A través de un escrito, Finlandia y Suecia buscan ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Los países cuentan con el apoyo de gran parte de los miembros, pero Hungría y Turquía aún no avalaron su entrada.
De este modo, el próximo mes, el Parlamento de Hungría certificará si acepta la llegada de ambas naciones. No obstante, aún no se conoce cuándo lo decidirá Turquía.
En este sentido, se desarrollará una discusión preliminar en la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores el 1° de marzo. Asimismo, entre el 6 y 9 de ese mes tendrá lugar la votación para ratificar la adhesión de los países. Tras diversas complicaciones que aplazaron el inicio de decisión, les diputades húngares certificarán su apoyo a Finlandia y Suecia.
Desde la oposición responsabilizaron a Viktor Orban, primer ministro de Hungría, por las demoras en la elección de una fecha para la decisión. No obstante, desde el oficialismo explicaron que “no hay objeciones para el ingreso”. Así, tras casi un año de la presentación de los documentos ante Jens Stoltenberg, secretario general de OTAN, iniciará la votación.
Sin embargo, ambas naciones necesitarán del apoyo de los 30 miembros del organismo para sellar su ingreso. De acuerdo con el estatuto de la OTAN, se requiere una aprobación unánime para aliarse. Turquía será el último que deberá aportar su voto, pero particularmente no será fácil la adhesión de Suecia.
La postura de Turquía
El país presidido por Recep Tayyip Erdogan no mostró una postura contundente en favor del ingreso de estos países. En primera instancia, Turquía bloqueó ambas solicitudes, pero luego cedió. De esta manera, el 29 de junio pasado firmaron un memorándum en materia de seguridad. Aun así, deberá analizar algunas cuestiones.
La buena relación existente entre Erdogan y Vladimir Putin, presidente ruso, sería un primer punto de conflicto. El mandatario de Rusia no mantiene un buen vínculo con el organismo. Además, el gobierno turco apuntó contra Suecia por la recepción de combatientes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El origen del conflicto se remonta a una disputa del partido con Turquía para sellar la independencia de la región de Kurdistán. En consecuencia, esto supone un grave problema porque el oficialismo turco los considera como terroristas. De hecho, Mevlut Cavusoglu, ministro de Asuntos Exteriores turco, explicó que “nuestros problemas con Finlandia son menores que con Suecia”.
El vínculo entre la OTAN y Ucrania
Las disputas internacionales alrededor del organismo son grandes. El pedido de ingreso a la OTAN por parte de Ucrania comenzó en 2008 junto a un acercamiento a la Unión Europea (UE). El gobierno de Víktor Yúschenko promovió estas decisiones, aunque no se consumaron por la llegada de Víktor Yanukóvich, presidente ucraniano prorruso.
Su veto al ingreso de Ucrania a la OTAN significó una primera señal de alerta. A partir de allí, se desarrolló el Euromaidán, un conflicto que inició por manifestantes nacionalistas ucranianos que deseaban la adhesión a la UE y certificaron la destitución del entonces presidente. Sin embargo, el deseo latente persiste hasta hoy.
El actual mandatario de Ucrania, Volodimir Zelenski, volvió a impulsar el ingreso de su país a la OTAN ante sus inminentes conflictos con Rusia. Putin catalogó a esta decisión como una ampliación del organismo y un avance en la militarización que suponía un peligro para la seguridad rusa. En consecuencia, se transformó en un detonante para el inicio del conflicto bélico junto a otros antecedentes históricos.