Hasta este miércoles 8 de febrero en el Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635, CABA) se podrá disfrutar de Fantasma vuelve al pueblo (2021), un film con un importante mensaje y un lema que lo describe: “Viejos sentimientos. Nuevos trabajos. Y un cerdo”.
Según la sinopsis, “Demóstenes reaparece en su pueblo, donde es conocido como ‘Fantasma’, justo para las fiestas de fin de año, sin planes ni metas”.
Es en este contexto que Luis Miguel, su amigo de su juventud, le ofrece un trabajo: buscar un cerdo para faenar en el fin de esa semana. De esta forma, la amistad se vuelve una relación laboral.
Para conocer en detalle sobre esta comedia dramática protagonizada por Alfonso Tort y Juan Román Diosque, Nota al Pie dialogó con su director y guionista, Augusto González Polo.
Oriundo del pueblo de Aristóbulo del Valle, Misiones, el cineasta expresó en detalle cómo surgió en él la idea de realizar esta película, qué mensaje le gustaría dar a la audiencia y si cree que hay una posibilidad de que el ser humano tome más conciencia sobre el maltrato animal.
¿Cómo surgió la trama? ¿y la idea de llevar a cabo el film?
Varias cuestiones fueron confluyendo en un mismo guión. Impulsado por un par de anécdotas, fui escribiendo borradores sobre la historia de un tipo que aparece en esa semana tan especial, entre las fiestas de fin de año.
Después apareció la temática de la ambigüedad entre el mundo laboral y la amistad, que es una simple reflexión a cuenta de las experiencias de la vida misma. A medida que iba evolucionando, el relato se fue estructurando en base a un cúmulo de anotaciones que fui recopilando durante años en mis visitas al pueblo donde me crié, sobre todo en las fiestas de fin de año.
Finalmente, surgió la cuestión de la amistad entre el hombre y el cerdo que, ahora viendo en retrospectiva, lo fui desarrollando al mismo tiempo que empecé a convivir con un perro y un gato. Aquello fue todo un proceso de más de 10 años de escritura que concluyó en el guión de esta película.
¿Por qué considerás que “Fantasma” se termina encariñando con el animal? ¿Qué vio en su amigo y jefe que le hizo querer marcar la diferencia?
Cuando “Fantasma” siente el latido de su corazón al cargarlo mientras espera que lo carneen y después lo mira a los ojos, hay una comunicación entre ellos. El cerdo deja de ser un objeto para él y pasa a ser un individuo que lo interpela.
Por otro lado, no se si “Fantasma” ve algo en concreto que lo aleje de Luis Miguel, sino que simplemente la vida va abriendo una brecha entre ellos. Eran mejores amigos a los 20, y cuando se reencuentran a los 40, se dan cuenta que ya no son parecidos, ven el mundo y a las personas de maneras diferentes.
¿Qué mensaje te gustaría dar a la audiencia desde tu mirada como director?
Sería ideal que el mensaje de la película se construya de manera diferente en cada espectador; donde cada uno saque sus propias conclusiones. Me han contado diferentes interpretaciones sobre lo que la película cuenta, a veces hasta contradictorias, y me parece que eso es lo ideal.
Lo importante para mí es que la película sea divertida, placentera de ver, te haga reír, y que después te quedes pensando. Sin embargo, mi meta es propiciar un cuestionamiento sobre los hábitos que se ejercen a diario sin dudar. En el caso de Fantasma vuelve al pueblo, poniendo en crisis desde el trato que se le da a los animales, hasta las jerarquías en el mundo laboral.
Respecto a la participación del artista Diosque, ¿cómo fue proponerle que forme parte del elenco?
A Diosque lo conocí muy al inicio de su carrera en Buenos Aires, cuando trabajé en un videoclip de su primer disco. Después dirigí uno yo también; estos aparecieron como tracks interactivos en Ia canción.
En ese momento, él recién llegaba de Tucumán a vivir a Buenos Aires, hablando con un acento que nunca perdió; cosas con las que yo me sentía cercano por mi propia experiencia desde Misiones. Desde entonces supe que él tiene un carisma y un manejo escénico importante, es un artista completo, una persona iluminada que tiene el don de conmover y de influir estados de ánimo con sus expresiones artísticas.
Tiempo después, cuando estaba escribiendo versiones ya acabadas del guión de Fantasma vuelve al pueblo, empecé a ponerle rostros a los personajes. Justo coincidió con un momento de ver a Diosque en vivo y en sus videos, manejándose con frescura, humor y desborde de carisma; lo que necesitaba ese personaje que yo estaba diseñando.
Fui terminando el guión, pensando en buscar un actor que se parezca a Diosque, mostrando sus videos como referencia a las productoras de la película. Finalmente, nos dimos cuenta que lo más natural y orgánico era proponerle a él mismo que se anime a actuar, ya que sin darnos cuenta habíamos creado un personaje exactamente a su medida. De ahí en adelante él se ocupó de entrenarse por su lado.
Se tomó el trabajo muy en serio. Estuvo un mes previo al rodaje en Misiones viviendo en el pueblo. Allí, además de pasar letra con Alfonso Tort, Diosque estuvo incorporando modismos, haciéndose amigos en la vereda, conversando con los vecinos, sacando cuenta corriente en los almacenes. Al empezar el rodaje, literalmente estaba convertido en el personaje. Terminó dando mucho más de lo que esperábamos, nos sorprendió a todos.
¿Creés que hay una posibilidad de que el ser humano tome más conciencia respecto al trato que da a los animales?
Sí, claro, todos vamos evolucionando de a poco. Si bien siguen pasando cosas tremendas a diario, cuando uno mira en perspectiva hoy hay mucha más conciencia ambiental y mucha más gente atenta al maltrato animal que hace cinco o diez años. Se sabe y se difunde cada vez más que todos los animales son seres sintientes, con conciencia y memoria, a la vez que se difunden más alternativas de alimentación.
Es angustiante vivir el presente, pero creo que vamos hacia un futuro mejor. Por eso es importante no conformarse con lo que vivimos a diario y usar cada herramienta que tengamos disponible en nuestra vida cotidiana para invitar al resto de la humanidad a cambiar al mundo.