La crisis agropecuaria ocasionada por la peor sequía de los últimos 60 años no da respiro a les productores del campo en el país. Las provincias cuya principal actividad económica es la agricultura continúan en alerta por el impacto de las condiciones climáticas en los cultivos y las duras consecuencias a nivel económico.
Frente a esta situación, el gobierno nacional anunció, a través de la declaración de Emergencia Agropecuaria, una serie de medidas de asistencia económica para les productores. Sin embargo, distintas confederaciones representantes del campo denuncian que el programa no sólo es insuficiente sino que no ha sido aplicado.
En consecuencia, la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (CARSFe) se declaró en estado de alerta y movilización en caso de que no se anuncien medidas eficaces de asistencia. Por otro lado, en el contexto de los 15 años de la Resolución 125 del 2008, el campo se manifestó para exigir la eliminación de las retenciones a la exportación.
La sequía y el panorama económico
La falta de lluvias llegó a afectar el 55% del país, pero las provincias más golpeadas son aquellas con producción de cereales destinada a la exportación al mercado internacional: Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en esta campaña se anticipa una de las peores cosechas de soja de los últimos 15 años. Los cultivos de maíz y arroz también se ven severamente afectados.
A raíz de esto, las exportaciones de la agroindustria cayeron casi un 30%. Frente a este panorama, en el contexto de la cuarta revisión del acuerdo que el gobierno nacional mantiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo acordó disminuir en 2.000 millones de dólares la meta de acumulación de reservas del Banco Central.
A partir de la declaración de Emergencia en el sector, el gobierno del Frente de Todos se comprometió a otorgar una asistencia monetaria a les productores afectades por la sequía. También, la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) oficializó un paquete de medidas de alivio fiscal para les damnificades. No obstante, el campo considera “insuficiente” esta ayuda y amenaza con tomar medidas de fuerza.
El descontento creciente del campo
Agrupaciones como la Federación Agraria Argentina, la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) manifestaron su inconformidad frente a las medidas de los gobiernos para paliar los efectos de la crisis. Según denuncian, las medidas anunciadas no llegan al productor con la “celeridad y facilidad necesaria”.
Desde CARSFe, comunicaron que “la situación climática de sequía que progresivamente fue afectando la producción agropecuaria en toda la provincia de Santa Fe, se hace hoy insostenible para todas las actividades que se desarrollan”. Por otro lado, denunciaron que la compleja situación que atraviesan es también producto de las “erróneas políticas determinadas por el Gobierno nacional, que limitan toda capacidad de ahorro e inversión, de crecimiento y desarrollo”.
Además de declararse en estado de alerta, la Confederación envió una carta al gobernador santafesino Omar Perotti, solicitando que “como representante máximo de una provincia que está declarada en emergencia y desastre hace 14 meses por una sequía que comprende la totalidad del territorio, arbitre todos los mecanismos que estén a su alcance”.
Cumplidos los 15 años desde la Resolución 125/2008, que impuso el cobro de aranceles a la exportación de cereales, desde CARSFe aprovecharon para reivindicar su oposición a las retenciones: “en las cuestiones de fondo, le solicitamos (al gobernador) que peticione con vehemencia a la Nación la eliminación de los derechos de exportación”.