Durante el verano, los carnavales correntinos se convierten en el centro de atención y despiertan un sentimiento muy particular. La pasión por esta demostración de alegría está presente en cada rincón del territorio y sus protagonistas se destacan por sus presentaciones, sus trajes y su compromiso cultural.
Una de las localidades que forman parte de este acontecimiento veraniego es Esquina. En ella, durante varios fines de semana, les vecines y turistas se concentran en el corsódromo para ver desfilar a su agrupación preferida.
Nota al Pie habló con Sara Micaela Ojeda, quien fue distinguida como Embajadora Cultural del Carnaval y destacó la pasión por los festejos en su localidad. “Las fechas de carnaval se viven con mucha intensidad, alegría y fanatismo. Es algo único”, afirmó.
Ojeda pertenece a la comparsa Yasí Berá, y junto a su par, Agustín Álvarez, de la agrupación musical Esquina Samba Show, tiene la responsabilidad de representar y llevar la alegría de esta fiesta por todo el territorio de la Argentina.
Asimismo, aseguró que “los carnavales son algo que se hace notar; llama mucho la atención, convoca al turismo y disfrutan mucho de la pasión que llevamos y que expresamos cuando presentamos nuestro espectáculo”.
Noches de identidad
Esta fiesta se traduce en un espectáculo de mucho brillo, lentejuelas y noches enteras de preparación. En Esquina, las principales noches de carnaval se concentran en tres fines de semana. Durante estas fechas, el corsódromo, que se expande por cinco cuadras, la tribuna y el palco se llenan de espectadores y bailarines.
Por otra parte, Ojeda explicó que “antes de las presentaciones, se hacen banderazos de las comparsas más grandes, en las que todas las personas fanáticas de esas agrupaciones se reúnen y comienzan a vivir el carnaval”. Entre las agrupaciones que se presentan se encuentran Samba Show, Yasí Berá, Carú Curá, Yasiberacitos, Carúcuracitos y Yeroquí Porá.
También expresó: “Acá es algo que se ve y se demuestra de esa forma el carnaval, con mucha hinchada por parte de la gente”. Y comentó que otro de los momentos que hacen a esta fiesta es cuando se premia las participaciones con la coronación de las reinas de cada comparsa.
Además, la embajadora destacó el valor cultural y la presencia de las infancias en cada una de las agrupaciones. Las futuras presentaciones dependen, en gran medida, del incentivo que reciben por parte de les mayores.
Al respecto, Ojeda sostuvo: “A mí me encanta ver a los niños mostrándose y animándose a bailar, sobre todo porque ya muestran de chicos la pasión que tienen, la diversión que le causa, y eso también nos anima”. A su vez, la entrevistada agregó que “hay que tener en cuenta que es mucha gente la que te está viendo y aun así los nenes se animan y participan”.
La designación
Sara Ojeda tiene 17 años, el año pasado culminó sus estudios secundarios y también se recibió como profesora de danzas clásicas. “Mi familia vivió conmigo la designación desde muy cerca. Me apoyaron, me felicitaron todos, hubo mucho apoyo de todas partes”, comentó respecto a su nombramiento como embajadora.
Les postulantes para dicha distinción deben cumplir con dos requisitos fundamentales. Primero, realizan un examen y una entrevista sobre los aspectos destacables de la cultura de la localidad y de la provincia, y en segundo término se evalúa el desempeño durante las presentaciones en el corsódromo.
La embajadora dijo que “si bien fuimos varios los que nos presentamos hay que destacar que no hubo nada de competencia, fue una designación cálida y amorosa”. Cabe mencionar que no solo se designan embajadores, sino también representantes, y cada año se renuevan les candidates.
“La verdad es que esta distinción demanda mucha responsabilidad. Ser una embajadora cultural de mi ciudad, de Corrientes en general, es algo que no me esperaba”, comentó Ojeda. La designación también contempla el diseño del traje, la expresividad y la simpatía.
Pasado y presente
La embajadora tiene un vínculo estrecho con los carnavales desde muy chica. Participó en Yasiberacitos hasta los 13 años y en 2022 regresó con todo. “Para mí el carnaval es diversión, es felicidad porque lo vivís y lo sentís desde adentro”, expresó. En esta línea, destacó que el valor agregado de su comparsa es el poder de identidad: los colores, los trend, la música y el despliegue. Por todo esto, la definió como “la comparsa del pueblo”.
Ser parte de una comparsa implica mucho compromiso, sustento físico y económico. En este sentido, Ojeda explicó que se prepara físicamente desde septiembre. Algo que también requiere de tiempo y dedicación es el diseño de los trajes, de las carrozas y las preparaciones coreográficas. Por esta razón, esto se realiza con anticipación.
Además, los carnavales también son un factor turístico importante. Así se convierte en uno de los eventos que pone en movimiento la gastronomía, los servicios de hotelería y de remisería.
Para finalizar, resaltó el sentido de pertenencia y el trabajo de mucha gente que participa desde “el detrás de escena” para que todo salga de la mejor manera. “Yo como bailarina y comparsera desde chica amo esto. Para mí estas son las mejores épocas del año, es lo que más disfruto”, concluyó.