Grant Morrison tuvo la oportunidad de escribir a Batman en 1989, luego de escribir Arkham Asylum. Más tarde, Gothic esperaría casi dos décadas en volver. Luego de la Crisis Infinita en 2006, el escritor escocés formó equipo con Andy Kubert para ocuparse del encapotado, y así, crearon un nuevo Robin. Pero en este caso, este chico sería un caso muy especial.
La etapa de Grant Morrison en la línea de Batman se extendió hasta el final del universo de DC con el evento Flashpoint, una crisis que reiniciaría todo. En el medio, tuvo la Crisis Final y la muerte del murciélago, en la cual el nuevo Robin tiene un rol crucial.
“Te creía más alto, padre”
Luego de la Crisis Infinita, Batman se ha tomado un tiempo para volver a ser el luchador contra el crimen que fue. Durante este año sabático, en donde llevó a Dick Grayson y a Tim Drake con él, revivió el camino de su entrenamiento primario. Sin embargo, al volver a Gotham, creó una guerra contra el crimen que limpió la ciudad. Es momento de reaprender a ser Bruce Wayne.
En un viaje de placer a Londres, Bruce Wayne se topa con el Dr Kirk Langstrom, creador del suero para convertirse en un murciélago gigante (ManBat). Una gala es atacada, y Batman es secuestrado mientras ayuda a salvar a la gente. La responsable de esto es Talia Al Ghul, “hija del demonio”, y su motivo es presentar al detective, su hijo Demian, quien quedará a cargo de Bruce.
El muchacho, fruto de una unión coaccionada en parte, entre Batman y la hija de Ra’s Al Ghul, irá a Gotham a recibir instrucción de su padre. El joven que ya escapaba al control de su madre ahora es problema de Bruce Wayne, y esto repercutirá en todo aspecto de la vida del encapotado.
Mirando al pasado
Bruce Wayne es conocido como un playboy filántropo, del cual no hay mujer que escape. Mirando hacia “Los declaro Batman y Esposa” de 1978 y “El Hijo del Demonio” de 1987, Morrison explora la posibilidad de la paternidad. Batman siempre ha adoptado pupilos que lo acompañarían en la lucha contra el crimen, pero, ¿qué pasaría si realmente tuviera un hijo?
Grant Morrison se para sobre un tema delicado, y lo descarta pronto para la credibilidad de su personaje: Demian es fruto de una unión no consensuada. En este caso, quien fue manipulado con alucinógenos y más, fue el mismo encapotado. Fruto de ese acto nace el muchacho, criado entre las filas de los asesinos más mortíferos.
De esta forma, Morrison se para sobre obras pasadas para crear un camino a futuro. La presencia de Demian en la Cueva genera conflicto inmediato con Tim Drake, el Robin Actual, quien fue adoptado por Bruce luego del asesinato de su padre. Según las costumbres de la liga, Demian busca asesinar a Tim para garantizar su lugar como heredero de la capucha.
Respecto a la narrativa, es una obra que se siente desbalanceada. Pese a que el punto fuerte es presentar la nueva dinámica, el contexto se diluye. Hay un plan de Talia, como suele suceder, que queda relegado a un clímax que nos recuerda una problemática establecida al principio, pero sin desarrollo.
La aparición del villano “El Fantasma”, es una de las herramientas sencillas para mostrar de lo que es capaz Demian. Sin embargo, solo están para que Tim Drake no muera. Esto quita un poco de peso narrativo a la historia.
El final es algo anticlimático también. Es una historia narrada en cuatro números, que se siente demasiado fragmentada.
Un pequeño Bruce
El diseño para Demian de Andy Kubert busca que el muchacho sea casi un calco de Bruce Wayne. Una interesante elección, considerando la genética de la madre, quien es parte de una dinastía originaria de la cuna de la civilización. Las elecciones del dibujante se basan en resaltar las emociones mediante la composición.
Encontraremos momentos en los que Demian se ve como un niño inocente, y también se le puede ver como el despiadado asesino que es. Lo mismo sucede con Batman, incluso en el cuadro en que debe imponerse con órdenes sobre el muchacho, marcando la primera vez que se lee un “Si, padre”. Andy Kubert cumple a la perfección con lo que cada lector quiere ver.
Un encuentro animado
En 2014, en medio de un incipiente universo animado salió “Son of Batman” bajo la dirección de Ethan Spaulding. La película adapta el arco de presentación de Demian Wayne y lo presenta a las masas que aún no leían cómics. Demian, a posteriori, formaría parte de casi todas las animaciones que incluirían a la Batfamily en este conjunto de films.
En Argentina, su aparición llegó de mano de Salvat, en su “Colección de Novelas Gráficas de DC” en la entrega número 8. La misma incluye Batman del #655 al #658 (los números del arco principal), y también el #664 y #665, dos issues que funcionan a modo de epílogo.