El pasado martes, se llevó a cabo la segunda jornada de manifestaciones a nivel nacional en Francia para mostrar su rechazo al plan de reforma jubilatoria. El mismo elevará la edad mínima de 62 a 64 años.
Más de dos millones de franceses se levantaron ante los cambios en el sistema de jubilación. Las dos medidas más relevantes es la ampliación de la edad mínima para jubilarse y la cantidad de años de aportes que deberán realizar les ciudadanes. Estos pasarían de 42 a 43 años.
Numerosos sindicatos participaron de las protestas en una exitosa jornada en términos de concurrencia. Se estima que marcharon 2.8 millones de personas. A pesar de ello, el poder ejecutivo no dio el brazo a torcer: la reforma sigue en pie.
Protesta masiva contra la reforma jubilatoria
La jornada del martes contó con el apoyo de les empleades del transporte público y de educación, quienes realizaron un paro. Se estima que la participación de los sindicatos docentes fue del 50%, según el Snuipp-FSU.
Asimismo, les trabajadores de la refinería francesa también se erigieron en la huelga. Según la Confederación del Trabajo (CGT), habrían participado entre el 75 y 100% de les empleades de las principales empresas del sector. Esto incluye a empleades de los depósitos de combustibles de Total Energies.
Según la CGT francesa, París tuvo un gran caudal de manifestantes en comparación con la primera jornada, que se realizó el 16 de enero. Así, informaron que pasaron de 400.000 personas a más de un millón, mientras que en Marsella salieron a la calle 40.000 personas. Esto es algo que no sucedía desde hace 20 años, según medios locales. Por otro lado, en Rennes se movilizaron aproximadamente 23.000 personas.
Represión en Francia
Para contrarrestar la protesta, el pasado lunes, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó que 11.000 policías y gendarmes saldrían a la calle. Entonces, durante la jornada de protesta se llevaron a cabo varias detenciones. A su vez, las Fuerzas Armadas hicieron uso de gas y cañones de agua para impedir el avance de les manifestantes hacia el espacio comercial François-Mitterrand.
Asimismo, en la Isla de Nantes, la Policía disparó gases lacrimógenos para intentar dispersar a les manifestantes, informó la prensa local.
Desde la mirada de la Jefatura de la Policía parisina sostuvo que se detuvo a seis personas y se realizaron 7.000 controles. Según la institución, los enfrentamientos se produjeron debido a que varios hombres encapuchados intentaron atacar una sucursal bancaria.
Macron no da tregua al pueblo francés
El actual presidente francés sostiene que la reforma es esencial para salvar su sistema distributivo. En ese mismo sentido, la primera ministra, Élisabeth Borne, declaró que posponer la edad de jubilación no es negociable. Mientras tanto, Darmanin acusó a la izquierda de querer llevar desorden a Francia.
Ante la nula postura conciliadora por parte del oficialismo, sindicatos franceses como la CGT, FO, UNSA y la CFE-CGC lanzaron un comunicado para llamar a nuevas movilizaciones. Estas se realizarán el martes 7 de febrero y el sábado 11.
Asimismo, el dirigente de la CFDT sostiene que nadie se dejó engañar por la propaganda del gobierno y afirma que la reforma es injusta y brutal. “El gobierno debe escuchar el rechazo masivo a este texto y retirarlo”, dijo.
Por otro lado, el proyecto que se encuentra en examen en la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional que comenzó el lunes. Hasta el momento, faltan por debatir más de 5.000 enmiendas. Se estima que las discusiones deberían terminar este miércoles a las ocho de la noche del horario francés.