Este sábado, según señalaron el gobierno japonés y el Estado Mayor Conjunto surcoreano, Corea del Norte lanzó un presunto misil balístico intercontinental que terminó en las aguas de la zona económica exclusiva de Japón. De acuerdo a lo informado por las autoridades del Ministerio de Defensa nipón, el misil voló durante 66 minutos, recorrió una distancia de 900 km y alcanzó una altitud de 5700 km.
El ministro de Defensa de Japón, Yasukazu Hamada, sostuvo en comunicación con la cadena japonesa NHK, que el misil balístico intercontinental lanzado por Corea del Norte tiene la capacidad de alcanzar una distancia de 14.000 km. Según el funcionario, dependiendo del peso de la ojiva, el proyectil podría abarcar una gran parte de la totalidad del territorio de Estados Unidos.
En el día viernes, según reportó la agencia estatal KCNA, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano había advertido que, en caso de que EE.UU. y Corea del Sur realicen los ejercicios militares conjuntos estipulados en el 2023, “enfrentarán contraataques persistentes y fuertes sin precedentes”. De esta manera, los norcoreanos realizaron el segundo lanzamiento de un misil balístico en lo que va del año y ofrecieron una muestra más de su poderío militar y de su decisión política de fortalecer su Ejército.
Los ejercicios que preocupan a Corea del Norte
En el comunicado emitido por la agencia estatal, Corea del Norte denunció que EE.UU. busca convertir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) en una herramienta política de hostilidad ilegal contra el país. Del mismo modo, las autoridades norcoreanas señalaron que “EE.UU. y Corea del Sur han recurrido a la preocupante demostración militar desde el comienzo del año para invadir seriamente los intereses de seguridad de la Republica Popular Democratica de Corea (RPDC)”
Según detalló el Estado norcoreano, “este año el secretario de Defensa de EE.UU. visitó Corea del Sur para pedir el uso de armas nucleares contra la RPDC y el despliegue de más activos estratégicos en la península coreana”. Luego de eso, ambos países “realizaron tres rondas de ejercicios combinados en el cielo sobre el Mar Occidental de Corea”, según denunciaron las autoridades. En esa misma línea, de acuerdo al comunicado, EE.UU., Japón y Corea del Sur profundizaron su cooperación militar contra Corea del Norte en el último tiempo.
En este sentido, desde el estado norcoreano advirtieron que Estados Unidos y Corea del Sur tienen planeada la realización de más 20 rondas de ejercicios militares conjuntos a gran escala durante el 2023. “Esto augura que la situación en la península de Corea y la región volverá a sumergirse en el grave vórtice de la escalada de tensión”, señalaron desde Corea del Norte.
En este marco, los norcoreanos afirmaron que “la realidad demuestra claramente que EE.UU. y Corea del Sur son los archi criminales que perturban deliberadamente la paz y la estabilidad de la península de Corea”. De la misma manera, afirmaron que el CSNU presiona sin fundamento a la RPDC y no se preocupa ni busca disuadir la intención de hacer de la península coreana un teatro de ejercicios de guerra y una base militar. “Si la opción de EE.UU. es mostrar su fuerza y contrarrestar todo con fuerza, lo mismo es cierto para la opción de la RPDC”, sentenció el comunicado.
Fortalecer el Ejército, el objetivo de Kim Jong-un
El comienzo del año para Corea del Norte expresó el objetivo propuesto por Kim Jong-un a finales del 2022. “La situación actual exige que nuestro país redoble sus esfuerzos para fortalecer abrumadoramente nuestro poder militar”, aseguró el líder norcoreano en una reunión del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte. Según declaró el mandatario, el objetivo es “salvaguardar nuestra soberanía, seguridad e interés nacional básico para hacer frente a los peligrosos movimientos militares de EE.UU. y otras fuerzas hostiles que nos atacan”.
De esta manera, luego de un año donde Corea del Norte se declaró como un Estado con armas nucleares de manera irreversible, el 1 de enero los norcoreanos lanzaron un misil balístico de corto alcance que llegó al mar de Japón. El 7 de febrero, asimismo, Kim Jong-un ordenó a sus FFAA mejorar y fortalecer el trabajo militar e intensificar el entrenamiento del Ejército “para hacer frente a la situación imperante y perfeccionar más estrictamente la preparación para la guerra”.
Dos días más tarde, en un desfile militar para conmemorar el 75° aniversario de la fundación del Ejército Popular de Corea, los norcoreanos ofrecieron una muestra sin precedentes de su poderío nuclear. En el evento, según detalló Reuters, se pudieron observar hasta once Hwasong-17, el misil balístico intercontinental más grande de Corea del Norte y que, según expertos, puede atacar alcanzar cualquier parte del mundo con una ojiva nuclear.
Recientemente, el pasado 13 de febrero, el Estado norcoreano anunció una reestructuración de sus unidades militares con el fin de crear un “poderoso Ejército”. Según informó la agencia estatal KCNA, “muchas unidades de servicios y de armas del Ejército Popular se han ampliado y reorganizado y les han sido asignadas importantes tareas operativas de combate”. En ese sentido, las autoridades norcoreanas afirmaron que la reestructuración responde “a las nuevas situaciones de seguridad”, que, según el líder norcoreano, es la preparación para un eventual conflicto bélico.