Mario Carlón es licenciado en Historia del Arte de la Universidad de La Plata (UNLP), doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), teórico de la comunicación e investigador. Fue entrevistado por el programa radial El Algoritmo Escondido que se transmite por Radio con Vos para profundizar sobre la mediatización de la vida social producto de las tecnologías.
El equipo de la audición a cargo de Cecilia Boto, Pablo Mercau y Santiago Martínez Laino dialogó con el estudioso acerca del llamado “proceso de mediatización social”. Los interrogantes giraron en torno a la circulación del sentido en base a la inteligencia artificial, los riesgos de naturalización de algunos nuevos fenómenos o la tendencia a posturas “conspiranoicas” en los medios digitales.
Además, se trataron aspectos como los cambios en estas nuevas producciones de sentido y el rol que ocupan en las relaciones sociales en la actualidad. A propósito de los nuevos cambios, el investigador sostuvo que, frente a estos, es interesante dirigir la mirada a los procesos de mediano plazo y no tanto al impacto que genera lo que sucede en el momento.
La mediatización y su centralidad en las relaciones sociales
Estos procesos están vinculados “con el desarrollo progresivo de la mediatización de la vida social cuya discusión empezó a nivel internacional aproximadamente en la década de los 80”. Por otro lado, Carlón afirma que hoy “enfrentamos otro momento, el momento de la emergencia de la inteligencia artificial”.
Según el intelectual, la mediatización es un proceso que no se piensa, solamente, por “mirar lo que pasa en una pantalla de televisión o lo que pasa en el celular, etcétera”. Además, es un proceso que va estableciendo cambios que afectan el mundo económico, el mundo turístico, en formas de viajar y en la manera en que se contactan los seres humanos con los grupos sociales.
“La mediatización es un fenómeno tan importante como la globalización, como el urbanismo o como el desarrollo del individualismo en la historia de Occidente. Lo que hay que entender hoy es que no pensamos en medios como antes lo hacíamos, bueno, estudio cine, estudio televisión”, destacó el investigador.
“Se está hablando ya de un proceso que es un fenómeno mucho más profundo que afecta a los modos de producción y de recepción, pero en todos los niveles desde los micro sociales e Inter individuales hasta los niveles macro sociales y este proceso está caracterizando a las sociedades de Occidente”, afirmó Mario Carlón.
El sentido más allá de los dispositivos tecnológicos
En cuanto al abordaje de su estudio, el investigador expresó la necesidad de evitar la fascinación por los discursos de innovación tecnológica propios de las grandes corporaciones. Son fenómenos que suelen venir acompañados de un pretendido efecto revolucionario que van a tener sobre el comportamiento de los públicos. No hay que subestimarlos, pero no hay que “comprar”.
Para Carlón, ese aspecto es solo una parte de la cuestión. El otro aspecto a indagar es el problema del sentido. Por un lado, la revolución tecnológica, pero por otro lado es necesario contemplar el histórico fenómeno del sentido. “Hay que pensar que los dos fenómenos son importantes”.
Para ilustrar la propuesta de estudio, el intelectual ejemplificó a partir de un hipotético servicio comercial: “Un servicio de algoritmos que va a trabajar en la función de la determinación de un nicho, etcétera, pero tampoco se puede pensar a la vez que el fenómeno del sentido dejó ser importante”.
“En definitiva, cuando veas una imagen de Instagram vas a tener que pensar qué sentido produce esa imagen o qué sentido tiene esa campaña”, añadió. Dijo esto en referencia a la importancia que sigue teniendo el análisis de “la discursividad”, su circulación, sus efectos en el público y en la instancia de recepción de los mensajes.
Naturalización y confabulación del poder
Al ser consultado acerca de los peligros de naturalizar los nuevos sentidos, el entrevistado comentó que “hay una naturalización que funciona, que hay que de-construir permanentemente. La mediatización de la vida social, es un fenómeno que se acelera pero que estalla muy fuerte, que puede terminar con una crisis de los medios masivos”.
Finalmente, Carlón relativizó el peso de las teorías “conspiranoicas” según las cuales todo sentido deriva de una confabulación desde el poder. “No está mal, es cierto, sabemos que hay grandes corporaciones que oscurecen el funcionamiento de la política, el funcionamiento de una democracia en una crisis a nivel global, que hay un crecimiento de derechas”, precisó.
No obstante, argumentó que “en la medida en que a los actores le dieron el poder de publicar, la posibilidad de comunicar, de construir colectivos, que los fenómenos pasen de las redes a la plaza, que pasen a la calle a través de sus propios medios y que aprenden las lógicas para usarlo esta otra lógica, es la lógica de los actores sociales”.
Según Mario Carlón, esos actores utilizan esos medios, esas lógicas y se generan fenómenos de altísima importancia política y social, permanentemente. “Hay una transformación de la circulación discursiva y además otra mediatización de otro sistema que venía históricamente de los intercambios interinos individuales que era el teléfono o correo postal”.
Para ejemplificar la afirmación, comentó que “existe WhatsApp que tiene la posibilidad de intercambios Inter individuales, los distintos funcionamientos de Zoom que a veces funciona institucionalmente”.