A partir de su visita a Ohio y un video en redes sociales, Donald Trump arremetió contra la gestión política de Joe Biden. Criticó el suministro de armas a Ucrania y la escalada bélica y planteó que el “establishment de la seguridad nacional” pone sus propios intereses delante de los del pueblo estadounidense. Nota al Pie analiza el enfrentamiento de Trump contra funcionarios del Departamento de Estado y el complejo militar norteamericano.
“Primero vienen los tanques, luego las armas nucleares”
Así anticipó el político republicano que escalará el conflicto bélico en Ucrania. Sucede que la Casa Blanca definió aumentar exponencialmente el suministro de armas a Kiev con el propósito de contrarrestar la avanzada de Moscú. A un año del inicio de la Operación Militar Especial, Biden otorgó 10 billones de dólares mientras desatendió el frente económico interno. Según Trump, la ayuda militar de Estados Unidos “está matando mucha gente”.
La situación militar y política en Ucrania se ha agudizado a tal punto que Estados Unidos, encabezando la OTAN, ha sido capaz de involucrar a los principales socios de la Unión Europea en el suministro de armamento. Alemania, Francia y Polonia, pero también los países bálticos han reforzado el envío de arsenal militar con el claro objetivo de doblegar la voluntad rusa. Frente al fracaso de las negociaciones diplomáticas por una salida pacífica, el intercambio nuclear comienza a aparecer como una amenaza concreta.
El pasado martes Vladimir Putin anunció que su gobierno se retira del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, conocido como Nuevo START. Este acuerdo es el último firmado entre las dos principales potencias nucleares, Rusia y Estados Unidos, prorrogado por cinco años en 2021. El presidente ruso afirmó que deben estar preparados para probar armas nucleares “si Estados Unidos lo hace primero”. El involucramiento real, pero no formal de varios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en el enfrentamiento bélico fue el detonante que motivó al Kremlin a ensayar el retiro del Nuevo START como un elemento de presión.
Trump se posiciona como mediador
En este marco de agudización del conflicto en el que las potencias occidentales aumentan los presupuestos de Defensa para robustecer el flujo militar hacia Kiev, Trump reaparece arremetiendo contra Biden y posicionándose como un actor clave. El ex presidente visitó Eastern Palestina, una localidad del Estado de Ohio que sufrió un derrame de químicos la semana pasada, y llevó agua y suministros luego de la trágica situación que vivieron. Aprovechando la ocasión, Trump hizo referencia al despilfarro de dinero que la administración demócrata realiza priorizando el conflicto en Ucrania por sobre las necesidades de sus propios ciudadanos.
Además, lanzó un nuevo video de campaña en el que, entre otras cosas, confirmó que Estados Unidos financió y organizó el golpe de Estado en Ucrania en 2014 en el que fue destituido el por entonces presidente prorruso Víktor Yanukovich. A su vez, planteó que la Tercera Guerra Mundial “nunca estuvo tan cerca” y que esa situación es responsabilidad de los “belicistas” y “corruptos” que dirigen el Departamento de Estado y el Pentágono. A propósito, reivindicó su gestión como la única “en generaciones que no empezó una guerra” porque rechazó el “catastrófico consejo de generales, burócratas y diplomáticos de Washington”.
En consonancia con sus incipientes planteos a semanas de haberse desatado el enfrentamiento en Ucrania, Trump apeló al desarrollo de una mesa de negociación como salida al escenario actual. “Si volviera a ser presidente llamaría a Putin y a Zelenski y resolvería el conflicto en 24 hs”, ironizó. Sin embargo, las palabras del dirigente republicano se encuadran en una estrategia geopolítica internacional a la que adscriben potencias como China. A través de una carta elaborada por su Ministerio de Relaciones Exteriores, convocó a reanudar el diálogo y trabajar por una salida pacífica ejerciendo el derecho internacional y respetando la soberanía.
El enfrentamiento de la élite estadounidense en un mundo multipolar
A contramano de los intereses que predominan al interior de la OTAN, Trump se alinea con la estrategia multipolar de China y otros países que, desafiando el orden unipolar belicista, convocan a una resolución pacífica. Aún así, su repentina aparición y la ratificación de su planteo inicial expresan más una crisis de poder de la élite estadounidense que la voluntad de un dirigente estadounidense de optar por la paz.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta los gobiernos de Bush y Obama, el Estado Profundo norteamericano respetó un acuerdo estratégico: despejar las disputas intestinas cuando se abrían oportunidades en el frente exterior. Es decir, cerrar filas y alinear todos los factores políticos, militares y sociales para desarrollar, involucrarse o planificar una guerra en el extranjero de la cual pueda beneficiarse. De hecho, actualmente los congresistas demócratas y los republicanos que no están bajo el ala trumpista han denunciado las acciones de Moscú y motivado las acciones económicas y militares que condujeron al escenario vigente. El propio senador de Texas y opositor a Biden, Ted Cruz, celebró las sanciones al gasoducto Nord Stream 2, por ejemplo.
Durante décadas, demócratas y republicanos se han turnado en la administración formal de la Casa Blanca, pero el poder real de los principales resorte de gobierno siempre han estado bajo control de una élite acostumbrada a un mundo unipolar que ya no existe. Con la emergencia de Trump ha entrado en tensión un acuerdo fundamental: el de fortalecer el complejo militar industrial como herramienta para concentrar la riqueza entre las principales firmas financieras del planeta.
Luego de su salida de Washington en 2020 y las legislativas de 2022 toma impulso y sostiene que bajo un eventual nuevo mandato suyo echará a la cúpula del Departamento de Estado y el Pentágono que han actuado históricamente de esta manera. “Tendremos un nuevo grupo de funcionarios de seguridad nacional competentes que creen en la defensa de los intereses vitales de Estados Unidos por encima de todo”, asegura un envalentonado Trump.