En la Cámara de Diputados de la Nación, a mediados de febrero, integrantes de diversas comunidades del país, defendieron sus propuestas de creación de nuevas universidades. Las exposiciones tuvieron lugar en el marco de una convocatoria realizada por la Comisión de Educación del cuerpo legislativo.
En la actividad expusieron ciudadanes de la ciudad bonaerense de Saladillo y de Cañuelas, quienes aspiran a tener su propia universidad. Ambas universidades estarían geográficamente ubicadas muy cercanas una de la otra, lo que ha sido causa de objeciones.
De modo similar, la propuesta de la Universidad Nacional de Pilar tendría su sede con cierta proximidad a la Universidad Nacional del Delta, con instalaciones a emplazarse en Tigre y Escobar, dos distritos cercanos. Esa cercanía también ha sido objeto de críticas, bajo el argumento de superposición entre ambas casas de estudios.
También, se analizó la nacionalización de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), que pertenece a la gobernación de esa provincia. Ese proyecto recibió como crítica una aparente superposición con la ya existente Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), que tiene sede en Paraná, Concordia y otras ciudades entrerrianas.
También expusieron referentes del distrito de Ezeiza, quienes proponen que la universidad provincial de esa ciudad, actualmente dependiente de la gobernación bonaerense, pase a la órbita nacional. Además, les impulsores de la Universidad Nacional de Río Tercero, Córdoba detallaron sobre su proyecto.
Finalmente, integrantes del Instituto Universitario de Madres de Plaza de Mayo, defendieron la idea de que esa casa de estudios se transforme en universidad nacional, para obtener mayores recursos.
La actividad donde se presentaron detalles de cada propuesta fue coordinada por la presidenta de la Comisión de Educación, la diputada Blanca Osuna, del Frente de Todos. La legisladora anhela que la totalidad de los proyectos se concreten. En diálogo con Nota al Pie, brindó sus fundamentos para sustentar cada una de esas iniciativas.
Diputada, actualmente se está debatiendo sobre la creación de nuevas universidades. Sin embargo, el proyecto ha tenido algunas resistencias. ¿Desde qué sectores y con qué argumentos se ha objetado la creación de nuevas casas de estudio?
La creación de universidades, como todos los proyectos que se presentan en la Cámara de Diputados y Diputadas, son discutidos en las comisiones donde tienen giro. En el caso de la creación de universidades, en la Comisión de Educación y en la de Presupuesto y Hacienda. Las comisiones son el espacio donde los y las diputados que la integran, oficialismo y oposición, discuten sobre los proyectos y también se sugieren modificaciones que son consensuadas.
Todos los proyectos que obtuvieron dictamen es por eso que fueron incluidos en los temarios de dos sesiones el año pasado. Con esto quiero decir que el ámbito de discusión fue ese y se logró cierto consenso. Por otra parte, las comunidades de las provincias y localidades en donde se ubicarían las nuevas universidades se manifiestan totalmente a favor de que existan. Inclusive dos de las universidades que se pretenden crear son proyectos presentados por la oposición.
Crear universidades nacionales permite la democratización del derecho federal a la Educación Superior. Es necesario que la oposición haga su trabajo y vaya a las sesiones a trabajar. Ahí es el espacio para dar la discusión y expresar las objeciones. Las comunidades que impulsan las 8 universidades estuvieron en la Cámara de Diputados y pidieron que los proyectos se aprueben. Eso es lo que tenemos que hacer.
La educación universitaria puede financiarse de dos modos. Se puede financiar la oferta pública, creando universidades estatales cuyo costo de creación y funcionamiento será absorbido por el Estado, y por ende los alumnos no deberán abonar importe alguno. La otra opción es que el Estado financie la demanda, es decir financiar directamente al alumno con un voucher, y él elige en qué universidad estudiar, pudiendo ser una pública o privada. Está última modalidad nunca es discutida en Argentina, en tanto que otros países del mundo la adoptaron. ¿A qué se debe que no se considere esta opción?
La educación pública de gestión estatal tiene una larga historia y es parte de la identidad de nuestro país. Las universidades nacionales gratuitas y de calidad, como son en nuestro país, no solo representan una oferta sino que responden a construcciones pedagógicas. Son autónomas, se garantizan los derechos laborales de los y las docentes y no docentes, y también de los y las estudiantes.
Estas características de nuestras universidades han posibilitado la inclusión educativa de muchas personas. Inclusive las universidades creadas durante el 2009 en el conurbano bonaerense permitieron que haya generaciones de primeros profesionales en muchas familias. Entre 2011 y 2020 el sistema universitario argentino registró un crecimiento del 28,2% en la matrícula de estudiantes de pregrado y grado, un incremento del 55,5% de nuevas y nuevos inscriptos y del 12,2% en sus egresados.
En este momento histórico proponemos un modelo de educación superior de cercanía y también vinculadas a las dinámicas productivas, culturales y sociales de las poblaciones. También tenemos la convicción que es el Estado quien deberá garantizar el derecho a la educación y lo tienen que hacer en la integralidad que se construye. Esto lo permite la creación de instituciones y no lo podría hacer mediante un voucher.
Por otra parte, y mirando la propuesta que mencionás, desde la práctica en muchos lugares no hay universidades de gestión privada. La educación no es un gasto, es una inversión y una obligación indelegable del Estado.
El Instituto Universitario Madres de Plaza de Mayo adoptó en su momento la modalidad de instituto porque su propuesta de formación se orientaba estrictamente a los derechos humanos. Esa se debió a que esa temática es la que dio origen a la organización. Cambiar al modelo de universidad implicaría adoptar disciplinas que no necesariamente se vinculan a los derechos humanos, lo cual perdería la esencia original de ese proyecto. ¿Cuál es su postura al respecto?
Todas las universidades como cualquier institución son organizaciones dinámicas. Eso implica que su propio desarrollo hace que algunos de sus objetivos y planificación académica se vayan modificando. Esta es la historia del Instituto Universitario de Madres.
Según la Ley de Educación Superior los institutos universitarios contienen carreras de una disciplina, pero la perspectiva política pedagógica de derechos humanos es y puede ser transversal a muchas carreras, o se podría decir a todas. Por lo tanto, se propone que el Instituto Universitario de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo, en el proceso de su crecimiento, al convertirse en Universidad, mantenga dicha perspectiva pero incluyendo otras disciplinas.
Un ejemplo exitoso que se ha aprobado es el Instituto Universitario Nacional de las Artes que se transformó en la Universidad Nacional de las Artes y demostró su enorme crecimiento.
¿Cuáles serían los argumentos para impulsar una nueva universidad nacional en Entre Ríos siendo que allí, en varias ciudades, tiene sedes la UNER?
Tal como mencioné anteriormente las instituciones se van modificando a lo largo de su historia. Por otro lado, la vida de las instituciones educativas en general y de las universidades en particular no responden a la lógica de mercado de oferta demanda o de costo-beneficio. Esto no niega que exista una planificación estratégica del sistema educativo superior.
La Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, que pretendemos se convierta en universidad nacional, tiene características de universidad. Posee sedes académicas en Paraná, Concordia, Concepción del Uruguay, Federación y Gualeguaychú. Tiene 42 planes de estudio de Educación Superior que se replican en 66 carreras de grado y pregrado con validez nacional, y cuenta con una matrícula mayor a 13 mil estudiantes. Entre ellos, un 75% son primera generación de universitarios en sus familias. Esas son algunas de las razones por las cuales consideramos que los y las entrerrianos deben contar con la Universidad Nacional Juan L. Ortíz.
¿A qué se debe que algunas provincias crearon universidades (Universidad Provincial de Ezeiza UPE y la Universidad Autónoma de Entre Ríos UADER) pero luego intentan nacionalizarlas (parcialmente en el caso de UADER y totalmente en el caso de UPE)?
El Estado nacional es federal, y por esa razón tiene responsabilidades en todas las jurisdicciones para garantizar los derechos que nuestro pueblo tiene. La Educación Superior es uno de ellos. Esto habilita a las provincias a soñar y proyectar universidades nacionales.
Al caso de la Universidad Nacional Juan L. Ortíz me referí en la pregunta anterior. Respecto a la UPE, la nacionalización es un proyecto que ya se presentó 8 veces en la Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación. Tiene un gran valor social para la comunidad y también para el país por la oferta académica que tiene, vinculada a la industria aeronáutica.
Se objeta la creación de la Universidad de Saladillo con el argumento de que se encontraría demasiado próxima a la de Cañuelas. Similar situación ocurre con la de Pilar, que se ubicaría geográficamente próxima a la del Delta, con una de sus sedes en Escobar. ¿Cuál es su opinión al respecto?
La variable geográfica es una a tener en cuenta para analizar un proyecto de creación de una universidad, pero hay otras que resultan muy valiosas a considerar. Los proyectos que mencionás proponen una oferta académica vinculada a circuitos productivos, sociales y culturales. La creación de esas universidades busca entramarse en una red de desarrollo de estos territorios para potenciarlos, formando profesionales que puedan dar respuesta a esas necesidades.
Y, por otra parte, la cercanía y lejanía en algunos casos puede ser una variable subjetiva. El derecho federal a la Educación Superior se garantiza si se construyen oportunidades reales para los y las ciudadanos. Y esto es en algunos casos tener universidades próximas, que permitan a quienes quieran estudiar poder hacerlo conjuntamente con otras actividades laborales o de cuidado.