El pasado domingo Sol Larraya Guidi, de 15 años, impactó al deporte sudamericano al obtener la clasificación a Roland Garros Junior. Lo hizo con un alto nivel y con gran maduración estratégica. A raíz de este logro, Nota al Pie analiza a la nueva generación del tenis femenino argentino. Un grupo de jugadoras que tiene las condiciones para que esta disciplina recupere el protagonismo internacional.
En sus primeros pasos como juvenil, y tras grandes logros en categorías formativas, la tandilense ya da enormes pasos. En el marco de la serie internacional patrocinada por el Grand Slam francés, la joven ganó todos sus partidos sin ceder sets. Mostró allí su habitual juego: consistente, con variantes en las alturas de los golpes y con paciencia para el armado de los puntos.
Esas características se dan además en el contexto de una particular técnica, en especial de su saque y su revés. Es ese último tiro, en su versión paralela, el que más rédito le da. También posee sensibilidad en su muñeca para toques cortos.
Si bien aún no debutó en torneos major de su categoría, ya está en el ranking mundial de mayores. Esto es debido a destacadas actuaciones en el circuito profesional. Además, ya se encuentra en el top 140 en el listado junior. En su futura experiencia en París, en mayo, buscará emular lo que grandes emblemas hicieron en el pasado a su edad. Si bien son otros tiempos, y los ciclos de maduración de les tenistas cambiaron, Larraya Guidi tiene el potencial para apuntar a objetivos grandes.
Solana Sierra, el bastión de la nueva camada
Si uno se refiere al presente y futuro del tenis femenino nacional, debe mencionar sí o sí a Solana Sierra. La marplatense, de 18 años, culminó hace poco tiempo su etapa juvenil y ya está enfocada 100% en el profesionalismo. En ese ciclo formativo, alcanzó la final de Roland Garros Sub 18 el año pasado. En el mes de julio de 2022 fue número 7 del mundo en el ranking junior.
Cada vez más consolidada entre las adultas, la diestra tuvo un exitoso estreno en la selección nacional y ya está top 370 del escalafón pro. Esto se produjo en base a un estilo de juego moderno y ofensivo. Otra de las claves es que cuenta con una notoria adaptación a diversas superficies. Si bien posee potencia en su drive, tiene también la regularidad necesaria para evitar apuros. Si aumenta aún más su paciencia para ciertos puntos decisivos, su tenis no tendrá techo.
En este momento se encuentra en etapa de armado de nuevo cuerpo técnico, y también en competencias internacionales. Es por ello que, esta vez, no pudo estar en la convocatoria del combinado nacional para la Billie Jean King Cup.
Contemporáneas a Sierra, se destacan Luciana Moyano y Lucía Peyré. La primera continúa con sus torneos junior, en tanto que la segunda ya comenzó su camino en la Universidad de Oklahoma, en Estados Unidos. Ambas ya transitan por el ranking WTA.
Como la marplatense, las dos tienen un juego de ataque, dinámico, caracterizado por la soltura de sus golpes. Moyano posee un drive de profundo armado y notable balance. Peyré se distingue por sus rápidas devoluciones.
Juventud divino tesoro
Además de las mencionadas, es momento de volver a la generación de Larraya Guidi. Allí se encuentra otra enorme parte del futuro del tenis albiceleste. Quien acompañó a la tandilense en San Pablo, en la Roland Garros Juniors Series, es Luna Cinalli. Aún más chica que su colega, la rosarina de 14 años alcanzó las semifinales de ese certamen, en donde cayó ante la posterior subcampeona, la brasileña Pietra Rivoli.
De marcada personalidad y carácter, la joven se planta en la cancha con firmeza y despliega un tenis de ataque. En su caso, posee revés a una mano, pero esa no es su herramienta más lúcida hasta el momento. Esto es debido a que su derecha invertida le da enorme rédito para definir puntos.
Si bien le gusta atacar, también tiene recursos defensivos desde el fondo de cancha. Esta temporada es posible que haga su debut profesional.
De la misma edad que Cinalli, y habitual rival en los torneos nacionales, se encuentra Candela Vázquez. De un tenis impactante y distinto al de las mencionadas con anterioridad. Ella no se vuelca a un estilo de ataque, sino de contragolpe, con una variedad de tiros brillante. Es una auténtica maga adentro de la cancha. Tiene claridad estratégica y visión de juego. Tirá efectos con comodidad y muestra paciencia.
Dentro de todas estas visibles cualidades, con el tiempo su juego deberá adaptarse a superficie rápida, en donde aún no cuenta con experiencia. Con 14 años ya está cerca del top 300 del ranking junior.
Otros nombres a tener en cuenta
Cercana a la categoría 2008, de diciembre de 2007, es Josefina Estévez. De juego aguerrido y de ataque, la joven ya se encuentra en el ranking WTA. Además, fue finalista del pre tournament del Argentina Open, lo que le permitió jugar la qualy. Aquello fue una importante experiencia para aumentar rodaje.
También 2007, y de vocación ofensiva, se encuentra Sara Conde. Marplatense como Sierra, la jugadora hizo su debut profesional este año en Tucumán. Ya sumó una victoria en cuadro principal de W25, lo que la acerca al listado ecuménico.
Para remarcar el inconmensurable potencial del tenis femenino argentino, hay más jóvenes de gran proyección. Algunas de ellas son Lourdes Ayala, Luisina Giovannini, Martina Bulbarella, las hermanas Carla y Katja Markus, Eugenia Ceinos, Chiara Di Genova. Además, en el próximo ranking oficial, ingresarán al mismo Justina González Daniele, de 17 años, y Luciana Blatter, de 19.