El pasado martes se registraron nuevos incendios frente al predio en donde se encuentra la central de energía nuclear Atucha, ubicada en Lima, en el partido bonaerense de Zárate. Ante la situación se realizó un operativo de bomberos y Defensa Civil de la Provincia de Buenos Aires, que declaró que la planta estaba protegida.
Por su parte, la Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) declaró que la planta no se ve afectada por los incendios dados en la zona lindera al Río Paraná de Palmas. Sin embargo, el personal de la planta debió salir una hora antes por la presencia de humo. En ese sentido, aseguraron que no se trató de una evacuación, ya que el funcionamiento de la planta continuó sin inconvenientes.
Incendios sospechosos
Las miradas se posaron sobre las plantas nucleares tras el apagón masivo del miércoles 1 de marzo. Jose Luis Antunez, presidente de la Nucleoeléctrica Argentina, comentó en una entrevista que el apagón se debió a lo emanado por el fuego, lo que afectó al Sistema Interconectado Nacional.
Rodolfo Kemps, investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica y dirigente nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), explicó a Nota al Pie que lo ocurrido fue por la quema debajo de tres líneas de alta tensión. Por ello, se activó un sistema de protección producto del ascenso del hollín y partículas. Hubo una salida del sistema y la central se desacopló de la línea de alta tensión. La vuelta a la normalidad tardó 22 horas.
Con respecto a los nuevos incendios, sostuvo que falta una mirada pública para la custodia de todo el sistema, ya que se adjudica que las quemas fueron malintencionadas para generar pánico.
En esa línea, Alberto Fernández declaró que se trató de un boicot. “No tengo ninguna duda de que fue un sabotaje, lo único que estaba incendiado era el campo abajo de los cables. Y tuvo por propósito cambiar el eje de lo que había sido mi discurso”, aseguró.
En tanto, el Ministerio de Economía le solicitó al juzgado federal que investigue lo ocurrido y tome las medidas necesarias para dar con les responsables. Sin embargo, hasta el momento no hay datos nuevos en materia legal.
La situación de Atucha III
El primero de febrero de este año el gobierno lanzó un comunicado sobre la firma del contrato entre la empresa estatal NASA y la Corporación Nuclear Nacional de China para la construcción de una nueva central nuclear en Argentina. Se trataría de Atucha III, la cuarta en el país.
La planta, cuya construcción se da en el marco de la recuperación de la política de desarrollo del sector nuclear impulsada por el Estado, estaría ubicada en el predio del Complejo Nuclear Atucha, partido de Zárate. Desde el Gobierno sostienen que contribuirá con una “fuente confiable, segura y limpia a la diversificación de la matriz energética nacional”. Esto permitirá que se reduzca la demanda de combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero.
La inversión realizada por China en el sector nuclear es de USD 8.300 millones. Si bien aún no se inició la construcción de la central, si se puso en operación la adecuación del territorio. Para ese trabajo se emplearon cerca de 600 operaries nucleades en las contratistas Henisa Sudamericana y Hurón. Quienes estuvieron involucrades en conflictos sindicales debido a la falta de pago de sueldos.
Por otro lado, sobre el acuerdo con China, Kemps opinó que es una buena iniciativa. “Se viene discutiendo para favorecer el intercambio para garantizar nuestra autonomía tecnológica. Veo positivo el avance en el acuerdo”, señaló.
A su vez, planteó que es un aspecto negativo que un sector de los medios de comunicación haya intentado boicotear el acuerdo. En ese sentido, expuso a quienes citaron a directivos del área nuclear “aduciendo de forma mentirosa la inseguridad de las centrales nucleares chinas, cuando está probado que este país avanza de manera vertiginosa y de manera segura con su parque de generación de energía”.
La visión antinuclear
En relación a este tema existen diversos grupos que se dedican a un activismo ambientalista, lo cual conlleva una mirada antinuclear. Por ejemplo, desde Movimiento Antinuclear sostienen que la producción de energía nuclear produce contaminación que atenta sobre los cuerpos y territorios. Además, aseguran que el Paraná está contaminado con radioactividad proveniente de las Atuchas.
Sin embargo, el presidente de la NASA afirmó en el programa Desiguales que es una fuente limpia. A su vez, desde la institución nuclear comunicaron a fines del año pasado que instalaron una nueva estación ambiental. La misma implica el desarrollo de una “red de monitoreo ambiental y radiológico en tiempo real, compuesta por dos estaciones analíticas con soporte técnico y científico remoto de la universidad española”.
Asimismo, Kemps sostuvo que la energía nuclear es segura. La mala fama sobre lo nuclear se debió a incidentes y el uso como artefacto de guerra, en referencia a la carrera armamentista entre Estados Unidos y Rusia.
El investigador afirmó que la energía nuclear es segura porque tiene un sistema redundante y un área específica del estudio de la seguridad. “Es la única fuente de energía que se hace cargo de los residuos, los cuales están minimizados. No hay emanación de gases de efecto invernadero. La seguridad tiene los estándares más altos”, explicó.
A su vez, comentó que hasta el mismo organismo internacional de energía atómica vela por la seguridad en la gestión de residuos radiactivos y los combustibles gastados.