El asesino de la “Masacre de Flores”, condenado a cadena perpetua en 1995, volvió a pedir la libertad condicional a 29 años del crimen. En aquel entonces, Fructuoso Álvarez González, que hoy tiene 62 años, fue acusado por el crimen de cuatro integrantes de la familia Bagnato y el de un amigo, tras el incendio intencional en la vivienda que la familia habitaba en el barrio porteño de Flores, el 17 de febrero de 1994.
Matías Bagnato, hijo mayor del matrimonio asesinado y único sobreviviente de la masacre, dedicó gran parte de estos últimos 29 años al seguimiento del caso. Su objetivo es que la Justicia no otorgue la libertad que la defensa del asesino pide hace tiempo y en reiteradas ocasiones.
Sin embargo, en las últimas horas, Álvarez González ingresó a un programa de “prelibertad” que podría otorgarle la excarcelación.
La decisión sobre la situación del homicida fue tomada por la jueza Nacional de Ejecución Penal 1, María Jimena Monsalve, quien dio lugar al pedido de excarcelación solicitado por los abogados de González, debido a que ya cumplió más de dos décadas de prisión.
Al respecto, Patricia Croitoru, abogada del acusado, sostuvo que su defendido “está pasado del término” que indica su condena y que, al no ser reincidente, debería tener la posibilidad de salir.
“Con el objeto de respaldar al condenado en su progresividad dentro del régimen penitenciario, como así también en su (eventual) retorno al medio libre, corresponde requerir su incorporación al programa de prelibertad, debiendo elevar todos los informes pertinentes”, detalló Monsalve en su fallo.
De la mano con esto, la jueza solicitó al Servicio Penitenciario Federal una serie de informes socioambientales que indiquen, mediante evaluaciones, si Álvarez González está en condiciones de ser excarcelado.
Horas después de haber recibido la noticia, Matías Bagnato comunicó en sus redes sociales que padece una caída anímica. “Recién ahora puedo escribir después de pasar un día terrible. Hoy a la madrugada (domingo) me enteré x un medio de comunicación que el asesino de mi familia Fructuoso Álvarez González fue incorporado en un programa de ‘PRE LIBERTAD’ en el marco del nuevo pedido de libertad condicional”, escribió.
Fuentes cercanas reconocieron que Matías no está en condiciones de hablar por prescripción médica hasta que su situación mejore. Sin embargo, Luciana Carrasco, una de sus abogadas, dialogó con Nota al Pie y afirmó que “se inició el proceso en el que la jueza decidirá si le otorga la libertad o no, mientras dure este proceso será incorporado al régimen de prelibertad, lo que no implica que le vayan a dar el beneficio necesariamente”.
“Los informes solicitados por la jueza no son vinculantes, lo que quiere decir que no obliga a la Justicia a tomar una decisión. El informe puede ser muy bueno y ella puede decidir que no salga, o puede ser terrible y darle la libertad igual”, sostuvo la letrada.
Sobre la Masacre de Flores
Los hechos se desencadenaron la noche del 17 de febrero de 1994 cuando Fructuoso Álvarez González incendió de forma intencional la vivienda que habitaba la familia Bagnato en Flores. Las pericias policiales confirmaron que el acusado había arrojado dos bidones con combustible para prender fuego la casa.
El incendio dejó un saldo de cinco víctimas fatales: José Bagnato (42), su esposa Alicia Plaza (40), sus hijos Fernando Bagnato (14) y Alejandro Bagnato (9) y Nicolás Borda (11), un amigo de los chicos que se había quedado a pasar la noche con ellos.
El único sobreviviente de la brutal masacre fue Matías, quien luego de los hechos se fue a vivir con su abuela y comenzó la lucha por el pedido de justicia que continúa hasta hoy.
La justicia dictaminó que Álvarez González había decidido asesinar a la familia por una presunta deuda de 180.000 dólares que no pudo cobrarles. Varios años antes del homicidio, el culpable había sido socio de la fábrica de zapatillas que era propiedad de los Bagnato.
En 1995, el asesino fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral N°12. Sin embargo, en el año 2004, fue extraditado a España porque alegó tener familia ahí, donde fue beneficiado por un error en el cómputo de la pena y puesto en libertad.
Siete años después, González fue recapturado en Argentina, a donde había vuelto para cometer reiteradas amenazas contra Matías Bagnato, donde aseguraba que iba a matarlo igual que a sus padres y a sus hermanos. Desde entonces, está preso en el Complejo Penitenciario Federal 1 en Ezeiza, desde donde se realizaron distintos pedidos de libertad que la Justicia rechazó, favoreciendo la seguridad del sobreviviente de la masacre.
El juez José Pérez Arias, del Juzgado Nacional de Ejecución Penal N°1, detalló que el condenado posee “indicadores compatibles con narcisismo, anestesia afectiva, impulsividad y escasa tolerancia a la frustración con nula capacidad empática”.
Álvarez González sostiene aún hoy que no tuvo participación en el crimen, y se considera una víctima de los medios de comunicación y de la justicia.
Mientras tanto, Matías fue comunicado telefónicamente acerca de la solicitud de libertad condicional, pero nunca le informaron acerca de la decisión de la jueza de incluirlo en el régimen de prelibertad.
“No conocemos los tiempos de la jueza, porque es nueva. Solo si ella toma una resolución a favor de Álvarez González, la fiscalía podrá presentar un recurso en contra de la medida”, concluyó Carrasco