería USD 20.000 millones en concepto de ingresos de exportaciones.
Según precisó un informe macroeconómico del equipo técnico del Área de Agricultura de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) “las pérdidas en la cosecha 22/23 se estipulan en 88,2 millones de toneladas”. A su vez, agregaron que hay menores “ingresos de divisas por alrededor de USD 20 mil millones, respecto al inicio de la campaña”.
Si bien la sequía comenzó a notarse a inicios del 2023, entre los últimos días de febrero y principios de marzo, la situación se agravó aún más. Al igual que la sequía, las heladas en el país también provocaron un cambio abrupto en el sector agrícola y ganadero.
No obstante, desde el CREA informaron que “a medida que se ajustan las estimaciones por la sequía, las exportaciones se reducen”. Asimismo, si durante la campaña 2021/2022 el ingreso de divisas fue de USD 9,44 mil millones; para la campaña 2022/2023 se estima que el ingreso de divisas sea de USD 7,17 mil millones.
Un problema para el campo
La reducción de granos en el mercado viene en descenso. Se estima que la producción de soja pasó de 34,5 a 27 millones de toneladas, es decir, 7,5 millones de toneladas menos.
Como consecuencia de la sequía, las provincias más afectadas en la cosecha de soja son: Entre Ríos con -52%, Santa Fé con -39% y Buenos Aires con otro -32%. Cabe destacar que, en la actualidad dichas provincias representan el 47% de la producción nacional.
Otro de los sectores afectados fue el maíz, debido a la falta de precipitaciones y escasez de lluvia la producción y rendimiento de dicho grano se vio reducida. En la campaña 22/23, el maíz viene promediando los 37,5 millones de toneladas, cuando la proyección estipulada para este año era de 43,5 millones de toneladas. Además, se estima que, como consecuencia del fenómeno de La Niña, las lluvias llegarán a partir de abril, mayo y junio.
Con esta difícil situación que afronta el campo, según el Consejo Agropecuario Argentino (CAA), el sector agroindustrial exportó un 26,8% menos que en el 2022. Otro de los impactos fue en el sector vitivinícola, con una caída del 34,9%.
A este problema se suma el del Banco Central, que cuenta con escasez de reservas y Argentina no puede pedir créditos externos debido a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El efecto de la sequía y la helada trae consigo no sólo un gran problema económico sino también en la cadena de distribución. A las grandes pérdidas en las cosechas para la exportación se suma la caída en la venta de la industria argentina y las economías regionales.
Exportaciones al rojo vivo
Frente a la difícil situación del cambio climático, los cultivos de soja, trigo y maíz, que constituyen el 87% de la producción de granos en Argentina y el 43% de las exportaciones totales del país, ya han perdido más de USD 14.140 millones.
Si bien la campaña 2022/2023 se encuentra con grandes caídas, es la más baja desde la campaña 2014/2015. El ingreso de dólares al país sigue siendo bajo en comparación con las estimadas proyecciones que se habían realizado.
Por otro lado, el Ministerio de Economía decretó el año pasado la Resolución 317/2023, donde estableció el “Estado de emergencia y/o desastre agropecuario por sequía”. La misma había terminado su vigencia en diciembre del 2022.
Sin embargo, ante la extrema situación que atraviesa el país, la resolución se prorrogó mediante el Decreto Provincial 122/23 hasta el 31 de marzo de 2023. En ese marco, los partidos a los que se les incluyó este decreto son: Castelli, Marcos Paz, Cañuelas, General Belgrano, Lezama y Campana.
También se encuentran los partidos de 25 de Mayo, Las Flores, San Pedro, Rojas, Salto, Ramallo, Junín, Arrecifes, Alberti, Chascomús y Suipacha. De la misma forma, Dolores, Lobos, San Vicente, Magdalena, Luján, General Paz y Ayacucho.
De igual manera, dicha resolución alcanza otras ciudades como Bragado, Monte, Maipú, Lincoln, Baradero, Punta Indio, Pergamino, Chivilcoy, General Arenales, Roque Pérez, General La Madrid y otros partidos de la provincia de Buenos Aires.
La deuda con el FMI y las reservas argentinas
El próximo 31 de marzo, Argentina enfrentará una reunión clave. El ministro de Economía, Sergio Massa, debe esperar que el FMI gire al país USD 5.400 millones. En ese sentido, como es de saberse, Argentina deberá realizar un informe y el mismo tendrá que ser lo menos critico posible para que el organismo internacional desembolse el dinero.
Con la pérdida de soja, maíz y trigo, las estimaciones indican que Argentina perderá alrededor de USD 20.000 millones. Ahora bien, el Estado deberá tomar cartas sobre el asunto para apaciguar el fuego económico que sufre el país.
Con la liquidación de divisas del campo, Massa se encontrará con un gran golpe, ya que, pese a que hubo grandes pérdidas, las mismas impactarán en la recaudación.
Cabe destacar que, la meta estimada para el país, que se encuentra en el Programa de Facilidades Extendidas del FMI, establece que, a diciembre del 2023, Argentina deberá tener una reserva de USD 9.800 millones. La misma se encuentra en jaque debido a la crisis hídrica que arrasa a las cosechas.
Si bien el gobierno había alcanzado la meta del 2022, ahora el FMI cambió el rumbo de las metas para el 2023 producto a la grave situación de la sequía. De igual manera, la responsabilidad de seguir acumulando divisas sigue poniendo en peligro al país, ya que deberá tomar medidas en caso de que se presenten nuevos obstáculos.