La ceremonia anual de los Premios de la Academia es la noche más importante de Hollywood. Sin embargo, se enfoca casi por completo en películas estadounidenses, mientras que los demás países se dividen en una categoría completamente diferente: Mejor Película Internacional.
Cuando se celebraron por primera vez en 1929, las películas internacionales no se encontraban entre las 12 categorías representadas. No fue hasta 1947 que una producción internacional obtuvo reconocimiento en el evento. E incluso entonces, no fue una categoría oficial, no había «nominados», era un premio especial otorgado por la Academia.
En 1956, se otorgó por primera vez el Premio de la Academia a la Mejor Película en Lengua Extranjera. La Strada de Federico Fellini resultó vencedora. Desde entonces, con ajustes menores, fue un elemento básico de la ceremonia.
Esta semana, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció formalmente las nominaciones para los premios Oscar, confirmando que Argentina, 1985 obtuvo una codiciada nominación a Mejor Película Internacional. Fue seleccionada junto a otros cuatro films entre 93 películas de todo el mundo.
Si gana, se convertirá en la tercera victoria del país después de La historia oficial (Luis Puenzo, 1985) y El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009). Sin embargo, se enfrenta rivales difíciles: competirá contra All Quiet on the Western Front (Edward Berger, Alemania) que tiene 14 nominaciones al BAFTA, Close (Lukas Dhont, Bélgica), Eo (Jerzy Skolimowski, Polonia), y The Quiet Girl (Colm Bairéad, Irlanda).
En Nota al Pie analizamos las cinco producciones que compiten por el galardón de la Academia y sus posibilidades de obtener el premio la noche del 12 de marzo.
All Quiet on the Western Front
Obtener una doble nominación –Mejor Película Internacional y Mejor Película–, es un buen augurio para una producción. Las nominaciones de Roma (Alfredo Cuarón, 2018), Parasite (Bong Joon Ho, 2019) y Drive My Car (Ryusuke Hamaguchi, 2021) demostraron que al menos se tendrá una victoria segura en la terna internacional.
Para All Quiet on the Western Front, la situación es aún más prometedora de lo habitual, ya que además de obtener esta doble nominación, tuvo otras siete que elogian a la producción y la convierten en la gran favorita de la terna.
El papel de las películas de guerra siempre se centró en procesar el deseo humano de aniquilar al ‘enemigo’. Las películas de guerra estuvieron entre las primeras que se hicieron, y comprenden breves clips documentales de la Guerra Hispano-Estadounidense en 1898.
El veterano alemán Erich Maria Remarque, consternado por la llamada «guerra para terminar con todas las guerras», escribió All Quiet on the Western Front en 1928. El libro fue adaptado a la pantalla grande y en 1930 ganó tres premios Oscar.
Edward Berger vuelve al material de origen alemán, agregando algunos giros y vueltas, en una adaptación desgarradora y visceral de una obra que tiene casi un siglo, escrita cuando los veteranos arruinados aún podían escuchar el sonido de los disparos en sus sueños.
All Quiet on the Western Front se beneficiaba de la ausencia de cualquier otra epopeya de guerra a gran escala del tipo que a Hollywood le encanta celebrar. Su atractivo old school funciona a su favor para les votantes con sensibilidades más tradicionales.
Argentina, 1985
Argentina, 1985 recrea el caso judicial más importante de la historia argentina, el Juicio a las Juntas, que tuvo como objetivo llevar ante la justicia a la dictadura militar tras el regreso a la democracia del país en 1983. La dictadura argentina fue uno de los hechos más sangrientos del Siglo XX, durante el cual se estima que 30.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas.
Ricardo Darín interpreta a Julio Strassera, un fiscal de apariencia irritable, que inicialmente está aterrorizado al saber que tendrá que encabezar la acusación para el juicio de los nueve comandantes militares de la dictadura que tuvo lugar entre 1976 y 1983.
Parece un caso imposible de ganar y en el que la opinión pública está muy dividida. Strassera debe armar rápidamente un equipo legal y ponerse a trabajar acumulando los casos de cientos de víctimas de la violencia de la dictadura: secuestros, torturas, desapariciones forzadas y asesinatos.
Esta narración de un caso judicial de la vida real es una película fenomenal sobre cómo Argentina, recién emergiendo a la democracia, acepta su pasado y la brecha generacional que debe superar para poder hacerlo.
Argentina, 1985 no rehuye mostrar los peores ejemplos de las torturas y castigos a que fueron sometidas las víctimas. A principios de este mes ganó el Globo de Oro a la Mejor Película en Idioma No Inglés, un premio otorgado por la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood.
“Para el pueblo argentino, después de ganar la Copa del Mundo, esta es una gran alegría”, dijo Ricardo Darín, uno de los protagonistas de la película, al recibir el premio junto a Santiago Mitre. Esta es la cuarta vez que Darín es nominado a un Oscar, habiendo formado parte del elenco de El hijo de la novia (2001), El secreto de sus ojos (2009) y Relatos Salvajes (2014).
La reciente ganadora del Globo de Oro podría atraer a los votantes de la Academia que prefieren un tema más actual. También es la única contendiente latina en la categoría después de que Bardo (Alejandro Iñárritu, México) no lograra resultar seleccionada y solo obtuviese una nominación a Mejor Fotografía para Darius Khondji.
Close
La desintegración de una amistad entre dos muchachos en la cúspide de la adolescencia en la Bélgica rural desencadena una tragedia, en la segunda película silenciosamente devastadora de Lukas Dhont.
La desintegración de una amistad entre dos muchachos en la cúspide de la adolescencia en la Bélgica rural desencadena una tragedia, en la segunda película silenciosamente devastadora de Lukas Dhont.
Un estudio de niñes confrontados con el tipo de duelo que no tienen ni la madurez ni el marco temperamental para comprender completamente siempre será una propuesta poderosa. La combinación de actuaciones impactantes, en particular del recién llegado Eden Dambrine como Léo, y la dirección de sensibilidad poco común de Dhont crea una imagen que posee un alcance íntimo pero que contiene un golpe emocional considerable.
Dhont ya demostró ser un talentoso director de jóvenes actores con su ópera prima, Girl, que se proyectó en Cannes Un Certain Regard en 2018, donde ganó varios premios, entre ellos la Cámara de Oro a la mejor ópera prima.
Su trabajo en Close se basa en esto, capturando tanto el agitado mundo interior del personaje central como los cambios bruscos en el estado del patio de recreo, las tensiones que pueden arder a partir de un comentario malintencionado.
The Quiet Girl comparte con Close una delicadeza de enfoque y un abrazo empático que sugiere que existe un sano apetito de la audiencia por películas manejadas con sensibilidad, y que exploran los incómodos bordes de la infancia. La película ganó el Gran Premio en Cannes y podría ganarse a los votantes de la Academia que buscan una historia más íntima y emotiva más allá de las ofertas de mayor presupuesto.
EO
La propuesta polaca es una adaptación del clásico de culto francés Au Hasard Balthazar (Robert Bresson, 1966), que se cree estuvo inspirada en un pasaje de la novela El Idiota de Fyodor Dostoyevsky. La historia dirigida por Jerzy Skolimowski sigue la vida de EO, un burro que viaja desde un circo polaco a un matadero italiano.
Estrenada en el segmento Competencia en el Festival de Cine de Cannes, el drama obtuvo el Prix du Jury (Premio del jurado) –que compartió con la película The Eight Mountains– y el premio a la mejor banda sonora.
La producción es una exploración audaz, a menudo en silencio, de la inteligencia animal y puede ser la empresa más ambiciosa en la categoría, aunque algunos votantes pueden incomodarse por el sufrimiento animal.
Polonia ganó el Oscar una vez, en 2014 con Ida de Paweł Pawlikowski. El país obtuvo once nominaciones de las 57 veces que se presento a la competencia. La primera de ellas fue en 1963 con la película Knife In The Water de Roman Polanski.
The Quiet Girl
La categoría internacional a menudo ofrece algunas sorpresas agradables, como Lunana: A Yak in the Classroom, que en 2020 le valió a Bután su primera nominación a los Premios de la Academia. Este año, ese espacio presenta The Quiet Girl, la película que le otorga a Irlanda su primera nominación en la categoría.
Hay una seguridad inusual en el primer largometraje de Colm Bairead, una historia en gaélico ambientada en una granja rural durante un verano de lenta transformación para la protagonista. The Quiet Girl está adaptada con confianza y fidelidad del cuento de Claire Keegan ‘Foster’, publicado en 2010.
Aunque el director hizo cortometrajes y documentales en irlandés durante casi dos décadas, su debut sigue siendo un ensamblaje inesperadamente hermoso de narrativa, imagen y sonido que se inspira en el título para construir en silencio una catarsis emocional.