Una encuesta realizada en 2018 por la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), indicó que “las vacaciones, no siempre permiten cargar energías para el resto del año, el entusiasmo que infunden, dura pocos días tras el regreso al trabajo”.
Además, el sondeo arrojó como resultado que el 24% de los consultados, dijo que “los efectos positivos del tiempo de vacaciones, como más energía y menos estrés, desaparecen, después de regresar al trabajo”. Al mismo tiempo, “el 40% manifestó que los beneficios, duran solo, pocos días”.
Cuando el estrés no se va en la maleta
Nota Al Pie, conversó con el médico psiquiatra, Dr. José Bejarano, quien despejó dudas y dio algunos consejos para disfrutar en calma, los de momentos de ocio.
-Irse de vacaciones es un deseo anhelado pero ¿por qué suele ocasionar estrés?
-Es un estrés relacionado con ganas de un cambio en las rutinas, costumbres, obligaciones, tensiones personales, familiares, sociales. Todo es posible, buscando equilibrio emocional y físico, se podría obtener al cambiar espacios adecuados, tiempo y actitud de las personas. La mejor prevención, es no esperar, que lleguen las vacaciones, hay que aprender antes a desconectarse, tener momentos de esparcimiento diario o semanal, que permitan sobrellevar el estrés.
-¿Cuáles son los factores disparadores que ocasionan estrés?
-Depende de cada persona, pero en general, se considera al tiempo que se dispondrá para irse unos días o semanas; los costos que hay que hacer en cuanto a los gastos que en esa época, se incrementarán. La ansiedad, presente a cualquier nivel durante preparativos, problemas u obstáculos de último momento. Muchos tienen mascotas y no consiguen con quién dejarlas, además, temen que no se adapten a los cambios.
Tuve el caso de una familia que previo a su viaje, uno de sus familiares, se enfermó y la postergación de sus vacaciones, ocasiona irritabilidad pero fuimos conversando, viendo los puntos más idóneos, posteriormente, lograron cambiar el sitio dónde irían, para estar más cercanos a su familiar.
-Muchas personas quieren vacacionar, lejos del bullicio, pero no obstante no pueden relajarse
-Considero que esto se da porque hay muchas expectativas, también una falta de preparación o mentalización respecto del tiempo y calidad de vacaciones que se espera. La adaptación puede tomar desde minutos, que uno sube al transporte o hasta días en que éstas, se sentirán mucho más. Por ejemplo, si una persona alquila un departamento en verano y se encuentra con que el aire acondicionado no funciona, esto generará irritabilidad porque no sé esperaba con algo que tenía que funcionar.
En otros casos, he tenido pacientes que no pueden evitar, tener el celular con ellos, sin apreciar la caída del sol o el movimiento de las olas. Es una hiperactividad querer sacar fotos y hacer videos todo el tiempo, pierden apreciar, momentos reales.
-Hay gente que no puede dejar de trabajar en vacaciones, ¿cómo evitar esto y que no afecte al entorno familiar en vacaciones?
-Existen muchas personalidades que tienen ese concepto del deber y demasiada responsabilidad. Tuve una paciente que había ahorrado todo el año para irse al viaje de sus sueños, y cuando llegó, no pudo evitar, encender su celular, monitoreaba a sus empleados. Les pedía informes vía zoom. No lograba desconectarse y su familia optó por ir a la playa sin su presencia. Esto debilita los vínculos, pero todo se puede mediar, si las personas están dispuestas a reconocer sus falencias. Por suerte, lograron negociar momentos de ocio y esparcimiento, con un horario para que ella pudiese hacer sus obligaciones, pero por lo general, no es bueno seguir pensando en trabajar. Las vacaciones son para desconectarse, y regresar con un mejor semblante.
-El regreso a las actividades laborales, ¿por qué cuesta retomar?
-En algunos sí, porque en vacaciones hay más flexibilidad de ir a un sitio o de comer a determinada hora, pero siempre trabajando o no, hay que saber administrar el tiempo. Es necesario disfrutar, el hoy, tratar de educar la mente, porque estar de vacaciones y pensar que se retomará el trabajo en breve, puede generar ansiedad pero a la vez, regresar al trabajo, debe ser sinónimo de satisfacción, porque gracias a eso, podemos irnos de vacaciones. De a poco, se puede aclimatar a las circunstancias.
-El factor sueño en los días de descanso, ¿cómo debería darse correctamente?
-Se piensa que en vacaciones se duerme más, muchas personas padecen o se les agudiza el insomnio, por lo que sugiero averiguar la localidad, costumbres, clima, horarios en general en donde se eligió el destino turístico.
Si las personas toman medicamentos para dormir, tienen que llevarlos, no deben dejar de hacerlo. No interrumpir tratamiento, controlar el uso del alcohol. Disfrutar con mejor calidad de vida. Tuve una paciente que fue unas semanas al campo, lograba descansar y relajarse pero, al regresar a su casa, manifestó mucho estrés. Solo sugiero que pueden trasladar esos instantes maravillosos a sus vidas. Suena un poco raro, pero cuando se respira profundo y se visualiza esos sitios, se puede lograr, un momento de paz. Toma unos minutos diarios, pero vale la pena.
-¿Cómo se puede lograr que después de las vacaciones, sentirse renovado?
-Las post vacaciones, también en muchos casos, generan malestar. Hay que estar alerta que deben darse, un día extra para recapitular y adaptarse en cuestiones de casa, familia, trabajo u otras obligaciones, darse tiempo a uno mismo. Esto se aplica mucho mejor, en personas que hacen teletrabajo. En cuanto a los que van a una oficina a cumplir horarios, pueden reconsiderar, tras la jornada laboral, hacer ejercicio, algo que les guste y no retomar trabajo, hasta el otro día. Esto ayudará a aliviar esa emoción que también se da al regreso.