El devastador terremoto, que también sufrió Turquía, puso de nuevo a Siria en la agenda de los principales medios del mundo. Según cifras oficiales, a causa de la catástrofe natural, al menos 6000 personas fallecieron en el país arabe e incluso 5.6 millones se han quedado sin hogar.
Sin embargo, más allá de las terribles consecuencias del terremoto, Siria vive un enorme drama humanitario que data desde 2011. La guerra civil, potenciada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha causado un sinfín de problemáticas para el pueblo sirio. Antes de ser víctima del desastre natural, la nación árabe fue víctima del injerencismo atlantista y de una guerra civil que, además de regar de sangre el suelo sirio, multiplicó las consecuencias del terremoto.
Las cifras del drama
Según datos de la Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU), en la actualidad, más del 90% de la población siria vive bajo la línea de pobreza. En números concretos, esto significa que alrededor de 12 millones de personas pasan hambre. En este contexto, casi la mitad de les niñes no asisten a la escuela, quedando a la deriva del trabajo infantil, la trata de personas o el reclutamiento de grupos armados.
Del mismo modo, según informó la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU, 6.5 millones de personas se han convertido en refugiadas, mientras que 6.1 millones sufrieron el desplazamiento forzado dentro del país.
Asimismo, un total de 26.5 millones de habitantes necesitan protección humanitaria de manera urgente. Dentro de los límites de Siria, 14.6 millones requieren atención, sin embargo también se debe auxiliar a los 12 millones más que residen en los países que recibieron a los sirios refugiados.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU, a través de un informe publicado a mediados del año 2022, realizó la estimación más alta hasta el momento de muertes de civiles relacionadas con el conflicto en Siria. De acuerdo con el organismo, se calcula que 306.887 personas fallecieron desde el comienzo de la guerra civil, en el 2011, hasta marzo del 2021. Mientras los principales ONGs y organismos de DDHH atribuyen la represión al gobierno de Siria, otros sectores denuncian las maniobras imperialistas de EE.UU. y la OTAN como los causantes del drama del país árabe.
En consonancia con el informe, el elevado número de muertes expresa que, en promedio, todos los días durante esos 10 años murieron 83 civiles debido al conflicto. De la misma manera, la investigación puso de manifiesto que la cifra de muertes civiles representa el 1,5% de la población total de Siria.
Siria: sanciones e intervencionismo
En los últimos años, la aplicación de sanciones unilaterales por parte de algunos países occidentales, principalmente EE.UU., se ha convertido en la forma de intervencionismo más utilizada. En el caso sirio, según el Informe Oficial sobre las consecuencias de las Sanciones Unilaterales Impuestas contra Siria, emitido por las autoridades económicas del país árabe en el 2020, las restricciones tuvieron efectos devastadores en todos los sectores de la sociedad siria.
En primer lugar, las autoridades destacaron que la limitación a las operaciones comerciales causaron un gran retroceso en todo lo que respecta al sector de la salud nacional. De tal manera, se han visto afectadas las operaciones para obtener medicamentos, leche infantil, equipamientos e insumos médicos; como así también las materias primas o bienes intermedios necesarios para la industria médica.
En este sentido, las sanciones impuestas contra cualquier Estado o entidad financiera que tenga vinculación con Siria, además de las restricciones contra el Banco Central y el Banco de Comercio Sirio, han limitado considerablemente las operaciones tanto financieras como bancarias del país. Esta situación, entre otros importantes problemas, ha generado dificultades para acceder al crédito y ha obstaculizado las exportaciones del país.
Ante este panorama, según el gobierno sirio, el país arabe ha registrado inconvenientes en la llegada de barcos o containers de traslado de mercaderías hacia Siria. Las demoras en el suministro de las mercaderías solicitadas, el aumento de los costos de traslado e incluso la suspensión de contratos previamente acordados han sido una constante debido a las sanciones.
No obstante, las sanciones parecen extender sus efectos negativos sobre muchas otras áreas. Este impacto se puede observar, por ejemplo, en el rechazo de las compañías internacionales de seguro para operar en el país, en las limitaciones de las actividades comerciales de empresas extranjeras con Siria y en la devaluación de la moneda nacional frente a la moneda extranjera.