En las últimas horas, un terremoto de 7,8 de magnitud sacudió el sur de Turquía y el norte Siria. El fenómeno terminó con las vidas de cientos de personas e hirió a miles, además de generar importantes daños.
En Turquía, según el último balance comunicado por el vicepresidente, Fuat Oktay, hubo al menos 912 muertes y más de 5.385 resultaron herides. Sin embargo, más de mil edificios se derrumbaron totalmente, lo que evidencia un balance mucho más grave.
En Siria, cerca de 400 personas perdieron la vida. Al menos 239 en zonas bajo control del gobierno de Damasco, según la televisión oficial. Además, unas 147 en los sectores controlados por les rebeldes, de acuerdo con los servicios de rescate. En ambos lugares se registraron cientos de herides.
Cómo inició el terremoto
El temblor se comenzó a sentir a las 4.17 (23.13 hora argentina). Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros.
El epicentro del fenómeno se situó en el distrito de Pazarcik, provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, ubicado a unos 60 km de la frontera con Siria.
Además, también en el Líbano y Chipre pudieron sentir el movimiento telúrico, según informó AFP.
Teniendo en cuenta el número de edificios derrumbados, es muy probable que el balance se agrave rápidamente. Las ciudades que resultaron más afectadas fueron Adana, Gaziantep, Sanliurfa y Diayarbakir, en el sureste del país turco.
Operaciones de rescate en Turquía y Siria
A la hora en que ocurrió el sismo, de madrugada, la mayor parte de la gente dormía en sus casas. Quienes pudieron escapar, lo siguiente que tuvieron que afrontar fue encontrar a sus seres querides.
Mientras presenciaba las operaciones de rescate de un edificio en ruinas en Diyarbakir, Muhittin Orakci explicó a AFP su situación. “Mi hermana y sus tres hijos están bajo los escombros. También su marido, su suegro y su suegra. Siete miembros de nuestra familia están bajo los escombros”.
“Su hermana sigue bajo los escombros”, dijo en la misma localidad una mujer señalando a otra víctima desconsolada.
Todavía el recuento de herides y muertes continúa. Por seguridad, se cortó el gas en toda la zona, para evitar las réplicas y que se produjeran explosiones.