Un artículo del periodista estadounidense Seymour Hersh reveló en detalle una supuesta operación marítima encubierta con la misión de destruir los gasoductos Nord Stream I y II que transportaban gas natural entre Rusia y Alemania .
La investigación, con el correr de las horas, dio la vuelta al mundo. De tal magnitud fueron las repercusiones de la noticia que ni los medios más ligados al relato atlantista pudieron ocultar que Estados Unidos fue acusado de planificar el atentado.
Como era de esperar, tanto EE.UU. como Noruega (otro de los países implicados según la publicación) desacreditaron la versión dada por Hersh. La Casa Blanca, por citar un ejemplo, la calificó como “una completa ficción”. Sin embargo, a pesar de la esperable desmentida oficial, varios hechos configuran a la investigación del Pulitzer norteamericano como verosímil.
Las declaraciones que complican a Estados Unidos
Para empezar, el 27 de enero del año 2022, la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, realizó una sesión informativa del Departamento de Estado de EE.UU. donde abordó el posible conflicto ruso-ucraniano. “Me gustaría decir francamente: si Rusia invade Ucrania, de una forma u otra, Nord Stream II no funcionará”, sostuvo ante la prensa la funcionaria norteamericana.
Unos días más tarde, tres semanas antes de la denominada Operación Militar Especial rusa, Joe Biden fue igual de contundente que la funcionaria de su administración. Tras una reunión en la Casa Blanca con el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente demócrata advirtió: “Si Rusia invade Ucrania, no habrá Nord Stream II, le pondremos fin”. Frente a la pregunta de un periodista sobre si eso estaba a su alcance, el mandatario norteamericano respondió “te lo prometo, podemos hacerlo”.
Luego de que se detectaran las fugas en los gasoductos, aun cuando el sabotaje no había sido confirmado, el eurodiputado polaco Radoslaw Sikorski escribió un sugerente mensaje vía redes sociales. Por medio de su cuenta de Twitter, adjuntando una foto donde se podía apreciar la fuga de gas en el Baltico, Sikorski publicó “gracias, EE.UU.”. El llamativo mensaje, tras recibir críticas por todos lados, fue borrado de la red social.
El 26 de enero de este año, meses después de confirmado el sabotaje a los gasoductos, Victoria Nuland sostuvo que Estados Unidos salió beneficiado de la destrucción de los Nord Stream. En la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, en conversación con el senador Ted Cruz, Nuland dijo: “Senador Cruz, a mí, como a usted y creo que como a toda la administración presidencial, me agrada mucho saber que el Nord Stream 2 se ha convertido, como usted dice, en un montón de chatarra en el fondo del mar”.
En este marco, tras el artículo de Hersh, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, retomó todas estas declaraciones para respaldar lo que la investigación sugirió. “Hemos expresado repetidamente la posición de Rusia sobre la participación de EE.UU. y la OTAN, señalando que no ocultaron esto, jactándose ante todo el mundo de su intención de destruir la infraestructura civil a través de la cual Europa recibía los recursos energéticos rusos”, afirmó la funcionaria.
Las repercusiones de la investigación de Hersh
Más allá del rechazo norteamericano, el gobierno de Noruega también negó estar implicado en la operación marítima encubierta que Hersh describió con gran detalle. Según comunicó la agencia Sputnik, al pedirle un comentario al Ministerio de Exteriores noruego, el país escandinavo sostuvo que “son acusaciones sin sentido”.
Desde Berlín, por su parte, la portavoz del Gabinete de Ministros alemán, Christiane Hoffmann, afirmó en una rueda de prensa que “el Gobierno federal no tiene ninguna prueba para respaldar esta tesis o afirmaciones hechas en el artículo”. Sin embargo, algunos partidos como el ultraderechista Alternativa por Alemania, pidieron explicaciones al Poder Ejecutivo y el tema se debatió este viernes en la Bundestag.
Por su parte, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, también se refirió a la investigación. “Hersh está diciendo que lo revelado es claramente inaceptable y debe responderse por ello. EE.UU. le debe al mundo una explicación responsable”, afirmó la funcionaria de la cancillería china.
En la misma línea, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, declaró que el objetivo del sabotaje a los Nord Stream era romper una alianza estratégica entre Rusia y Alemania para favorecer los intereses norteamericanos. “De hecho, funcionarios estadounidenses admiten que están detrás de las explosiones ocurridas en los Nord Stream 1 y 2. Ahora hasta hablan de eso con gusto”, sostuvo Lavrov según consignó la agencia Sputnik.